Regionales: Tulipán

Regionales: Tulipán

Planta monocotiledónea ornamental, perteneciente al género Tulipa de la familia Liliáceas. Es apreciada por sus grandes flores acampanadas y erguidas de varios colores.

Existe una enorme cantidad de variedades que se utilizan para su cultivo en jardines, en macetas o bien como flor cortada.
El nombre de Tulipán proviene del persa dulban o tulban, de donde pasó al turco tuliband y de allí al latín tulipa, de la cual derivan los diferentes nombres en las lenguas europeas: en castellano tulipán y en inglés tulipa. La especie más destacada sobre la que descansa todo el edificio de las variedades de tulipanes es Tulipa gesneriana.
Es una planta que posee un grueso bulbo de forma globosa, del que brota un grueso tallo más o menos alto y grueso. Las hojas son lineales, largas y lisas u onduladas, de color verde o más o menos glauco y brotan de la base. Las flores, salvo excepciones, aparecen solitarias en el ápice del tallo. La corola es grande y está formada por seis pétalos libres cerrados y de forma acampanada. En el centro se encuentran seis estambres y un estigma dividido en tres lóbulos.

Tiempo de florecimiento del tulipán
Florece al inicio de la primavera; existen variedades que comienzan su temprana floración en febrero; otras variedades tardías pueden florecer al inicio del verano. Existe una técnica de forzado para obtener flores en diciembre.
Los tulipanes cultivados y extendidos por todo el mundo son híbridos o plantas mejoradas por otros procedimientos y reproducidos por multiplicación vegetativa de los bulbos, para garantizar la homogeneidad y características de las diferentes variedades y razas.
Los jardineros o productores de tulipanes parten de bulbos hijos que salen espontáneamente en la misma base y los separan y cultivan hasta conseguir un diámetro ideal en cada temporada. Los bulbos así obtenidos se separan según su variedad, y su categoría depende del diámetro del bulbo. Cuanto mayor sea su diámetro, mejores flores se obtienen.
La obtención de variedades nuevas solo se puede realizar por reproducción sexual, es decir, las flores se eligen y se polinizan a mano para obtener los híbridos que se deseen. A partir de las flores fecundadas se plantan considerables extensiones para obtener un porcentaje muy bajo de variedades útiles, las cuales se reproducen ya a partir del bulbo, esto es, mediante la reproducción vegetativa que garantiza la preservación y estabilidad de sus características como color, forma, tamaño o ciclo reproductivo (temprano, medio o tardío).

Cultivo
Los bulbos de tulipán se consiguen en el mercado tan pronto como empiezan a aparecer en las tiendas. Se pueden encargar directamente a los productores holandeses quienes facilitan catálogos de variedades. Las dimensiones dependen de la categoría y de la especie. Los bulbos varietales suelen ser grandes y suelen medir entre 15 y 80 mm de diámetro. La mejor manera es comprarlos y colocarlos en tierra inmediatamente, lo cual normalmente ocurre en el otoño.
El tiempo total de completo enraizamiento de los bulbos de tulipán es de unas doce semanas. Una vez que el bulbo ha emitido sus raíces totalmente la planta está lista para florecer, y a partir de este momento el tallo se desarrolla rápidamente y la floración se realiza de 25 a 30 días. La temperatura ideal para el crecimiento de los tallos y la floración es de 16 a 18 ºC. En las regiones climáticas donde no se dan las heladas es conveniente guardar los bulbos en nevera al menos durante un mes antes de plantarlos.

Conservación de los bulbos
Una vez que la planta ha emitido las flores, el bulbo ha agotado todas sus reservas y comienza a acumular nutrientes a expensas del desarrollo de las demás partes, por ello, tanto el tallo como las hojas se marchitan. Los bulbos pueden dejarse en tierra hasta el siguiente año, aunque lo más conveniente es extraerlos para su limpieza y cuidado; así, al ser limpiados, desinfectados y almacenados adecuadamente se garantiza que no enfermen de hongos o bacterias.
Para extraer los bulbos se puede cavar con cuidado de no tocar en absoluto el órgano de reserva. A continuación se cortan los tallos y las hojas al ras del bulbo. Se limpia muy bien el bulbo con un cepillo y se separan los posibles hijuelos. Se ponen a la sobra en lugar aireado para que sequen completamente, cosa que puede tardar un mes si no se cuenta con estufas o instalaciones de aire acondicionado para el caso.
Una vez seca, se pueden lavar con agua corriente para que queden perfectamente limpios; es preciso secarlos de nuevo hasta que pierdan totalmente la humedad superficial; también se pueden recortar las raíces sobrantes. Los bulbos deben almacenarse a temperaturas inferiores a los 18 ºC, y se pueden proteger aplicando un fungicida por aspersión, si se teme el atraque de hongos. Los hijuelos pueden tardar de dos a cuatro años en emitir flores. Se cultivan aparte para lograr que en cada ciclo aumenten de volumen.