Convencional: Zanahorias

Convencional: Zanahorias

La zanahoria, pertenece a la familia de las umbelíferas, también denominadas apiáceas. Es la hortaliza más importante y de mayor consumo de las pertenecientes a dicha familia.

Es la forma domesticada de la zanahoria silvestre Daucus carota, oriunda de Europa y Asia sudoccidental. Se cultiva por su raíz mucho más grande, sabrosa y de textura menos fibrosa, pero continúa siendo la misma especie. Entre las hortalizas, pertenece al grupo de las verduras.
La zanahoria es una planta bienal que forma una roseta de hojas en primavera y verano, mientras desarrolla la gruesa raíz principal, la cual almacenará grandes cantidades de azúcar para la floración del año siguiente. El tallo floral crece alrededor de 1 m con una umbela de flores blancas en el ápice. La raíz comestible suele ser de color naranja, blanca o en una combinación de rojo y blanco, con una textura crujiente cuando está fresca.

Propiedades de la zanahoria
Es un alimento excelente desde el punto de vista nutricional gracias a su contenido en vitaminas y minerales. El agua es el componente más abundante, seguido de los hidratos de carbono, siendo estos nutrientes los que aportan energía. La zanahoria presenta un contenido en carbohidratos superior a otras hortalizas. Al tratarse de una raíz, absorbe los nutrientes y los asimila en forma de azúcares. El contenido de dichos azúcares disminuye tras la cocción y aumenta con la maduración.
Su característico color naranja se debe a la presencia de carotenos, entre ellos el beta-caroteno o pro-vitamina A, pigmento natural que el organismo transforma en vitamina A conforme la necesita. Asimismo, es fuente de vitamina E y de vitaminas del grupo B como los folatos y la vitamina B3 o niacina. En cuanto a los minerales, destaca el aporte de potasio, y cantidades discretas de fósforo, magnesio, yodo y calcio.

Propiedades medicinales de la zanahoria
Las zanahorias son ricas en carotenos, unos compuestos que el hígado trasforma en vitamina A. Entre estos destaca el beta -caróteno. Este componente, que aparece en frutas y verduras de color anaranjado y verde fuerte, como las coles, las patatas, las calabazas, los albaricoques y las espinacas o en frutos, como el mango, el pomelo o el melón.
Los betacarotenos previenen la aparición de ciertos cánceres. Actúan especialmente contra el cáncer de pulmón y el de boca o impiden el desarrollo de células cancerosas, haciendo que estos procesos no pasen de un estadio primitivo.
Además, se ha comprobado el poder antioxidante de este componente. Su ingestión nos protege contra la acción destructiva de los radicales libres, unos agentes producidos por causas externas, como la contaminación o por causas internas del propio organismo, que atacan nuestras células produciendo enfermedades degenerativas, como, por ejemplo, el prematuro envejecimiento o la mala salud arterial.
Entre todas las propiedades medicinales de los betacarotenos podríamos mencionar las siguientes: anticancerosos, antimutagénicos, antitumorales, inmunoestimulantes, anticoronarios, antiulcéricos, antifotofóbicos, antidegenerativos.
Los carotenos poseen ,pues, virtudes como las de proteger nuestras arterias o mantenernos jóvenes durante más tiempo. Su presencia en el cuerpo garantiza la buena salud de la visión, impidiendo la formación de las cataratas o la hipersensibilidad a la luz solar; el buen estado de la piel, de los dientes o de las encías. Su carencia puede manifestarse en una falta de visión – ceguera nocturna – , sequedad en la piel, acne juvenil o una mayor facilidad para las infecciones. Protegen nuestro estómago, impidiendo la formación de úlceras o nos ayudan a mantenernos más jóvenes durante más tiempo.

Variedades de zanahoria
Existen muchos tipos de zanahorias. Destacan la medio larga mantesa, la tantal, la tip-top, la roja de Carentan y la roja de Flakee. Las principales peculiaridades que las diferencian son el color, la forma, la longitud y el grosor de la raíz. Por otra parte hay que tener también en cuenta el vigor y la duración del ciclo de cultivo de la planta. Generalmente en los mercados suele haber tres calidades: extra, primera y segunda.
Las mejores zanahorias son las más pequeñas. Estas se suelen vender atadas en manojos con penachos de hojas de color verde. Es recomendable cocer cualquier tipo de zanahoria al vapor y no pelarlas. En lugar de ello se recomienda lavarlas a conciencia y rasparlas superficialmente.

Cultivo de la zanahoria
El suelo ideal para zanahorias es un limo ligero pero profundo que no se seque con demasiada rapidez. El estiércol fresco no es conveniente para las zanahorias, pues hace que se abarquillen las raíces, pero se puede aplicar compost o estiércol bien fermentado si se introduce, con rastrillo o azada, una o dos semanas antes de la siembra. La raíz columna (principal) debe adentrarse recta en el suelo si los nutrientes están uniformemente distribuidos; es ideal un lugar previamente abonado y cultivado para un cultivo como las patatas. Antes de sembrar, rastrille para introducir un fertilizante equilibrado a razón de 70g por m2.
Puede sembrar en el exterior de marzo a julio. Antes se solía recomendar la siembra mucho antes que en las fechas mencionadas, pero se ha comprobado que las siembras más tardías tienen más probabilidades de librarse de la mosca de la zanahoria.
Las zanahorias largas deben sembrarse en mayo; limite, pues, las siembras de abril a las más reducidas de variedades tempranas de tocón, que pueden recolectarse antes de empezar con las variedades largas. Las variedades de tocón pueden volver a usarse en julio y darán raíces tiernas para recolectar en octubre. Para siembras a la intemperie, deje como mínimo 20-23 cm, entre las hileras para las variedades de cuerno corto y 25-30 cm. para los cultivos principales.

Cosecha de zanahorias
Cuando llegue la cosecha, en unos 60 ó 70 días de la siembra, se extraen las zanahorias cuidadosamente cavando alrededor de la corona, sin tirar directamente de las hojas pues podríamos dañarla. A la hora de almacenarlas, es importante que la humedad sea alta. Podemos conservarlas en el frigorífico en bolsas agujereadas que permitan la entrada la aire pero, si tenemos cantidad y deseamos que perduren, podemos enterrarlas en un sótano con arena húmeda llegando a estar lista para su consumo hasta casi medio año.