El pavo real es un ave gallinácea, oriunda de Asia y domesticada en Europa, son aves de gran tamaño, de unos 70 centímetros desde la punta del pico hasta el arranque de la cola, la cual por sí sola llega hasta el metro y medio de largo en el macho.
Su plumaje es muy vistoso, tanto la cabeza y el cuello son azules con cambiantes verdes y violados, y sobre aquélla, un penacho de plumas verdes y dos manchas blancas , encimas y debajo de los ojos, que resaltan aún más sus exóticas peculiaridades. El cuerpo, es de color de rosa, anubarrado de verde y dorado; las alas, encarnadas; en la época del celo extiende y endereza en círculo su larga cola de plumas verdes, con cambiantes de oro y azul y una mancha oval de varios colores y matices a su extremo. La gran cola de esta ave arrastra en parte por el suelo cuando no están desplegadas; una vez que las abre, en forma de abanico, también rozan el suelo a ambos lados del cuerpo.
Esta cola no puede ser desplegada hasta que el macho cumpla 3 años, aunque seguirá creciendo hasta que el animal tenga de 6 o 7 años.
La hembra es algo más pequeña, de color ceniciento, con cambiantes verdes en el cuello, y nunca tiene la hermosa cola del macho. Hay también pavos reales completamente blancos, aunque son menos comunes.
Hay dos especies fundamentales, que se conocen como pavo real del Congo y pavo real común o azul. Otra especie es el pavo real verde, que procede de la India y Ceilán.
Su hábitat, en estado salvaje, son las zonas de selva próximas al agua; viven en pequeños grupos o familias hasta la época de reproducción, en la que el macho se vuelve solitario y agresivo. Actualmente, no obstante, gracias a la cría artificial, está extendido por amplias zonas del mundo.
Su alimentación es basada en la carne, aunque su dieta está basada en granos, semillas, frutas y pequeños insectos. Su domesticación resulta difícil, ya que son animales independientes y celosos de su territorio y de los lugares utilizados para alimentarse y descansar, por lo que, en la mayoría de los casos, mantienen un estado de semilibertad.
Comen siempre del suelo, aunque suelen encaramarse a los árboles para descansar, especialmente a última hora de la tarde. Los machos no sólo exhiben la cola como parte del ritual de apareamiento, sino también para amedrentar a sus rivales e, incluso, cuando se sienten amenazados. Su graznido, es agudo y estruendoso.
El ritual de apareamiento es tan peculiar como lo es su hermosa cola. El macho despliega sus alas ante las hembras, moviéndola incesantemente hasta que alguna de ellas cede al juego. La cola, así, tiene gran importancia en dicho ritual, hasta el punto de que suele ser la vistosidad y el colorido de ésta lo que hace que una hembra se decida por un macho en concreto. Cuando esto se produce, el macho describe círculos alrededor de la hembra y le va dirigiendo hacia un lugar concreto, que el macho ya ha elegido de antemano, persiguiéndose constantemente hasta que la hembra cede o se descuida.
Sus nidos los realizan en terrenos profundos o en las ramas de un árbol. La hembra tiene un periodo de incubación de 28 días y pone de 8 a 20 huevos.