Indec: por una fuerte suba en los alimentos, la inflación de marzo fue 3,7% y sumó 8,6% en el año

Indec: por una fuerte suba en los alimentos, la inflación de marzo fue 3,7% y sumó 8,6% en el año

El aumento de precios fue mayor a la esperado por el mercado; significativo impacto de los estacionales, como la educación y, carnes y verduras

El proceso de desinflación, clave para el Gobierno en un año de elecciones, quedó temporalmente en pausa. En un marco de volatilidad de los mercados –y de los dólares “libres”- por el tramo final del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con una importante suba en los valores de los alimentos, los precios se aceleraron sorpresivamente en marzo y el IPC tuvo un aumento del 3,7%.

En el año, el índice de precios del Indec acumuló 8,6%, mientras que en los últimos doce meses llegó a 55,9%. El IPC núcleo, que no tiene en cuenta valores estacionales ni regulados, mostró un avance de 3,2% (había sido 2,9% el mes anterior). Los estacionales jugaron un rol clave en el calentamiento de los precios, con un incremento de 8,4% en el mes. “Si se hubiera sacado Educación, el IPC Core [núcleo] hubiese dado 2,6% y el Nivel general, un 3,3%”, señaló un economista.

La división de mayor aumento en el mes fue Educación (21,6%), con subas en todos los niveles educativos por el inicio del ciclo lectivo. Le siguió Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,9%), principalmente por incrementos en Verduras, tubérculos y legumbres y Carnes y derivados, según informó el Indec. En febrero, ese capítulo había marcado 3,2%, también por encima del nivel general por el alza de la carne.

“La división que registró la mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%), por los aumentos en Carnes y derivados y Verduras, tubérculos y legumbres”, indicaron los técnicos del organismo estadístico.

En enero, el incremento de los precios había sido de 2,2% luego de un diciembre en alza (2,7%) y en febrero, con una leve aceleración, de 2,4%. Para encontrar una variación similar a la de hoy hay que remontarse al 4,2% de agosto del año pasado.

“Con esta variación, la inflación en el tercer mes de 2025 fue la menor para un marzo desde 2020″, dijeron en el Ministerio de Economía una vez difundido el dato oficial. “La variación interanual del IPC Nacional fue de 55,9%, siendo el onceavo mes consecutivo de desaceleración en la comparación contra igual mes del año anterior. A su vez, la inflación interanual fue la menor desde marzo de 2022″, dijeron.

El avance en los números oficiales del Indec se da en un mes, como es marzo, caracterizado por ser –cuando no existen cisnes negros- la temporada con los mayores aumentos del año gracias a los valores estacionales que suelen afectar las mediciones. Principalmente, se esperaban aumentos en el rubro de Educación, pero también en Alimentos, ya que las fuertes lluvias habían afectado –según los analistas- los precios de las frutas y verduras. La carne, como en febrero, también había subido fuerte. El impacto en los servicios incluía las alzas en el transporte.

El registro del organismo que conduce Marco Lavagna se movió bastante por encima de lo que estimaban los especialistas privados. El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) esperaba un alza de 2,6%. Incluso, luego de que el dato de la Ciudad de Buenos Aires mostrara un 3,2% para el mes, muchos aventuraron una variación cercana a 2,8%. Finalmente, fue superior al 3%, lo que crea alguna zozobra.

El REM del Banco Central (BCRA) ya había recalculado la inflación estimada para todo el año: era de entre el 22% y el 20% en la anteúltima encuesta y pasó a entre 26,4% y 27,5%, según la sensación térmica medida entre los días 27 y 31 de marzo.

Luego de este revés, probablemente el mercado vuelva a recalcular hacia arriba la inflación prevista para 2025, que en el proyecto de presupuesto que nunca fue aprobado en el Congreso era de 18%. Para los expertos consultados en la encuesta del BCRA, sin embargo, se estimaba que, pese al pico de marzo, la inflación continuara su camino descendente. Incluso, antes del dato conocido hoy, iba a romper el techo del 2% desde mitad de año en la previa de las elecciones.

La inflación de 2024, el primer año de gestión de Milei, cerró en 117,8%. Fue, pese al ajuste del dólar a fines de 2023, la eliminación de los controles de precios y los ajustes de precios relativos –como las tarifas de servicios- un número muy inferior al que habían dejado Alberto Fernández y Cristina Kirchner. La pareja al frente del cuarto kirchnerismo había cerrado su último año de gestión (2023) con precios anuales que se habían triplicado (211,4%) y un récord: el IPC más alto en las últimas tres décadas. En toda la gestión habían acumulado un 1000% de aumento.

El proceso de desaceleración de la inflación, principal bandera que lleva Javier Milei a los comicios de medio término, se verá afectada además por la credibilidad que logre imponer el nuevo esquema cambiario que decidan aplicar finalmente el Ministerio de Economía y el BCRA en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Tanto el Presidente como el ministro de Economía, Luis Caputo, habían descartado una devaluación brusca y una salida del cepo tras el acuerdo. Un movimiento del tipo de cambio tendría un impacto directo en la formación de los precios, pese a que el consumo masivo reacciona lentamente. Lo mismo una mayor volatilidad del dólar.

“Tampoco significa que no vaya a haber volatilidad. La vida no funciona de esa manera; no es un movimiento rectilíneo uniforme, siempre hay altos y bajos, momentos de tensión y momentos de tranquilidad. Así ha ocurrido con el proceso de desinflación y así ocurrirá con el proceso de crecimiento. Pero lo que importa no es una foto, sino la tendencia. Y de la misma forma que la inflación tenderá a cero, el PBI per cápita tenderá a crecer de modo sostenido en el tiempo”, había afirmado el presidente Milei en la apertura de sesiones del Congreso el 1° de marzo.

El Indec trabaja en un nuevo IPC, que ya estaría listo, con base a una nueva Encuesta de Gasto (EnGHo) ya publicada hace tiempo. Si bien las autoridades del organismo habían señalado el año pasado que se esperaba el recambio para noviembre de 2024 o, según algunas fuentes con conocimiento del tema, a comienzos de este año, ese proceso -que contó con asesoramiento del FMI- se frenó sin explicaciones oficiales.

Luis Caputo y Javier Milei
Luis Caputo y Javier Milei

La opinión de los expertos

“Obviamente, es un dato preocupante porque las expectativas eran que esté en torno a 3% y dio casi 4%, de hecho 3,9% en el Gran Buenos Aires”, dijo el economista de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina. “Y hubo una región que fue el noreste en que superó el 4% de la inflación. Para colmo, con una aceleración también de la inflación núcleo a 3,2%. Es un revés importante porque se fue del orden de la inflación que venía en los últimos meses, entre 2% y 3%”, afirmó el especialista.

“Además llega acuerdo con el Fondo Monetario que puede cambiar la regla cambiaria, y hacer que este proceso que estamos viendo de que se acelere la inflación se sostenga en el tiempo, o no, veremos, es una incógnita todavía”, agregó. “Lo positivo aquí es que, una vez que pase marzo, esto tiene un comportamiento estacional, es decir, todos los primeros de año de inicio lectivo se aceleran los precios”, cerró.

“El dato que sorprendió muchísimo, mucho más alto de lo que se esperaba”, dijo Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos. “Diría que las mayores diferencias están en la parte de Educación, el aumento que hubo es brutal. Igualmente la inflación núcleo también fue alta y obviamente que ahí te pesa todo el tema de aumento de alimentos”, cerró el especialista de C&T.

“Las expectativas parecen haberse desanclado en marzo ante las tensiones crecientes en el mercado de cambios y la espera de las condicionalidades que imponga el FMI en el nuevo acuerdo, fundamentalmente las asociadas a un nuevo esquema cambiario. Pero hay que decir que dado que el grueso de la aceleración de marzo parece estar concentrada en estacionales puede esperarse cierta moderación en abril a partir de la reversión de este efecto”, dijo Melisa Sala, de LCG.

“La percepción del dólar atrasado parece haber vuelto ineficaz el ancla cambiaria y ejerce presión sobre precios. Aun así, corregido el desequilibrio de precios relativos, seguimos sosteniendo que profundizar el sendero de desinflación exigiría un trabajo más fino de coordinación de expectativas que cuando la inflación estaba en tres dígitos. La recuperación de la actividad y la puja distributiva serán los obstáculos a saltar para medir el éxito del programa”, completó la economista de LCG.

Muy malo el número, realmente muy malo, más allá de que hay un impacto muy fuerte en la Educación, que es típicamente marzo”, afirmó Ricardo Delgado, director de Analytica. “Me preocupa mucho la aceleración de alimentos”, dijo y comentó que la medición propia de alimentos se aceleró también en abril. “Esto es piso, la tasa de inflación de abril va a tener como piso la del marzo porque tenés toda la incertidumbre cambiaria de estas últimas semanas. Entramos en una nueva nominalidad de la economía, que esperemos el acuerdo y un buen manejo de la nueva política cambiaria logren ordenar”, completó Delgado consultado por LA NACION.

Por Francisco Jueguen

Fuente Lanacion