La cerveza artesanal argentina inspirada en un pirata se exportará a Uruguay

La cerveza artesanal argentina inspirada en un pirata se exportará a Uruguay

La fábrica está ubicada en Escobar y fue una de las primeras no industrializadas en hacer sabores diferentes.

Cuenta la leyenda que en el siglo XIV un pirata de barba espesa y pelirroja, desembarcó en tierras belgas donde se encontró con monjes que le enseñaron el arte de la cerveza. Él, apodado Barbarroja, ansioso por dejar su legado escribe la fórmula de aquella majestuosa bebida desconocida en aquel tiempo y la entierra en una botella, no sin antes firmar el escrito.

Cuatro siglos y medio después, el tesoro llegó a manos de unos aprendices del partido bonaerense de Belén de Escobar, que intrigados por el hallazgo comenzaron a experimentar con la receta. Al líquido resultante, dorado, liviano y espumoso, lo bautizaron como cerveza BarbaRoja, en honor a aquel mensajero en el tiempo.

Esta es la historia que creó la familia Mastroiani y que sostiene al universo de esta cerveza, nacida hace 24 años en la Ciudad de la Flor. Antonio Mastroiani, fundador de la marca, trajo la receta desde República Checa, donde la cerveza artesanal ya marcaba tendencia. En el 2001 abrió las puertas de su propia fábrica, instalando un producto que apenas se asomaba en el mercado local.


La BarbaRoja fue pionera de la cerveza artesanal en el municipio de Escobar.

Analía, su hija, cuenta que junto a su padre pensaron este relato basándose en la parte positiva de los piratas: “Su valentía para recorrer nuevos territorios, compartir su conocimiento y la búsqueda del éxito”.

La fábrica donde se produce la cerveza está situada dentro del complejo turístico cervecero BarbaRoja, sobre la ruta 25, a metros del bioparque Temaikén. El predio se completa con un gran parque de atracciones, restaurante, local de regalos y cabañas para pasar la noche.

Hoy son 20 los estilos que produce la fábrica escobarense, y su cerveza llega a todo el país. Recientemente se concretó su primera exportación a Uruguay, donde ahora estará disponible en la cadena de supermercados Iberanpark, en Montevideo y Punta del Este.

Para Analía, que se desempeña como directora de Marketing de la marca, este logro representa un hito para la empresa que fundó su padre, Antonio, quien falleció en 2021: “Es un orgullo poder expandir nuestro horizonte hacia el país vecino”.

Los estilos que se exportaron son 10, los clásicos.
Los estilos que se exportaron son 10, los clásicos.

Además de los estilos clásicos de cerveza artesanal, como Lager, IPA, Honey y Stout, BarbaRoja experimenta mezclando el sabor de la malta y lúpulo con frutas, expandiendo el abanico de opciones para el paladar de la gente. Crearon cuatro variantes que mantienen la identidad de la cerveza clásica pero con un agregado que corta su amargor: limón, frambuesa, naranja y frutada.

Pero la variedad que distingue por excelencia a BarbaRoja es la Floral, un sabor que hicieron con el objetivo de enlazar la marca escobarense con su ícono como Ciudad nacional de la Flor. Para su creación, se consultó a especialistas en flores comestibles, y tras dos años de experimentación y varios intentos fallidos, finalmente se logró la fórmula que hoy se distribuye.

Originalmente, el terreno donde hoy está la fábrica era un vivero. Allí se cultivaban rosas, por lo que esta flor forma parte del cóctel. La flor de Azahar y la de Durazno completan la fórmula. Esta llamativa elaboración resulta de un macerado de flores y de hierbas que la convierten en aromática y le aportan dulzor. Pero sus creadores prefirieron no revelar cuáles son exactamente las especies que la componen y guardar la receta bajo llave.

Antonio, fundador de la marca.

Antonio, fundador de la marca.

Fuente Clarin