Como la RAM. El Gobierno declaró “organización terrorista” al Tren de Aragua, uno de los máximos flagelos de América Latina

Como la RAM. El Gobierno declaró “organización terrorista” al Tren de Aragua, uno de los máximos flagelos de América Latina

La banda narcocriminal nacida en las cárceles de Venezuela opera en toda la región y recientemente se alió con carteles mexicanos para traficar drogas a los Estados Unidos

Once días después de que lo hiciera con la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cuya cara visible es su líder, Facundo Jones Huala, el Gobierno declaró “organización terrorista” al Tren de Aragua, cartel narcocriminal internacional nacido en las cárceles venezolanas que desde hace años disemina sus violentas operaciones en el resto de América Latina, especialmente en el oeste del subcontinente.

Con esta declaración, publicada en el Boletín Oficial de hoy, el Poder Ejecutivo consideró que esta megabanda es una amenaza “seria y multifacética” para la seguridad nacional. La semana pasada, el gobierno de los Estados Unidos declaró “organizaciones terroristas” tanto al Tren de Aragua como al cártel de Sinaloa, el también mexicano Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Mara Salvatrucha (MS-13) salvadoreña, en medio del polémico contexto de las políticas expulsivas de la administración Trump con respecto a los inmigrantes latinoamericanos. Las autoridades norteamericanas tienen fuertes indicios de que el Tren de Aragua se alió con los carteles mexicanos para traficar drogas hacia América del Norte.

La resolución 2025-186-APN-MSG establece la “inscripción de la organización Tren de Aragua en el Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de terrorismo y su financiamiento”, el RePET, de conformidad con los estándares fijados en la Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada Transnacional, a partir de los cuales la Argentina “se comprometió a tipificar, conforme a su legislación interna, los delitos de financiación del terrorismo, así como también a sancionar esos delitos con penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su carácter grave”.

Entre los considerandos del decreto gubernamental se especificó que “el artículo 41 quinquies del Código Penal de la Nación Argentina establece penas especialmente agravadas cuando los delitos penales son cometidos con la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”. Y se agregó que “el artículo 306 del precitado Código castiga a quienes directa o indirectamente recolecten o provean bienes u otros activos con la intención de que se utilicen, o a sabiendas de que serán utilizados para financiar la comisión de un delito con la finalidad del artículo 41 quinquies”.

El RePET, que funciona dentro de la órbita del Ministerio de Justicia, tiene como finalidad “brindar acceso e intercambio de información sobre personas humanas, jurídicas y entidades vinculadas con actos de terrorismo o su financiamiento y facilitar la cooperación doméstica e internacional para prevenir, combatir y erradicar el terrorismo y su financiamiento”. En ese registro deben ser inscriptas “toda persona humana, jurídica o entidad sobre la cual el Ministerio de Seguridad nacional y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, en el marco de sus funciones, investigaciones o reportes, tuvieran motivos fundados para sospechar que se encuentra vinculada con una amenaza externa real o potencial a la seguridad nacional”.

En ese sentido, el decreto sostiene que el Tren de Aragua “representa una amenaza seria y multifacética para la seguridad nacional”, puesto que “desarrolla conductas vinculadas con los delitos de narcotráfico, tráfico de personas, contrabando, trata de personas, secuestro, extorsión, lavado de activos, entre otros, y que en numerosas ocasiones se vale del terror para lograr sus objetivos”.

El antecedente de la RAM

Como publicó LA NACION, el Gobierno ya declaró “organización terrorista” a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Según justificaron, actúa en “coordinación con otras agrupaciones con nombres de fantasía”, y mencionaron a los incendios en el sur, sobre los cuales indicaron que el líder de la RAM, Facundo Jones Huala, los reivindicó.

Jones Huala
Jones Huala

Desde el Gobierno señalaron que la RAM actúa en sintonía con la Coordinadora Arauco Malleco (MAC) y que representa una amenaza “seria y multifacética” para la seguridad nacional. Además, resaltaron: “Desde el 2010 hasta el presente, cuando los incendios intencionales reivindicados por los líderes de la RAM arrasan los milenarios bosques patagónicos, se han producido cientos de hechos con características terroristas, muchos de los cuales se incluyen en un listado adjunto. Tal listado es el que surge, simplemente, de fuentes abiertas, tales como diarios o canales de televisión, que han dado cuenta de numerosos atentados incendiarios contra viviendas, establecimientos, vehículos o maquinarias; así como ataques a las personas, de manera selectiva o indiscriminadamente, con el ostensible y a veces declarado propósito de sembrar el terror”.

Al igual que ahora, con el Tren de Aragua, el Ministerio de Seguridad justificó la inclusión de la RAM en el RePET con que “la complejidad y el alcance del abordaje de las conductas criminales vinculadas con el crimen organizado demandan un esfuerzo a nivel nacional para concebir estrategias de intervención adecuadas que permitan la optimización en la asignación de recursos y contribuyan a la mejora de los resultados de las investigaciones”, consideraron y agregaron que el orden público le demanda al Estado que intervenga y otorgue respuestas urgentes porque existe una “amenaza grave” para la seguridad en el país.

Es necesario cortar todo tipo de financiación con la que puedan contar estos grupos violentos para llevar a cabo sus perversos fines. La colaboración y el intercambio de información facilitan desarrollar una estrategia más efectiva que contemple aspectos vinculados con la prevención, el enjuiciamiento y el castigo de los responsables de delitos de crimen organizado”, se concluyó.

La medida había sido anticipada por la ministra Patricia Bullrich diez días atrás, luego de que Jones Huala reivindicara “los sabotajes y los atentados incendiarios”, así como también “la lucha armada” en medio de la tensión que se está viviendo en la Patagonia. Fue en la presentación de su nuevo libro que el líder de la RAM apoyó “la acción” de la “Facción Autónoma de Liberación Mapuche Puelwillimapu”, la cual se adjudicó el ataque a una estancia en cercanías de Esquel.

Fuente LA NACION