El Gobierno heredó un peso del gasto equivalente a 44% del PBI pero lo llevaría hacia fin de año a 32%, con un fuerte ajuste también en las provincias. El objetivo es llegar al 25% establecido en el Pacto de Mayo
Si mantiene el ritmo de ajuste que viene llevando desde que asumió, el Gobierno no sólo cerrará el año con superávit financiero por primera vez desde los “superávits gemelos” que se perdieron en 2007 sino que habrá alcanzado un objetivo inédito de las últimas décadas: en un sólo año, el gasto público consolidado, no sólo de la Nación sino también de las provincias y en menor medida de los municipios, habrá bajado más de 10 puntos porcentuales respecto del PBI.
Todavía queda lejos del 25% del PBI que se fijó como objetivo en el Pacto de Mayo pero, de mantenerse en el rumbo, más de la mitad del camino se recorrió apenas en el primer ejercicio de su mandato cuando, del 44% del PBI que representó el gasto público el año pasado se pasará a 32% del producto. Es lo que proyectaron los economistas del IERAL, Marcelo Capello y Nicolás Cámpoli, responsables del área fiscal del instituto, quienes analizaron la evolución de las cuentas públicas y el impacto de la reducción del impuesto PAIS en su resultado, además de poner el foco en la variable clave del ajuste: la reducción del gasto público.
“Si en el resto de 2024 se observa la misma estacionalidad en el gasto que en años anteriores, contando con las ejecuciones de enero-julio de 2024 en el SPN (sector público no financiero), y del primer trimestre del año en el caso de los gobiernos provinciales, con el ajuste fiscal que se observa en ambos niveles de gobierno, el año actual podría terminar con un gasto consolidado en torno a 32% del PIB, similar a lo que se observaba entre 1996 y 1998, en plena década del noventa con el Plan de Convertibilidad”, destacaron los analistas. Para encontrar una performance similar en la década siguiente, en tanto, hace falta remontarse a 2007, año en el que definitivamente el gasto público tomó impulso para alcanzar, en los períodos siguientes el 40% y sostenerse en ese nivel y por encima hasta este año.
“Así, en un año se habrá bajado un 70% del aumento del gasto observado entre 2004 y 2023. El peso del gasto público consolidado pasó de 27% del PIB en 2004 a 47% en 2016. Subió 20 puntos del PBI en 12 años. Entre 2016 y 2022 bajó 5 puntos desde ese récord Si el resto de 2024 las erogaciones se ejecutan como en los primeros meses del año, el gasto consolidado podría bajar a 32% del PIB, debajo del promedio desde 1996 y 2024, cuyo nivel del gasto representaría 37,5% del PIB”.
Es decir que el ajuste de Milei ubicaría el nivel de gasto público más de 5 puntos por debajo del promedio de casi los últimos 30 años. Sin embargo, advierten los autores del informe, especialmente en el caso de provincias y municipios, lo más probable es que a medida que avanza 2024 disminuya el ritmo del ajuste del gasto, respecto a lo observado en el primer trimestre, especialmente en materia de licuación salarial. De hecho, los municipios son los que menos han aportado a la reducción del gasto público consolidado ya que en 2023 equivalía a 3,4% del PBI mientras que este año es apenas 4 décimas menos. En cambio, las provincias en conjunto han aplicado una reducción drástica al pasar de 16% al 11,7% mientras que el mayor esfuerzo, por lejos, se hizo desde la Nación, que recortó gastos por más de 7 puntos del PBI al pasar de 24,3% a 17,1% del producto.
“La meta de alcanzar un gasto equivalente a 25% del PIB que se incluyó en el Pacto de Mayo implicaría, a su vez, implicaría volver al nivel de erogaciones que se observaba en Nación y provincias en 2004, año con el menor peso del gasto público ejecutado en las últimas décadas”, apuntaron Capello y Cámpoli.
Fuente Infobae