Miraba la homilía del Papa Francisco por la televisión. Belleza y fuerza en el discurso. Palabras que por ahi se habían demorado mucho en ser pronunciadas en la Iglesia.
Veo mi país, mi gente. Amigos y vecinos. Divisiones, peleas y disputas. En los medios, especulaciones geopolíticas sobre la designación del Cardenal Bergoglio. Odios guardados por un lado, y esperanzas de cambio político en algunos.-
Y el Papa Francisco que dice: «así, no va». Y me quedo impactado, una homilia clara, simple y profunda al mismo tiempo. «Así, no va», le dice a la Iglesia para que vuelva a abrazar la cruz de Cristo. Que vuelva a la profundidad de ese misterio.-
Y aqui, en mi tierra, en esta Argentina de discusiones y divisiones, se profundizan más las diferencias.-
«Así, no va». No va que algunas voces del gobierno tengan una mirada tan parcial y en algunos casos salvaje en sus críticas a la designación del nuevo Papa argentino.-
«Así, no va». Que algunos dirigentes opositores crean o insinúen que con este nuevo Papa cambiarán «algunas cosas» en el país.-
«Así, no va». Que algunos imaginen y construyan grandes conspiraciones mundiales contra América Latina y sus gobiernos populares y progresistas a partir de esta designación en la Santa Sede, comparándolo con Juan Pablo II en su lucha contra el comunismo. Comparar el comunismo con el crecimiento permanente en democracia de gobiernos latinoamericanos elegidos por la convicción de millones de ciudadanos y en paz, es un grueso error de análisis histórico.-
El Cardenal Bergoglio es hoy Francisco, un Papa para todo el mundo. Un líder de 1196 millones de católicos que llega en un momento de profundos cambios. Debe atender problemas acuciantes en el seno de la Iglesia. Creernos que atenderá y actuará en cambios políticos en nuestro país, es creernos demasiado más de lo que humildemente somos.-
Creer algunos kirchneristas que su opinión crítica, refleja la de millones de seguidores políticos de este modelo, es tener una soberbia y un desconocimiento enorme de lo que realmente siente hoy el pueblo.-
Pensar o imaginar algunos opositores políticos, que pueden reconstruir sus fracasos electorales, sus aspiraciones presidenciales, sus intentos frustrados de triunfo, agarrándose de la sotana de un hombre del pueblo, de un cura conocedor de los pobres, de un Papa que trae un mensaje a todo el mundo, de austeridad y de compromiso y misión cristiano, es no entender los signos de los tiempos y es tener una postura triste, pequeña y preocupante, con algo de impotencia.-
Que el pueblo argentino, en paz y sin ser llevado de una línea a otra del pensamiento, celebre esta histórica designación, y que los hombres y mujeres de la política trabajen en ahondar sus esfuerzos por una sociedad y un país mejor, que el oficialismo busque mejorar la calidad de vida del pueblo y mantener aquellos logros políticos, sociales y económicos, sin caer en la anulación del otro y abierto al diálogo, y que la oposición se mire hacia adentro, salga de la crítica vacía, se hago cargo de sus errores y presente propuestas superadoras para el país y su gente, y no crea que magicamente, la realidad cambiara por este hecho histórico.-
Que cada uno se haga cargo de sus falencias, de todo lo que queda por hacer, y, por último, como laicos, que entendamos que nuestro Papa Francisco, podrá tener toda la gracia, toda la valentía y la fuerza del mundo, pero también nos cabe a nosotros aportar y luchar por un mundo y un país mas justo, por una Iglesia viva y en misión permanente, por un país en paz, libre, democrático y respetuoso de todas las miradas, y respetuoso de la voluntad soberana de los pueblos. Así, si va…
Por: Pablo Martín Salgado
PABLO MARTÍN SALGADO
DNI 21488790
MAR DEL PLATA
BUENOS AIRES
ARGENTINA