Hay patologías infecciosas que se propagan fácilmente cuando se producen desastres naturales como el que ocurrió en los últimos días en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, eso es así porque se reducen las condiciones sanitarias generales, así como el acceso al agua y alimentos seguros.
En estas situaciones críticas se hace indispensable mantener ciertos recaudos para proteger la salud y evitar la adquisición y propagación de enfermedades como diarrea, gastroenteritis, hepatitis, leptospirosis, tétanos y otras transmitidas por vectores como el dengue. También hay que prevenir la transmisión de infecciones virales agudas como la gripe, que puede contagiarse rápidamente en ámbitos cerrados con gran aglomeración como los centros de evacuados.
Higiene y desinfección
Una vez que los damnificados puedan volver a sus hogares o mientras se hallen en lugares de refugio, deberán redoblar el cuidado en las medidas higiénicas, lavarse las manos frecuentemente con alcohol en gel o con agua segura y jabón. Esto es crucial antes de preparar las comidas, luego de comer, ir al baño y cambiar pañales pero también después de entrar en contacto con las aguas del temporal.
Para desinfectar artículos contaminados se aconseja sumergirlos por un minuto en recipientes que contengan una cucharada sopera de lavandina por cada litro de agua y dejarlos secar al aire libre. Para desinfectar superficies una taza de lavandina en cinco litros de agua (la medida de muchos baldes, verifique el tamaño del recipiente a usar).
Asimismo, hay que recordar que en estos eventos es muy frecuente que el agua disponible esté contaminada por bacterias u otros microorganismos, por eso hay que usar sólo agua embotellada con la tapa cerrada de origen o correctamente potabilizada para beber, cocinar, limpiar mamaderas y utensilios de cocina, lavarse los dientes, bañarse o lavar artículos contaminados por la inundación.
El agua se puede potabilizar por calor hirviéndola (siempre que sea limpia) durante 1 minuto, o por medios químicos utilizando 3 gotas de lavandina doméstica por cada litro de agua y esperando 30 minutos antes de consumirla. También pueden usarse pastillas potabilizadoras a base de cloro o yodo. No se debe beber agua que no se sepa de dónde proviene sin antes tratarla por alguno de estos procedimientos.
Quienes sufren heridas, deben estar especialmente atentos para prevenir el tétanos, infección que ocurre cuando las esporas de las bacterias Clostridium tetani penetran en el organismo a través de una lesión. Para ello, se debe hacer una adecuada limpieza de la herida y acudir a un centro de salud, donde evaluaran la necesidad de aplicar la vacuna antitetánica o tomar otras medidas según el caso.
Animales e insectos
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana frecuente luego de desastres de este tipo, ya que se transmite por la orina de ratas y perros. Se trata de una patología grave que puede provocar la muerte. Aquellas personas que presenten síntomas como boca seca, fiebre mayor a 38º C, dolor de cabeza o muscular, náuseas, vómitos, diarrea y/o escalofríos deben consultar con un médico para recibir el tratamiento oportuno con antibióticos. Para prevenir es fundamental mantener las medidas de higiene mencionadas.
Además, en el país hay circulación del virus del dengue que se adquiere por la picadura de mosquitos aedes aegypti infectados, cuyos criaderos con las aguas estancadas. Dentro de lo posible, hay que dar vuelta los envases, latas, macetas y verificar que no quede líquido en gomas. Si se junta agua en baldes u otros recipientes, hay que mantenerlos tapados. El cuadro más común de la patología se caracteriza por fiebre acompañada de dolor de cabeza, muscular y de las articulaciones. También hay erupciones rojizas en brazos y piernas con picazón. Otros signos son náuseas, vómitos y sangrado de nariz o encías, ante estos signos se debe acudir al médico y no automedicarse.
Gastroenteritis y diarrea
Hay que subrayar que la lactancia materna es la mejor forma de proveer agua y alimento seguros a niños pequeños, si se alimentan exclusivamente por esta vía. También hay prestar atención al lavado de manos, a la limpieza y desinfección de chupetes, tetinas y juguetes, especialmente si cayeron al piso o fueron manipulados.
Además de respetar las medidas de higiene y desinfección detalladas, hay que evitar la ingesta de productos lácteos no pasteurizados y de alimentos crudos, ensaladas y vegetales de hoja verde (de consumir estos últimos hay que asegurar de sumergirlos por 10 minutos en agua limpia con una cucharadita de lavandina por cada litro de agua). En cuanto a las frutas son preferibles las de cáscara gruesa. Entre los alimentos seguros se encuentran los preparados en el momento, bien cocidos y calientes, los secos (panes y galletitas). Las bebidas seguras son las que se preparan con agua hervida y se sirven calientes (té o café), también las carbonatadas (gaseosas). No se deben consumir salsas ni condimentos conservados a temperatura ambiente, ni usar hielo. Es fundamental el aprovisionamiento de productos no perecederos.
En caso de diarrea, náuseas, vómitos y fiebre hay que acudir a un centro asistencial y tener aun más cuidado en la higiene. Para evitar la deshidratación hay que mantener una adecuada ingesta de líquido y se pueden utilizar las sales de rehidratación oral de la Organización Mundial de la Salud.
Aquellos que no tienen acceso a agua segura y jabón, deberán usar alcohol en gel para el lavado de manos y toallitas desinfectantes para la higiene de los juguetes y otros utensilios de uso frecuente.
Vacunas
Muchas infecciones pueden prevenirse por inmunizaciones. En este sentido el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, adelantó hoy que se iniciará una campaña de vacunación contra la hepatitis para los damnificados por el temporal, así como también contra la gripe y los tétanos.
La vacuna contra la gripe es importante en esta época, especialmente indicada e incluida en Calendario Nacional para menores de 2 años, mayores de 65, embarazadas, personas con inmunocompromiso como el VIH y otros con condiciones de riesgo como enfermedades crónicas (respiratorias, cardíacas, metabólicas como diabetes) y fumadores.
Por: Dr. Daniel Stamboulian
Fuente: docsalud.com