El plan de Milei para ganar poder en la Provincia en plena escalada de tensión con Kicillof

El plan de Milei para ganar poder en la Provincia en plena escalada de tensión con Kicillof

El crimen de Kim, que conmociona al país, deja en evidencia un sistema judicial y político en crisis. La estrategia para avanzar con la ampliación del máximo tribunal de Justicia de la Nación.

Silvina tenía 15 años cuando en 2003 cayó presa por cuarta vez, acusada de liderar la banda de secuestradores “Los enanos”, por su corta vida, en el conurbano. Estaba embarazada y esa vez también se iba a fugar. Su historia la retrató magistralmente Josefina Licitra en la crónica “Pollita en Fuga”, que recibió el premio a mejor texto de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano por Gabriel García Márquez. Nada de realismo mágico, en la provincia de Buenos Aires todo es realismo trágico.

La crónica acelera sobre el raid de vida de Silvina. Un cúmulo de tragedias familiares, cuatro entradas a las patadas en institutos de menores y cuatro salidas a los tumbos. Siempre peor. Decía que encerrada la golpeaban. Tenía un abogado, que parecía ayudarla.

Kim Gómez tenía 7 años y murió en medio de un violento robo en La Plata. (Fotos: Policía Bonaerense / TN)
Kim Gómez tenía 7 años y murió en medio de un violento robo en La Plata. (Fotos: Policía Bonaerense / TN)

“Gustavo Semorile le ruega, la abraza, la besa y muestra un trazo paternal que parece sincero. Debe quererla. Debe quererla porque la ve sola. Es curiosa la respuesta de Silvina: se relaja en él. Se afloja entre los pliegues del gabán. Desde esa patria amable que es el pecho de su abogado, me mira torcido. Desconfía”, describe Licitra.

Estalló la burbuja. No se supo más de Silvina -hoy tendría 37 años-. Pero, hace dos semanas, el 15 de febrero, Gustavo Semorile, su abogado, fue detenido acusado de integrar una banda de policías, abogados y funcionarios judiciales que robaba cocaína secuestrada a narcotraficantes para luego venderla. Estuvo prófugo más de tres años. Como jefe de la banda está imputado el exfiscal de San Isidro Claudio Scapolan, destituido en 2023. Scapolan reapareció en octubre último sentado al lado de L-Gante en el juicio que condenó al cantante por amenazas. Dijo ser asesor del abogado del novio de Wanda Nara.

Para romper el círculo, primero hay que cerrarlo. La historia lo dice casi todo. Connivencia política, policial y judicial. El crimen de Kim Gómez, la nena de 7 años que murió cuando dos ladrones, de 14 y 17 años, la tiraron por la ventanilla, desentraña ese entramado de horror. Hace 30 años Altos de San Lorenzo era un barrio tranquilo. La vocera del gobernador Axel Kicillof nació y vive a pocas cuadras de donde mataron a Kim.

Ahora, a la fiscal Sabrina Cladera que había liberado al menor de 17 años en otro robo, nadie la reconoce como propia. Su pliego fue aprobado por el Senado en 2018 y era promovida como camarista. Algunos linkean su apellido a un dirigente radical de Olavarría, pero hasta el jefe de los fiscales dice que no sabe nada.

Punteros por transas

Donde antes había un puntero político, hoy hay un transa. No es solo en Altos de San Lorenzo. Villa Elvira, Los Hornos, San Carlos, Romero, Arturo Seguí y los barrios de Tolosa aledaños a la Autopista Buenos Aires-La Plata (El Mercadito) juegan sin querer a la ruleta rusa. Pero no hay una sola bala, casi todo el tambor está cargado.

“¿Punteros? Ya no hay referencias territoriales fuertes o personales. Es más, desde hace años muchos barrios están controlados en su economía cotidiana por los dealers y transas. La venta de droga genera la economía informal rápida y fácil. La policía y la justicia también son parte del problema. El fuero penal juvenil existe y los fiscales pueden impedir la libertad sistemática de menores. La verdad es que el sistema educativo desde hace décadas quebró el ámbito de contención y oportunidades. La droga va penetrando y se va naturalizando con la connivencia y complicidad de muchos”, señala a TN un dirigente que conoce las entrañas del fenómeno de conurbanización en la capital bonaerense.

“El padrón de extranjeros se incrementó notablemente, pero también es la fuerza de trabajo formal e informal de actividades que fueron migrando en su mano de obra. En el sector hortícola a inmigrantes de Bolivia y en la construcción, de Paraguay. Solo la ola japonesa y venezolana llegó con alta calificación o instrucción en otros rubros y servicios”, describe.

Una experiencia inmersiva de terror

La inseguridad es la serpiente en el Edén y el Ministerio de Seguridad bonaerense, la manzana que nadie quiere probar. “No tengo a nadie que quiera agarrar”, se desanimaba y desesperaba el entonces gobernador Daniel Scioli cuando decidió desplazar a Carlos Stornelli, en 2010. Tuvo que fusionar Justicia y Seguridad para que el ministro Ricardo Casal absorbiera la papa caliente. Scioli impulsaba la baja de la edad de imputabilidad y la reinstalación de las contravenciones que permitía sacar a los chicos de la calle. El proyecto fue apedreado por los K.

El cuadro de situación ya era una experiencia inmersiva de terror. El plantel de policías venía en picada porque los aspirantes no superaban las pruebas básicas de admisión -no tenían el secundario terminado- y la salida fue bajar las exigencias. Proliferaron los policías malformados y mal pagos. De La Maldita Policía de los 90, a La Blandita Policía a tiro del narcotráfico. Para Berni, Javier Alonso, su hasta hace poco segundo, “es el ministro de la Policía, no de la Seguridad”, dijo en TN.

“La policía perdió autoridad en la calle. Hace unos días, robaron las ruedas de los autos estacionados frente a un boliche en La Plata”, admite un funcionario bonaerense. La Libertad Avanza salió a pedir la aprobación de la ley que baja la edad de imputabilidad. “Se trabó por un tema de fondos”, admite en la intimidad la ministra Patricia Bullrich. “Pero es fácil, federal es federal y provincial es provincial”, dice.

Kicillof lloró sobre la motosierra de Milei -reclamó los fondos que cortó la Casa Rosada-, pero no derramó ni una vez el nombre de la nena asesinada. Kim. El Presidente sorprendió con un tuit en el amanecer del viernes, justo cuando el New York Times publicaba una investigación sobre el escándalo cripto. La continencia tuitera duró poco. “Sale así y te obliga a reposicionarte rápido”, admiten entre los libertarios. En un hilo feroz le pidió al Gobernador que renuncie y prometió que un año terminaría con la inseguridad. Casi como con la inflación.

Javier Milei lo hizo: logró que hasta Máximo Kirchner saliera con un comunicado del PJ bonaerense en defensa de Kicillof. El Presidente le regaló una foto política inédita al Gobernador, rodeado de dirigentes en La Plata, la ciudad donde asesinaron a Kim. La discusión de fondo, más o menos Estado, quizá sea estéril si no es sobre la calidad.

La jugada secreta por la Corte nacional y la bonaerense

El desenlace de la Corte parece un capítulo aparte, pero no. Es central. La jugada de Milei -anticipada en marzo en exclusiva por TN– es audaz. Abre una negociación durante un año -hasta que venza la designación de Ariel Lijo y Manuel García – Mansilla-, con una zanahoria para Cristina Kirchner: la ampliación de la Corte. Justo cuando llega al máximo tribunal, “Vialidad”, una causa más contra la expresidenta. La expresidenta tiene mayoría para voltear las designaciones en el recinto, pero la ampliación de la Corte tira. Milei espera diciembre porque descuenta que tendrá más senadores y más poder para mirar hacia la provincia de Buenos Aires, donde por ahora manda Cristina Kirchner.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con más de 40 intendentes peronistas. (Foto: Gobierno de la provincia de Buenos Aires)
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con más de 40 intendentes peronistas. (Foto: Gobierno de la provincia de Buenos Aires)

Milei tiene otro interés, como adelantó este medio: la Suprema Corte bonaerense, donde de siete integrantes, hay cuatro vacantes. “No podemos gobernar la Provincia si antes no desembarcamos en la Corte”, admite un libertario del conurbano. En un baile de a dos, Cristina Kirchner buscaría pista en la Corte nacional; Milei en la provincial. Qué dirán el Gobernador y Sergio Massa. El ministro de Justicia de Kicillof es el cristinista Martín Mena. Del devenir de la interna peronista y del resultado de las elecciones dependerá que Milei decida cambiar de interlocutor. ¿Kicillof por CFK?

El bonaerense Sebastián Amerio, amigo íntimo de Santiago Caputo, opera como el real ministro de Justicia de la Nación en la negociación por las Cortes nacional y bonaerense. Estuvo hasta detrás de la foto de Mansilla en la jura. El jueves, los secretarios del máximo tribunal esperaban en el Salón de Té, contiguo a la Sala de Acuerdos. Ni bien hubo fumata blanca, todos caminaron 80 metros hasta el Salón Bermejo, donde apareció Amerio, exultante. La historia, como la del comienzo de la nota, continuará.

Fuente TN