La brecha entre el oficial y los paralelos cayó esta semana y se acercó al 20%. Hay varios motivos que explican la dinámica bajista, pero los analistas advierten la existencia de otros factores que pueden complicar la última parte del año.
La calma cambiaria que dominó septiembre se extendió a los primeros días de octubre. El dólar blue cerró en $1195, el menor valor desde mayo, y los tipos de cambio financieros también se movieron en torno a los $1200. La brecha con respecto a la cotización oficial terminó la semana entre el 22% y el 26%, los valores más bajos en cinco meses.
Son varios los factores que contribuyeron a la tranquilidad en el mercado cambiario. Entre ellas, por el lado de la oferta, aparece el buen ritmo de liquidación del agro, que impacta tanto en el segmento financiero (donde venden el 20% de las divisas) como en el oficial.
También, el ingreso de dólares por el blanqueo fue una buena señal que mejoró sensiblemente los depósitos privados en moneda extranjera y, con ellos, las reservas brutas. A la vez, los bancos sumaron liquidez en dólares que podrán destinar a préstamos en moneda extranjera que luego se liquidan en pesos en el mercado oficial y le dan la posibilidad al Banco Central (BCRA) de aumentar sus reservas.
En el segmento financiero también hubo mayor oferta de dólares por parte de quienes necesitaban pesos para pagar el Régimen especial de ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (REIBP) y la moratoria fiscal.
“En las últimas semanas, la presión a baja de los dólares financieros obedece principalmente a la oferta de dólares que está generando el ingreso a la moratoria y al pago del REIBP y al carry habilitado por el Gobierno al sostener el crawl (devaluación) del 2% y tasas de Lecap más altas”, indicaron desde LCG, en referencia a las ganancias en dólares que vienen dando los activos en moneda local en los últimos meses.
¿Hasta cuándo puede durar?
En la entrada al último trimestre del año, la gran duda es si la calma cambiaria se extenderá y hasta cuándo. Más allá de la prórroga de la primera etapa del blanqueo, entre los argumentos que apuntan a que el Gobierno logrará mantener la brecha en la zona del 30% está el poder de intervención que el BCRA acumuló con las compras de los últimos meses.
“Las cifras del balance cambiario de agosto indican que la esterilización vía ventas de dólar financiero fue ampliamente menor a la esperada. Mientras que en agosto fue de US$308 millones, en septiembre habría sido de US$155 millones. Por lo tanto, el BCRA contaba a principios de septiembre con US$1400 millones para intervenir, según el límite previsto en el nuevo marco monetario”, señaló un informe de GMA Capital.
El mercado de dólar futuro puede servir como indicador de las expectativas de los inversores con respecto a un cambio de régimen cambiario. Allí, la tensión está puesta en el fin del primer trimestre, con un salto en las posiciones abiertas a marzo y en el costo de cobertura.
Los desafíos que viene: importaciones y turismo
Un punto de la dinámica cambiaria que sigue preocupando a los analistas tiene que ver con la demanda de dólares para comercio exterior. Dado que se solapan diferentes esquemas de cuotas para el acceso al mercado de cambios, en octubre el BCRA tendrá que pagar 1,5 veces la cantidad de importaciones.
“Las importaciones pagadas seguirán aumentando debido a la regularización del acceso al mercado cambiario para los importadores y este mes luce desafiante para la acumulación de reservas”, indicó un reporte de Invertir en Bolsa.
Otra cuestión a tener en cuenta es la llegada de las vacaciones y, con ellas, el regreso del déficit de dólares por la balanza turística. Mientras el Gobierno mantiene acotados los movimientos del tipo de cambio oficial, la Argentina se vuelve más cara en dólares frente a países limítrofes como Brasil o Chile.
“Cuando la competitividad cambiaria juega muy en contra del turismo en el país, la relación entre residentes que viajan al exterior y no residentes que vienen a vacacionar al país puede llegar a ser de 2 a 1″, advirtió un trabajo de Ieral. Y detalló: “La relación entre turismo emisivo y receptivo aéreo en los últimos tres meses se ubicó en 1,37, acercándose a los parámetros del 2019. En dicho año, el déficit de turismo había sido de US$2600 millones”.
De acuerdo con datos del BCRA, el saldo neto por gastos en el exterior entre enero y agosto de este año fue negativo por US$3345 millones. En los últimos meses, la salida se moderó porque los argentinos que hicieron turismo al exterior usaron mayoritariamente dólares para cancelar los gastos, dado que el tipo de cambio oficial más impuestos quedó mucho más caro que el dólar MEP o el blue.
Sin embargo, a fin de año vence el impuesto PAIS y el Gobierno dijo que no lo renovará. Eso reducirá un 30% el valor del dólar tarjeta y, salvo que las autoridades apliquen otro tipo de recargo, la cotización oficial volverá a alentar el pago en pesos de los gastos en el exterior, con el consiguiente impacto en las reservas.
Fuente Tn