Cumbre climática. La COP29 empezó con ausencias importantes, dudas por lo que hará Trump y con una mínima delegación argentina

Cumbre climática. La COP29 empezó con ausencias importantes, dudas por lo que hará Trump y con una mínima delegación argentina

El encuentro en Bakú, Azerbaiyán, llega en un momento de preocupación por el impacto de distintos desastres climáticos como la DANA en Valencia, España

BAKÚ, Azerbaiyán.- A orillas del Mar Caspio, esta capital se convirtió hoy en el epicentro mundial donde representantes de gobiernos, organizaciones internacionales y el sector privado debaten cómo enfrentar el cambio climático a nivel global. La Conferencia de las Partes (COP29) llega en un contexto lleno de expectativas y desafíos. A cada paso, en cada esquina de la ciudad se nota el esfuerzo para darle brillo al encuentro. Calles con voluntarios dispuestos a ayudar, transporte gratuito exclusivo para los asistentes y miles de servicios montados. La vida cotidiana parece haberse detenido mientras la ciudad recibe a líderes mundiales, aunque no en abundancia y en un contexto internacional que empaña el evento. La Argentina tiene una delegación mínima con técnicos de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes. Vale recordar que el presidente Javier Milei, por ejemplo, fustigó la Agenda 2030 que, entre otros puntos, pone foco en el clima.

Es la segunda vez consecutiva que esta cumbre se celebra en un país productor de energía fósil. La anterior fue en Dubai, en Emiratos Árabes Unidos. Hay dudas sobre cómo se abordarán la transición energética y los mecanismos de financiamiento para enfrentar el cambio climático, especialmente en países en vías de desarrollo. Además, la reciente victoria de Donald Trump en Estados Unidos genera incertidumbre sobre el compromiso con el tema ambiental. Por su parte, Europa sigue conmocionada por las recientes catástrofes climáticas, como las devastadoras inundaciones en Valencia [DANA], que resaltan los efectos tangibles del cambio climático.

“Nos encaminamos hacia la ruina. Y no se trata de problemas futuros. El cambio climático ya está aquí”, alertó en la ceremonia de apertura el presidente de la COP29, el ministro de Ecología de Azerbaiyán, Mujtar Babaiev. Fue en el imponente Estadio Olímpico de Bakú. “Llegó el momento de la verdad”, añadió. Vale recordar que el objetivo del Acuerdo de París es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5° C. La ciencia advierte que el planeta ya se ha calentado más de 1° C.

El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell
El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon StiellALEXANDER NEMENOV – AFP

Situación

“Ahora es el momento de demostrar que la cooperación mundial está a la altura de este momento. Así que elevémonos aquí juntos”, afirmó el secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell. Sin embargo, a pesar de que más de 90 jefes de Estado asistirán al segmento de Líderes Mundiales que comenzará mañana, las expectativas se vieron opacadas por la confirmación de varias ausencias destacadas. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Emmanuel Macron, presidente de Francia, no asistirán. El presidente colombiano, Gustavo Petro, canceló su viaje debido a las graves inundaciones que afectan a su país, y Lula da Silva, de Brasil, también se ausentará.

No obstante, los líderes de España, la República Checa, Alemania, Grecia, Hungría, Italia y Polonia sí han confirmado su presencia. Desde América Latina, se espera la llegada de Luis Arce, presidente de Bolivia, quien representará a la región en este foro crucial. Mientras que, a diferencia de otras cumbres pasas, la Argentina es parte con una mínima participación. Según pudo saber LA NACION desde el gobierno nacional enviaron solo a personal técnico de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes y no asistirán funcionarios.

Diferencias

Las diferencias entre los países participantes no tardaron en aflorar desde el primer día. Las negociaciones comenzaron con retrasos debido a que los delegados pasaron varias horas debatiendo sobre la estructura del diálogo relacionado con la implementación de los resultados del inventario mundial. No obstante, tras superar estos obstáculos iniciales, finalmente se aprobó el plan de trabajo, permitiendo el inicio de las negociaciones sustantivas. En tanto, las tensiones continúan en torno al papel de Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero. Con el regreso de Trump hay preocupación de que repita lo ocurrido en su primer mandato (2017-2021), cuando sacó al país del Acuerdo de Paris. Esto, aseguran en los pasillos, podría debilitar las bases del tratado y complicar los esfuerzos colectivos para mitigar el cambio climático.

Hay dudas y expectativas por los resultados de la cumbre
Hay dudas y expectativas por los resultados de la cumbreALEXANDER NEMENOV – AFP

Uno de los principales temas de la conferencia gira en torno a la financiación climática. Los 100.000 millones de dólares anuales prometidos en 2009 para apoyar a los países en desarrollo apenas comenzaron a entregarse por completo en 2022 según algunos reportes. Alertan que se necesita una inversión mucho mayor destinada a la reducción de emisiones y la adaptación a los impactos del cambio climático, incluyendo la construcción de infraestructuras resilientes.

Aunque la victoria de Trump generó dudas, la creciente conciencia social y el compromiso del sector privado fueron evidentes en la cumbre. “La agenda climática y ambiental está aquí para quedarse independientemente de lo que algunos líderes piensen sobre ella, porque la sociedad y los grandes corporativos más importantes ya se involucraron”, afirmó el ex director de la OMC y actual directivo de Pepsi, el brasileño Roberto Azevedo.

A pesar de que América Latina contribuye con menos del 10% de las emisiones globales, es una de las regiones más vulnerables al calentamiento global. Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), consideró que en la región se viven dos paradojas. La primera es que es la más importante exportadora de alimentos del mundo, pero al mismo tiempo es la más vulnerable a los efectos del cambio climático. La segunda es que América Latina y el Caribe tienen la mayor dotación de recursos naturales y recibe escaso financiamiento internacional para la conservación ambiental.

“Nuestro sector agrícola está en un proceso de transformación. Necesitamos una nueva generación de políticas públicas para acelerar esa transformación, con las soluciones basadas en la naturaleza, la ciencia, la innovación y los agricultores como protagonistas”, dijo.

Por Pilar Vazquez

Fuente Lanacion