A partir de este lunes se inaugura una nueva fase en la política financiera de Javier Milei. El objetivo es apuntalar las reservas del Banco Central para allanar el camino hacia una eventual eliminación de las restricciones cambiarias.
El Gobierno arranca febrero con varios cambios en su estrategia financiera que tienen como objetivo hacer repuntar la liquidación de dólares y, con ella, las reservas del Banco Central (BCRA). Ese aspecto es uno de los que el FMI sigue de cerca, junto con la brecha cambiaria.
Mientras negocia con el organismo de Kristalina Georgieva en busca de nuevos fondos, el equipo económico quiere reforzar la disponibilidad de dólares para ir engrosando un colchón de divisas que le permita, eventualmente, salir del cepo sin sobresaltos.
A pesar de las compras récord de divisas durante la gestión de Javier Milei, el BCRA no logró un aumento considerable en sus reservas brutas, mientras que las netas siguen en terreno negativo. Esto se explicó fundamentalmente por los pagos de deuda y la gradual normalización de las importaciones.
Transcurrido ya el primer año de mandato, la presión interna y externa (del FMI y los mercados internacionales) para desarmar el cepo cambiario es cada vez mayor. Sin embargo, los funcionarios saben que una vez que anuncien la eliminación de las restricciones cambiarias, no hay vuelta atrás posible sin una crisis. Por eso se quieren asegurar los dólares necesarios antes de levantar las restricciones. En esa línea, se tomaron tres medidas para seguir incentivando la liquidación de divisas en los próximos meses.
1. Baja de retenciones
La reducción temporaria de los derechos de exportación para los principales cultivos y su eliminación para los productos de economías regionales apunta a mejorar el tipo de cambio efectivo que los productores reciben al vender sus mercaderías al exterior.
“Mediante este proceso de devaluación fiscal (cambios en impuestos al comercio exterior que alteran el precio final capturado), desde Economía los productores ganan competitividad a través de una mejora del tipo de cambio real”, explicó un reporte de GMA Capital sobre la medida.
Y advirtió: “La gran incógnita es qué ocurrirá en junio, cuando la baja de retenciones finalizará. Todo indica que el Gobierno confía en cerrar un nuevo programa con el FMI durante el primer semestre, tal como anticipó el ministro Caputo”.
2. Devaluación más lenta para el tipo de cambio oficial
Este lunes 3 de febrero debutará un nuevo ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. A partir de la baja de la inflación, el Gobierno definió que el dólar solamente suba 1% por mes, la mitad de lo que aumentó durante 2024.
Un primer objetivo de esa decisión es profundizar la baja de la inflación. Además, busca desactivar expectativas de un salto abrupto en el precio del dólar. Sin embargo, la estrategia de fondo es un poco más compleja y apunta a seguir impulsando el carry trade.
En pocas palabras, el carry trade es obtener ganancias en dólares mediante instrumentos en pesos. ¿Cómo se produce ese fenómeno? Porque la tasa de interés en moneda local es mayor al ritmo de devaluación.
Ante un escenario de esas características, quienes tienen dólares los venden para posicionarse en pesos. Al mismo tiempo, aquellos que pueden acceder a préstamos en moneda dura los toman con el mismo objetivo. Dado que la normativa obliga a liquidar los dólares prestados en el mercado oficial, el BCRA aprovecha para comprar reservas en ambos casos.
“Incentiva a los exportadores a prefinanciar exportaciones y a los importadores a demorar su acceso al mercado oficial de cambios pese a tener el acceso ya garantizado. Al contener la demanda privada e impulsar la oferta privada, el carry de los importadores y exportadores es uno de los drivers detrás de las fuertes compras de divisas del BCRA en el mercado oficial de cambios. A este también se le suma la oferta financiera derivada de los dólares ociosos del blanqueo, que en parte son préstamos para prefinanciar exportaciones”, explicó Portfolio Personal Inversiones (PPI).
3. Baja de tasa en pesos, suba de tasa en dólares
De manera complementaria a la desaceleración de la devaluación, el BCRA anunció una reducción en la tasa de interés de referencia a partir del último viernes. Así, el rendimiento pasó de 32% a 29% nominal anual. El recorte fue algo más prudente de lo que algunas proyecciones privadas imaginaban, aunque buena parte de los analistas creen que habrá más bajas en el corto plazo.
La consultora LCG le puso números a la competencia entre la tasa de política monetaria (correspondiente a las Lefi) y el dólar oficial: la diferencia pasa de 0,7 puntos porcentuales en enero a 1,4 puntos desde este mes. “Un nivel semejante al que primó a mediados del año pasado”, indicaron los analistas de esa compañía y agregaron que la brecha con respecto a las letras capitalizables (Lecap) que emite el Tesoro también es importante, aunque algo más baja.
“Esto eleva los incentivos de exportadores a endeudarse en dólares para hacer tasa en pesos, hecho que se suma a la ya anunciada baja momentánea de retenciones. En paralelo, el BCRA se ‘beneficia’ del aumento de la oferta en el mercado cambiario spot (y en el contado con liquidación, a partir de la vigencia todavía del blend), lo que probablemente impulse las menguadas compras de las últimas semanas y reste presión a la intervención sobre los paralelos”, cerró LCG.
Fuente TN