El ex presidente boliviano aseguró que es víctima de una “brutal guerra jurídica» y afirmó que no hay pruebas en su contra. Está acusado por el presunto abuso a una menor cuando ejercía el poder.
Luego de que la fiscalía emitiera una orden de detención en su contra, el ex presidente boliviano Evo Morales, acusado por el presunto abuso de una menor, aseguró que no se entregará a la Justicia. El ex mandatario responsabilizó al Gobierno de Luis Arce de orquestar una causa en su contra y afirmó ser víctima de “brutal guerra jurídica»
El ex mandatario se encuentra a resguardo de sus partidarios en el Trópico de Cochabamba, bastión político del dirigente cocalero. Según informó la agencia AFP, el ex presidente imputado por el delito de «trata de personas agravado» y no se entregará a la Justicia.
«Denuncio al mundo que soy víctima de una brutal Guerra Jurídica (lawfare) ejecutada por el Gobierno de Luis Arce que se comprometió a entregarme como trofeo de guerra a EEUU«, escribió Morales en su cuenta de X.
En las últimas horas, el Ministerio Público solicitó «la medida excepcional de prisión preventiva por seis meses en una cárcel pública».
Desde el comienzo, Morales rechazó las acusaciones y se refirió a la causa como una «mentira más» del gobierno de Arce para destruirlo políticamente. Pese a que la Justicia lo inhabilitó para ser nuevamente candidato presidencial, el exmandatario insiste en su intención de competir en las elecciones de 2025.
En un posteo publicado en redes sociales, Morales aseguró que no hay pruebas en su contra. “Se inventan delitos en mi contra; no respetan los principios constitucionales de presunción de inocencia y debido proceso; me condenan y fusilan jurídica, política y mediáticamente” denunció.
Además, afirmó que “el Gobierno tiene un ejército de fiscales, jueces, policías y militares” que trabajan para perjudicarlo. Y consideró que esas personas no solo buscan eliminarlo política y moralmente, sino también físicamente. “Por eso intentaron envenenarme y matarme”, remató.
La denuncia contra el expresidente boliviano Evo Morales
La hipótesis de la fiscalía es que Morales, que gobernó el país entre 2006 y 2019, habría cometido el delito de «trata» de una menor, a raíz de un presunto arreglo con los padres de una adolescente de 15 años, indica la agencia AFP.
El abuso habría ocurrido en 2015, cuando el líder cocalero era el presidente de Bolivia. Según el expediente, Morales habría tenido una hija con la supuesta víctima en 2016. En un comienzo, la causa incluía el delito de «estupro», que implica acceso carnal con una menor de entre 14 y 18 años, pero la fiscalía no volvió a pronunciarse sobre ese ilícito.
De acuerdo con la investigación, los padres de la menor la habrían inscrito en la «guardia juvenil» de Morales «con la única finalidad de escalar políticamente y obtener beneficios (…) a cambio de su hija menor».
En declaraciones a AFP, el abogado de Morales, Nelson Cox, advirtió que existe riesgo de un conflicto si la policía quiere hacer efectiva la orden de captura contra Morales. «Claro que va a haber riesgo. Si ellos quieren atentar contra la vida del expresidente, la población (…), el Trópico de Cochabamba, no va a permitir que se atente«, dijo Cox.
Además, señaló que su defendido «sigue en Cochabamba, sigue en Bolivia, sigue públicamente» y que incluso asistiría este miércoles a una celebración partidaria por el aniversario de su primera victoria electoral.
«No tiene por qué entregarse», aseguró el defensor y afirmó que Morales no ha sido notificado de la imputación por «trata de personas» y que han presentado recursos legales para anular «vulneraciones al procedimiento».
Fuente Perfil