La cámara industrial alertó que el recorte de los impuestos al ingreso de ropa, calzados y tela tendrá un impacto directo en la producción local y el empleo. Además, volvió a reclamar una reducción de la carga impositiva para eliminar el «costo argentino».
La Unión Industrial Argentina (UIA) cuestionó la reducción de los impuestos a la importación de indumentaria, calzado y textiles y advirtió que la decisión del Gobierno de Javier Milei propicia una «competencia desleal» debido a los altos costos de producción local.
A través de un comunicado, la cámara industrial alertó que la apertura comercial tendrá un impacto directo en la producción y el empleo del sector, que en 2024 experimentó un derrumbe acumulado de 9,4% y, junto con la construcción, fue una de los segmentos más golpeados por la recesión.
La UIA cuestionó la reducción de aranceles a la importación
Para la UIA, es «preocupante que la agenda de integración comercial no esté acompañada de una agenda de competitividad dentro del país». Además, los referentes sectoriales recordaron que, en los últimos meses, realizaron distintas advertencias «sobre la necesidad de atender las cuestiones que dificultan la competencia desleal y propuesto un camino en pos de nivelar la cancha frente a las desigualdades generadas por el llamado ‘costo argentino'».
«En esa agenda de competitividad la industria ha señalado que con los actuales niveles de presión fiscal, informalidad, falta de acceso al crédito y demás desequilibrios, la competencia frente a las importaciones de bienes finales, en especial de algunos países, se torna claramente desigual y desleal«, expusieron.

A fines de la semana pasada, el ministro de Economía Luis Caputo anunció un recorte en la carga impositiva de la ropa y el calzado importado, que pasará de 35% a 20%. Al mismo tiempo, los gravámenes importadores sobre las telas caerán de 26% a 18%; y de los distintos hilados de 18% a 12%, 14% y 16%.
A propósito de la industria textil, de indumentaria y calzado, la UIA ponderó que se encuentra entre los principales empleadores en provincias como Buenos Aires, Catamarca, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Santiago del Estero y Tucumán.
«Se estima que de los 30.000 empleos industriales perdidos durante el último año, más de 10.000 corresponden a esa cadena. Esta pérdida del empleo, sumada a un aumento de la informalidad, podría acelerarse frente a una apertura indiscriminada sin antes equilibrar las condiciones locales», manifestaron.
La crisis que atraviesa el sector textil
En cuanto al aumento de precios, la justificación que el Ministerio de Economía utilizó para reducir los aranceles, la entidada rgumentó que a lo largo de enero, «el rubro textil registró un aumento de precios del 0,6% mientras que la indumentaria de producción textil aumentó un 1%».
Por este motivo, el alza de prendas de vestir y calzado en Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero arrojó 0,4% y quedó muy por debajo del nivel general de inflación del mes anterior. En efecto, la dinámica inflacionaria nacional cerró en 2,4%.
Asimismo, el organismo industrial consideró que los segmentos afectados por esta medida sufren «los problemas de comercio ilegal, contrabando y falsificación marcaria, entre otras». De acuerdo al último relevamiento realizado por la propia cámara, un 33% de las empresas participantes afirmaron que el contrabando las afectaba negativamente, llegando al 80% en el caso de las empresas del sector textil, indumentaria y confecciones.
Por último, la Unión Industrial Argentina insistió en «la necesidad de tener una coordinación entre la agenda de competitividad y la integración comercial para no seguir profundizando la caída de la producción industrial y el empleo, en especial mediante la baja de impuestos nacionales, provinciales y municipales».
Fuente Perfil