La corrida de sortija, también llamada en diferentes provincias de nuestro país como carrera de sortija, es una de las diversiones o deporte que más practicaba el paisano en la antigüedad y que aún desarrolla el hombre de campo en todo nuestro interior. Este divertimento consiste en pasar a caballo a toda carrera bajo un arco de madera llevando un palito o puntero en su mano, con él debe ensartar una sortija que pende de una caña que se encuentra colgada del travesaño del arco de madera.
Por lo general el juego se realiza entre dos bandos que por turno pasan tratando de sacar la sortija, que tiene un tamaño similar a la alianza de casamiento. Siempre hay uno o más jueces quienes deciden si los corredores lo hacen a la velocidad suficiente, si pasan correctamente y cumpliendo con todos los requisitos impuestos en el reglamento. Este reglamento no se encuentra expresamente escrito, pero es conocido de boca en boca por diferentes generaciones de corredores.
Al mirar desde afuera esta prueba parece fácil, pero la realidad demuestra lo contrario, ya que el animal debe tener un andar suave y parejo y el jinete debe hacer gala de serenidad, buen pulso, puntería y soltura.
El equipo que más sortija saca ganará la competición. En las fechas patrias -25 de Mayo, 20 de Junio, 9 de julio- se acostumbra en el campo a organizar corridas de sortija con premios considerables como un potro (caballo), una vaquillona o un cuchillo de plata y oro.
En el interior de la Argentina este deporte cuenta con infinidad de adeptos, formándose centros tradicionalistas, los cuales organizan este tipo de competencias entre pueblos o localidades vecinas. Existe en este momento un Campeonato Nacional de Sortija organizado y controlado por la Federación de Centros Tradicionalistas.
En la antigüedad, las carreras de sortija se organizaban cerca de las pulperías
-especie de bar y almacén de ramos generales- donde además se realizaban carreras cuadreras (carreras de caballos) , campeonato de taba por plata y otros tipos de competencias. La corrida de sortija es un divertimento al alcance de todo aquel que monte a caballo. Porque lo importantes es la velocidad y serenidad del caballo para pasar por debajo del arco, y la puntería y habilidad del jinete, pero no es imprescindible ser joven o físicamente preparado. Es común ver en los festejos patrios como la gente de edad corre todavía este tipo de carreras, pasando un momento ameno y de diversión.
Si usted quiere ver una buena corrida de sortija acérquese cualquier fin de semana a la ciudad de San Antonio de Areco, noroeste de la provincia Buenos Aires, que allí podrá disfrutar de un excelente espectáculo criollo -con corrida de sortija incluída-.
Y de paso, cómase un buen asadito !!!.