- La Policía lanzó una medida para combatir las carreras entre camionetas, cuatriciclos y otros vehículos en los médanos.
- Quieren disuadir a los conductores para que hagan maniobras ilegales y seguirán con estos controles durante todo el verano.
Las fuentes difieren en cómo escribirlo a la hora de mencionarlo. Algunos hablan de «La Olla», otros lo señalan «La Hoya», su correcta denominación. Pero todos saben de qué se trata. Es la playa en las afueras de Pinamar donde, entre sus dunas, se concentran todos los veranos centenares de vehículos areneros para realizar pruebas de velocidad, carreras, acrobacias o fiestas. Camionetas 4X4, UTV, cuatriciclos o motos, conductores sin cascos, menores al volante, piruetas.
También es el punto que suele reunir los accidentes de cada verano por la imprudencia de los pilotos. «Todos los años es lo mismo», señala una fuente judicial.
Esta semana, la Policía de la Comisaría 1ra de Pinamar junto con la fiscalía lanzaron un operativo «a lo Rápido y Furioso» que busca terminar con las carreras clandestinas y derivó en la detención de cinco conductores, descubiertos en flagrancia corriendo picadas.
La Hoya es un espacio donde la Municipalidad de Pinamar no tiene jurisdicción. Pertenece a un grupo de dueños privados y se ubica entre el bosque y el área conocida como La Frontera, un corredor seguro que va desde el mar hasta unos 300 metros alejándose de la costa. Ese punto sí es controlado por la municipalidad.
En La Frontera suelen parar todos los días centenares de camionetas 4X4 que traen familias y grupos de amigos, quienes instalan sus carpas para pasar el día. Luego, suben médano arriba hacia La Hoya.
Como no tiene jurisdicción, históricamente la Municipalidad se instala en el acceso a La Frontera y realiza los correspondientes test de alcoholemia. Las picadas les quedaban lejos.
Pero esta semana lanzaron un operativo inédito. Un grupo de policías encubiertos entraron al lugar simulando ser turistas. Al igual que muchos de quienes estaban ahí, sacaron sus celulares para grabar las carreras. No estaban para ver quien ganaba: querían saber quienes participaban.
«No podés ir con móviles porque sería una confrontación, se fugarían. La más inteligente fue filmar absolutamente todo: los rostros de quienes manejan, las patentes de los rodados, las características de las personas. Luego se los esperaba a la salida de La Frontera y a medida que salían los identificados los detenían y secuestraban», explicó a Clarín una fuente judicial, que destacó el trabajo policial. «Laburaron impecable», resume.Agentes en el operativo en Pinamar para cortar con las picadas en los médanos.
Los videos hablan por sí solos. Muestran las riesgosas maniobras en una zona donde, si bien suelen frecuentar vehículos areneros, están prohibidas las carreras. Se ven desde camionetas Volkswagen Amarok hasta motos y cuatriciclos. Gente sin casco. Menores. Con las imágenes dieron alerta al punto de acceso, que fue recibiendo a los participantes.
El operativo se extendió durante toda la tarde y fue monitoreado por la fiscalía N°5 de Pinamar. Los acusan de violar el el artículo 193 bis del Código Penal, que penaliza las competencias ilegales de vehículos en la vía pública o zonas no habilitadas.
El operativo nace después del escandaloso aterrizaje de un helicóptero en medio de cientos de vehículos, protagonizado por el cantante de música urbana Perro Primo. Desde la secretaría de Turismo de Pinamar reclamaron la intervención policial y judicial «de oficio». Es por ese motivo que pudieron realizar los secuestros a pesar de encontrarse en un lugar privado.
En total los detenidos este viernes fueron cinco. Facundo Cogliotore (28), Lucas di Fresco (28), Francisco Blanco (20), César Bermúdez (27) y Pedro Emiliano Daniel (48). Los detenidos fueron llevados a la comisaría 1ª de Pinamar y este sábado declararon ante el fiscal de la Costa Atlántica, Walter Mercuri. De los cuatro sólo uno quedó en libertad, un precedente inédito ya que nunca nadie había sido detenido por picadas en La Frontera.
A los aprehendidos además les secuestraron dos camionetas Volkswagen Amarok, una Ford 150 Raptor, una Toyota Corolla y un cuatriciclo Yamaha YFZR 450.La inspección a un arenero Canam Maverick X3 Rs Max, valuado en 67 mil dólares.
Este último punto es clave, ya que desde la fiscalía presionan para poder aplicar el artículo 23 del Código Penal, que permite el decomiso de aquellos elementos utilizado para cometer un delito y ponerlos a disposición del Estado nacional, de las provincias o de los municipios. Es decir, los corredores podrían perder los vehículos.
«Hay que secuestrar y decomisar esos vehículos y dárselos en custodia judicial a entes que no tienen cómo moverse, por ejemplo el Destacamento de la Mujer o el área de Género, el que prefiera. Y hay muchos. Lo primero ya se hizo, ahora tiene que actuar la Justicia«, reclamó Lucas Ventoso, abogado a cargo de Turismo de Pinamar y ex secretario de Seguridad de la comuna.
Es que un antecedente le hace prever lo que podría ocurrir de aquí en adelante. «Ya pasó: el juez de Garantías no concede el decomiso y esos vehículos quedan en un predio judicial pudriéndose al sol. Ocurrió con una Amarok con la que habían atropellado a una chiquita en la playa. Fue secuestrada y luego Garantías rechazó el decomiso. Decomisándolas podría terminarse con el descontrol en La Frontera«, apuntó.
Si bien las picadas ilegales tienen una pena que va de 6 meses a 3 años de prisión, desde la fiscalía apuntan a disuadir a los corredores de realizarlas por el riesgo a perder vehículos de alta gama o de un altísimo valor en dólares.
Esta semana, en Villa Gesell, un motociclista murió al chocar de frente con un cuatriciclo. La víctima, identificada como Gabriel Cozzolino, llevaba casco pero no lo tenía colocado correctamente. Impactó de lleno con el cuatriciclo. Por eso adelantan que seguirán realizando operativos de infiltrados durante todo el verano para poder terminar con las riesgosas picadas.
El 11 de enero último, en la zona conocida como La Frontera, en Pinamar, una joven de 19 años, a bordo de un cuatriciclo, atropelló a un nene de 8. En lugar de bajarse a ayudar al niño huyó del lugar, aunque a las pocas horas fue identificada, reconoció el hecho y se puso a disposición de la fiscalía.
En Costa del Este, por su parte, un turista perdió la vida tras volcar en los médanos mientras manejaba un UTV. El hombre, identificado como Sergio Gustavo Guibar, realizaba una mala maniobra en un área prohibida para ese tipo de vehículos. A pesar de ser rescatado lúcido, sufrió un paro cardíaco y falleció en el hospital.
Colaboró: Guillermo Villarreal
Fuente Clarin