Salto de maroma

Salto de maroma

Para explicar en que consistía el «Salto de Maroma» tenemos que ubicarnos en el tiempo y comentar un poco sobre el lugar donde se realizaba. Este salto se comenzó a hacer en la época en que se construyeron los primeros corrales de «palo a pique» . Estos corrales se construían con postes que se clavaban en la tierra uno junto al otro, de forma que no hubiese espacio como para que un animal pudiera pasar entre ellos. Los palos se agrupaban en una fila de uno formando un círculo y estaban sujetos con tientos de cuero húmedo, que al secarse se apretaban asegurándose fuertemente.
En la abertura se hacía una especie de tranquera con dos o tres troncos puesto en forma horizontal, los cuales para abrir o cerrar se desplazaban hacia los costados. La «maroma» es el travesaño que une los extremos de los postes de la «puerta» o entrada al corral, que generalmente está a más de tres metros de altura del suelo. Al paisano siempre le gustó hacer gala de su guapeza y hombría -que por cierto quedó demostrada en el transcurso de nuestra historia- y es por eso que inventaron el salto de maroma. Este salto consistía en colgarse del travesaño o maroma (sobre la abertura del corral) se abría la tranquera y la tropilla de potros arreada y asustada desde el interior del corral, encaraba la salida a toda carrera. Al pasar la veintena de caballos por debajo del paisano, este en el momento que consideraba oportuno, se descolgaba tratando de caer sobre el lomo de uno de los caballos. El equino, entre sorprendido y asustado salía corcoveando, tratando de sacarse al sorpresivo jinete. El paisano trataba de aferrarse con una mano a las crines y castigando con su rebenque y con sus espuelas trataba de salir airoso de esta difícil prueba. Según crónicas de la época, Don Juan Manuel de Rosas era incomparable en esta prueba, en donde se pone en juego la vida entre las patas de los animales.
En la actualidad son pocos los criollos que realizan este tipo de prueba. En relación a la frase «se viene la maroma», está referida a este salto con el significado de que se viene algo peligroso, grave e imparable como son una tropilla de potros salvajes asustados, saliendo de un corral buscando su libertad