La salud del sistema cardiovascular está directamente relacionada con la capacidad de las arterias y venas para mantenerse libres de obstrucciones. Estas estructuras vitales transportan la sangre, rica en oxígeno y nutrientes, a cada rincón del cuerpo. Sin embargo, factores como el colesterol elevado, la acumulación de grasas y la inflamación pueden conducir a la formación de placas que bloquean el flujo sanguíneo, aumentando significativamente el riesgo de eventos graves como infartos o accidentes cerebrovasculares.
Entre las ayudas naturales para prevenir estos problemas, dos frutas se destacan por su capacidad para proteger y limpiar el sistema circulatorio: las frutillas y los arándanos.
Por qué las frutillas y los arándanos ayudan a limpiar arterias y venas
Las frutillas y los arándanos son particularmente efectivos en la prevención de la acumulación de placas en las arterias debido a sus altos niveles de antioxidantes, que neutralizan los radicales libres responsables del daño celular y la inflamación.
Estas dos frutas son claves para la salud cardiovascular y el bienestar general (Composición Infobae)
Este efecto antioxidante es esencial para evitar el deterioro de las paredes arteriales, que suele ser un paso previo en la formación de depósitos de grasa. En el caso de las frutillas, su contenido de vitamina C, combinado con otros compuestos fenólicos, contribuye a mantener las arterias elásticas y funcionales.
Esto es importante porque las arterias sanas pueden contraerse y expandirse de manera eficiente, permitiendo que la sangre fluya sin restricciones.
Por otro lado, los arándanos aportan un nivel elevado de antocianinas, pigmentos antioxidantes responsables de su característico color azul oscuro, que tienen un efecto antiinflamatorio directo sobre las arterias.
Estas sustancias reducen la inflamación, mejoran la función del endotelio, la capa interna de los vasos sanguíneos que regula el flujo sanguíneo y la presión arterial.
Los beneficios de las frutillas para la salud
Con un alto contenido de vitamina C, las frutillas mejoran la elasticidad de las arterias y protegen contra el daño oxidativo (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las frutillas son mucho más que una fruta sabrosa. Su composición nutricional las convierte en un alimento funcional con propiedades que van más allá de la salud cardiovascular.
Con un bajo contenido calórico y una gran cantidad de agua, las frutillas son ideales para quienes buscan mantener un peso saludable. Según Un estudio de Journal of Nutrition Además, son una fuente rica en fibra dietética, que favorece la digestión y contribuye a la regulación de los niveles de colesterol en sangre.
Según American Cancer Society, uno de los aspectos más destacados de las frutillas es su capacidad para proteger contra enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Su bajo índice glucémico las hace aptas para personas con problemas de azúcar en sangre, mientras que sus antioxidantes y compuestos fenólicos han demostrado ser efectivos en la prevención del cáncer de colon, mama y esófago.
Los compuestos fenólicos de las frutillas ayudan a reducir el colesterol LDL y a prevenir la inflamación crónica (Imagen Ilustrativa Infobae)
Otro beneficio clave de las frutillas es su impacto positivo en la piel y el sistema inmunológico. La vitamina C es esencial para la síntesis de colágeno, una proteína que mantiene la piel firme y elástica, y también refuerza las defensas del cuerpo contra infecciones.
Además, las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de las frutillas ayudan a combatir el envejecimiento prematuro de la piel, así como a reducir las manchas y la inflamación.
Los beneficios de los arándanos para la salud
Los arándanos, ricos en antocianinas, reducen la inflamación arterial y mejoran la función de los vasos sanguíneos (Difusión)
Los arándanos, por su parte, han ganado reconocimiento mundial como un “superalimento” debido a su densidad nutricional y su amplia gama de beneficios para la salud. Su capacidad para proteger el sistema cardiovascular está bien documentada, pero sus efectos van mucho más allá.
Estas pequeñas frutas contienen vitaminas esenciales como la C y la K, así como minerales como el potasio y el magnesio, que son fundamentales para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso y muscular.
Además de sus beneficios cardiovasculares, los arándanos son un aliado poderoso en la prevención del deterioro cognitivo asociado con la edad. El consumo regular de arándanos puede retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, gracias a su capacidad para proteger las células del cerebro del daño oxidativo.
Al prevenir la oxidación del colesterol LDL, los arándanos minimizan el riesgo de acumulación de placas en las arterias (Imagen ilustrativa Infobae)
Este efecto protector se atribuye principalmente a los flavonoides presentes en la fruta, que mejoran la comunicación entre las neuronas y promueven la neurogénesis, el proceso de formación de nuevas células cerebrales.
Otro aspecto notable es el impacto de los arándanos en la regulación del azúcar en sangre. A pesar de su sabor dulce, tienen un bajo índice glucémico y un alto contenido de fibra, lo que ayuda a estabilizar los niveles de glucosa y a mejorar la sensibilidad a la insulina. Este beneficio los convierte en una opción ideal para personas con diabetes o en riesgo de desarrollarla.
Consejos para evitar la obstrucción de las arterias
Prevenir la obstrucción de las arterias es un objetivo fundamental para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares graves. Desempeñan un papel crucial en esta tarea debido a su composición rica en antioxidantes y otros compuestos beneficiosos.
Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, el consumo habitual de jugo de arándanos reduce significativamente la incidencia de infecciones del tracto urinario (Imagen Ilustrativa Infobae)
Incluir estas frutas en la dieta diaria ayuda a mantener las arterias limpias y saludables. Las frutillas, con su alto contenido de vitamina C, mejoran la elasticidad arterial, permitiendo un flujo sanguíneo más eficiente y reduciendo el riesgo de acumulación de grasas. Además, sus compuestos fenólicos disminuyen los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, que es un factor determinante en la formación de placas que obstruyen las arterias.
Vista translúcida de rayos x de corazón anatómico y sus venas y arterias. Salud, medicina, cardiología (Imagen ilustrativa Infobae)
Una dieta equilibrada que incluya grasas saludables, como las que se encuentran en los frutos, puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol bueno (HDL) y proteger las arterias. Por el contrario, se deben evitar las grasas trans y saturadas presentes en alimentos procesados y carnes grasas, ya que estas favorecen la formación de placas.
Aumentar la ingesta de fibra a través de vegetales es otro consejo clave. La fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre y promueve un sistema digestivo saludable, lo que contribuye indirectamente a una mejor salud cardiovascular. La actividad física regular, como caminar, nadar o realizar ejercicios aeróbicos durante al menos 30 minutos al día, también juega un papel fundamental, ya que mejora la circulación y ayuda a mantener un peso saludable.
Fuente: infobae.com