- Aplicará las primeras 60 mil dosis que ya le compró al laboratorio japonés Takeda.
- En una fase inicial comenzará a vacunar a adolescentes de entre 15 y 19 años.
- Además habrá un plan dividido en cuatro etapas y la primera ya comenzó.
La Ciudad de Buenos Aires arrancó con la campaña integral de prevención para hacerle frente al dengue de cara al próximo verano. El plan presentado por el Ministerio de Salud porteño tiene una novedad importante: el distrito decidió aplicar de manera gratuita la vacuna a una parte de la población y le compró las primeras 60 mil vacunas al laboratorio japonés Takeda, según confirmaron este lunes.
El operativo porteño contra el dengue consta de cuatro etapas en la búsqueda de detectar y controlar la proliferación del mosquito Aedes aegypti: la primera de ellas, que consiste en la eliminación de los huevos que están a la espera de eclosionar en primavera, se inició hace tres semanas.
En cuanto a la vacunación, el tema fue eje de debate dentro del Gobierno porteño, cuyas autoridades finalmente se volcaron por adquirirla para que el Estado la pueda aplicar el fármaco, en algunos casos, sin costo para la gente. Según pudo saber Clarín, el plan de inmunización se desarrollará de manera progresiva y en etapas. Comenzará con los adolescentes de 15 a 19 años; luego avanzará con los jóvenes de 20 a 29 años y, finalmente, con los adultos de 30 a 39 años», explicaron fuentes oficiales.
Según aseguraron a Clarín las fuentes oficiales consultadas, el objetivo es que todos los adolescentes que estén comprendidos en esos segmentos de edad -identificados por la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn)- puedan recibir la vacuna de manera gratuita, lo que ocurriría con sucesivas compras de dosis que haga el Gobierno porteño.
A partir del 18 de septiembre se comenzarán a otorgar los turnos mediante la página web del Ministerio de Salud de la Ciudad. En total, se habilitará 12 vacunatorios en distintos barrios, entre los que habrá hospitales, CeSACS y postas extrahospitalarias. Es esquema de vacunación consta de dos dosis con un intervalo de tres meses. La protección contra el dengue grave, según los ensayos clínicos, es de por lo menos 5 años.
De esta manera, la Ciudad se suma a otras provincias que también decidieron comprar vacunas -además de las que proveerá Nación- y que no son zonas endémicas -donde el dengue circula todo el año-, tales como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Estos distritos han establecido una estrategia de vacunación focalizada y segmentada, priorizando las regiones de mayor tránsito viral y los grupos de edad que más contrajeron la enfermedad.
Clarín participó de un encuentro con Fernán Quirós, ministro de Salud, y por Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, que contaron detalles del plan anual contra el dengue, que se estructura en la campaña de prevención del mosquito y en la importancia del trabajo en conjunto entre el Gobierno y la sociedad para alcanzar ese cometido.
“Hoy en la Argentina tenemos una zona endémica que está en el noreste y noroeste, y una zona epidémica que se desarrolla en unos meses en particular, como es la Ciudad de Buenos Aires. Identificamos que la Ciudad se comporta en cuatro momentos muy particulares”, introdujo Quirós en el encuentro.
Y continuó: “Venimos de dos brotes epidémicos grandes en los últimos dos años. Los mosquitos dejaron una cantidad de huevos en las zonas donde había agua y arrancamos la etapa 1 del ciclo de nuestro plan, este invierno, donde no hay ningún mosquito adulto y lo único que queda son los huevos que resisten hasta un año y pueden eclosionar con el calor y la humedad”.
Esa primera etapa, entre los meses de julio y septiembre, ya empezó, y en palabras del ministro de Salud este es el momento “en donde las intervenciones de prevención tienen mayor impacto en el brote futuro, porque si matás al huevo no hay reciclado de mosquitos, y la densidad de mosquitos del verano sería claramente inferior”.
La importancia de eliminar criaderos
Para este período, el foco está en operativos para combatir y eliminar criaderos en edificios públicos, hospitales y polideportivos, entre otros. Informaron que desde mayo se realizan acciones de descacharreo y capacitación. Además, las 15 comunas porteñas impulsan más de 360 intervenciones en todos los barrios con recorridas territoriales y un relevamiento de sitios críticos.El mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue. Foto: AFP
El rol ciudadano se vuelve clave: la atención en las propias viviendas para identificar focos de posible desarrollo de este mosquito “domiciliario”, que siempre requiere de mucha proximidad con el humano. Esto incluye la denuncia ciudadana ante otros criaderos de mosquitos en espacios públicos, algo que puede realizarse desde el 147, a través de BOTI (11 5050-0147) o en el link Denunciá criadero.
La segunda etapa del plan está contemplada entre mediados de octubre y principios de diciembre, aunque no descartan que pueda adelantarse ante la llegada temprana del calor. La tarea estará en reforzar el descacharreo con operativos semanales debido a que en ese período los huevos eclosionan y aparecen los primeros mosquitos adultos, aunque todavía no haya circulación viral.
Quirós señaló que en ese período ―aunque es considerado de riesgo bajo― comienzan a detectarse ovitrampas positivas: “Es decir, que en esa etapa identificamos que hay mosquitos adultos. Vamos a hacer el descacharreo intensivo alrededor de la ovitrampa que ha dado positiva en esa manzana. Hablamos con los vecinos, les pedimos entrar a la casa, les mostramos donde están los criaderos, hacemos una intervención y ayudamos al ordenamiento socioambiental. Lo que la gente hace dentro de su casa, nosotros lo hacemos afuera de su casa”.
Por eso, la ampliación en un 20% de la red de esos sensores de ovipostura distribuidos geográficamente en la Ciudad (260 puntos) permite monitorear los casos y mejorar la vigilancia. Así también se prevé la aplicación de larvicidas en sitios estratégicos para evitar la eclosión de huevos, y el fortalecimiento del sistema de atención en las unidades febriles.
Estrategia de fumigación focalizada
En la tercera etapa, que suele iniciarse a fines de diciembre y extenderse hasta fines de enero, el virus comienza a circular localmente. Está más indicado el sistema de fumigación exclusiva en donde aparezcan casos, con el bloqueo de la manzana donde viva la persona infectada y la búsqueda de otras personas que posean síntomas compatibles con la enfermedad para darles asistencia rápida.
“Cuando aparece una persona que tiene el virus en la sangre hay que matar a todos los mosquitos vivos alrededor de él. El año pasado hicimos más de 4.000 bloqueos de casos. La fumigación preventiva en la plaza no sirve, la fumigación sirve en la etapa tres para el enfermo. Bloqueamos alrededor de cada febril que encontramos”, agregó el ministro.
En esa línea, la Ciudad realizó más de 65.000 testeos a personas que presentaron síntomas a principios de año.
Quirós remarcó la relevancia de la colaboración entre el sector público y el privado: “Estamos trabajando en la cooperación con el sistema privado para que comunique más frecuentemente ante la sospecha para hacer un bloqueo del caso. Lo que en realidad debería notificar el médico lo termina notificando el laboratorio. Y cuando lo notifica es tarde, porque el caso ya no es virémico”.
Por su parte, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, dijo que esta campaña intentará ser la más ambiciosa en términos de impacto en la población, que ya se refuerza en el trabajo pedagógico con intervenciones en escuelas.
“Parecería que las soluciones tienen que ser generales y absolutas. Eso quedó en la memoria colectiva por los casos como el Covid. No es el caso de esta enfermedad. Ahora quedan temores y angustias, por eso te dicen ‘fumigá, vacuná’, y no están dispuestos a escuchar el sustento técnico. Entonces, luchás contra algo que es irracional. Como todo problema complejo va a requerir una acción sistémica, no vamos a encontrar solución con una cosa sola”, expresó.
La cuarta etapa, que se extiende de febrero a junio, es la de mayor circulación del virus. Desde Salud especificaron que para intensificar las medidas de control y la red de atención del sistema de salud público, a las 18 unidades febriles se suman 4 nuevos hospitales de día que podrán atender más de 3.000 consultas diarias en el verano. Asimismo, se buscará el fortalecimiento de los puntos de hidratación en los CeSACs.
“Acá sí hay cierta justificación para algunas fumigaciones más masivas. Pero siempre la fumigación es terapéutica, nunca es preventiva. Preventivamente matar mosquitos que no tienen la enfermedad no sirve de nada. Porque hay que ir a buscar al mosquito que está enfermo”, destacó Quirós. Actualmente se realizan charlas preventivas en todas las Comunas.
“Pensar hoy una ciudad que se saque el mosquito de encima y no lo tenga más es imposible. Lo que tenemos que pensar es que el índice de efectividad hogareño tiene que estar en raya todos los veranos. No hay ninguna posibilidad de anticipar o predecir cómo va a ser cada año. Pero lo que es importante es que cada año la sociedad y el Estado encuentren el mejor punto de cooperación”, concluyó Quirós.
Fuente Clarin