El primer pontífice latinoamericano yace en un sencillo ataúd abierto en la iglesia más grande del mundo, donde fue visitado por cerca de 20 mil personas este miércoles. Allí permanecerá hasta el sábado, cuando comiencen los funerales.
Se espera que una gran multitud se congregue este jueves 24 de abril en la Basílica de San Pedro para ver el cuerpo del Papa Francisco, durante el segundo día de homenajes públicos previos a su entierro. Cerca de 20.000 personas ya pasaron frente al ataúd de madera abierto y forrado de rojo el miércoles 23 de abril, primer día del velatorio, según informó el Vaticano, y se espera una afluencia considerablemente mayor antes del funeral, el próximo sábado 26.
El miércoles, los dolientes debieron soportar una fila de hasta cuatro horas para poder despedirse de la máxima figura de la Iglesia Católica, fallecida a los 88 años, pero cada doliente solo pudo pasar ante el féretro unos pocos segundos. Federico Rueda, un argentino de 46 años, confesó que, incluso con un periodo tan corto de tiempo, se sintió feliz: “Vale la pena perderse otros lugares para despedir a un argentino: un Papa muy digno”. Por su parte, el mexicano Leobardo Guevara, de 24 años, reveló que sintió una “sensación de paz”, al estar frente al cuerpo del primer Papa latinoamericano.
La Agencia de Protección Civil Italiana estima que cientos de miles de personas llegarán a Roma para despedir al Papa. Por ese motivo, se está preparando un gran operativo de seguridad para el funeral frente a San Pedro, donde estarán presentes líderes mundiales como el presidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodímir Zelenski.

Operativo de seguridad
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni le rindió homenaje al papa Francisco en una sesión conjunta especial del parlamento en Roma, antes de presentar personalmente sus respetos en San Pedro. La mandataria definió al Sumo Pontífice como una persona decidida y cálida. “Con él podías hablar de todo. Podías abrirte y contar tu historia sin filtros ni miedo a ser juzgada”, confesó.
Tras el funeral, el ataúd de Francisco será llevado a su iglesia favorita, la basílica papal de Santa María la Mayor de Roma, donde será enterrado y señalado con una inscripción muy simple: Franciscus.
Por la llegada constante de gente, las autoridades han debido reforzar la seguridad del funeral. Pierfrancesco Demilito, portavoz de la protección civil italiana, le confirmó a la AFP que era imposible predecir la multitud esperada, pero calculó “al menos varios cientos de miles de personas”.

El nuevo papa
Tras el funeral, todas las miradas estarán fijas en el proceso de elección del sucesor de Francisco. Cardenales de todo el mundo regresan a Roma para el cónclave, que debería arrancar no menos de 15 días y no más de 20 después de la muerte del papa. Sólo aquellos menores de 80 años son elegibles para participar de la votación.
Los cardenales ya se han reunido en dos ocasiones, llamadas congregaciones generales: la primera, el martes 22 de abril, donde fijaron la fecha del funeral, y, nuevamente, al día siguiente, este miércoles 23. Unos 103 cardenales del total de 252, fueron a la reunión del miércoles, informó el Vaticano, pero solo 135 tienen derecho a votar en el cónclave. Allí definieron un plan para los tradicionales nueve días de luto por el papa, los llamados “novendiales”, que se extenderán desde el sábado 26 de abril hasta el 4 de mayo.
Se había fijado otra reunión para el jueves 24 de abril a las 9:00 (07:00 GMT), pero el Vaticano insistió en que toda la atención esté concentrada en el funeral.
Al momento de su muerte, Francisco tenía dos meses de reposo por prescripción médica, sin embargo, siguió haciendo apariciones públicas a pesar de tener serias dificultades para respirar. El Domingo de Pascua recorrió la Plaza de San Pedro en el «papamóvil» para saludar a las personas reunidas en el lugar, parando para besar a los bebés en el camino. Falleció a la mañana siguiente, el 21 de abril, tras sufrir un derrame cerebral, caer en coma y tener una insuficiencia cardíaca, según su certificado de defunción.

El traslado del Papa Francisco
El féretro del Santo Padre fue llevado desde la que fue su residencia hacia la puerta central de la Basílica Vaticana, haciendo que el recorrido de la procesión pase por la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomartires Romanos, y atraviese el Arco de las Campanas antes de llegar a la plaza de San Pedro.
Al finalizar las liturgias correspondientes a la ceremonia, comenzaron a ingresar los fieles que desean darle un último adiós al religioso. Desde temprano se habían formado largas filas con miles de personas que ingresaban para tener su momento para despedirse del Santo Padre.
El cuerpo de Francisco, que murió el lunes, permanecerá en la Basílica hasta el sábado, cuando comiencen los funerales.

El ataúd con los restos del Papa se llevó abierto en procesión, cargado a hombros por los «sediarios» pontificios y escoltado por la Guardia Suiza. Al mismo tiempo, iba precedido por los cardenales presentes en Roma y del otro lado cerraban la procesión las personas más cercanas al religioso, como sus secretarios y asistentes.
Una vez en la Basílica de San Pedro, el féretro fue colocado ante el Altar de la Confesión, frente a la tumba de San Pedro y del baldaquino de Bernini. Ya finalizado el traslado, con la presencia cardenales, obispos y personal del Vaticano, de comenzaron a entornarse las «letanías de los santos», a las cuales se responde con la frase «ruega por él».
Ya finalizado el traslado del féretro, se dio inicio a los tres días de velatorio público previos al funeral que será llevado a cabo en la Plaza de San Pedro. Durante estos días, largas filas de fieles y peregrinos podrán pasar a darle el último adiós al Papa Francisco. Luego, el ataúd se cerrará en una ceremonia privada.
Asimismo, este martes el Vaticano divulgó las primeras fotografías y videos del Santo Padre en su féretro de madera, ubicado en la capilla de la Casa Santa Marta, la cual fue su residencia durante el pontificado y donde fue velado en las últimas horas frente a los cardenales presentes en Roma.
El Pontífice, quien en noviembre pasado impulsó una simplificación en el rito de los funerales papales y pidió una tumba modesta con una única inscripción —Franciscus—, yace sobre un ataúd forrado en terciopelo rojo. Viste una casulla púrpura y una mitra blanca, y sostiene un rosario entre sus manos.
Las imágenes corresponden al momento en que se constató su muerte, el lunes a las 20.00 (18.00 GMT), y muestran la presencia de numerosos cardenales radicados en Roma, además de varios de sus colaboradores más cercanos.

Horas después de su fallecimiento, se conoció el contenido de su testamento, en el que el papa argentino manifestó su deseo de ser enterrado en una capilla de la basílica de Santa María la Mayor, en una tumba sobria.
«Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal como se indica en el documento adjunto. El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus», se detalla en el texto firmado el 29 de junio de 2022.
Además, dejó expresado: «Sintiendo que se acerca el fin de mi vida terrena y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad sólo respecto al lugar de mi sepultura. Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por eso, pido que mis restos mortales descansen en espera del día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor«.

El funeral del Papa Francisco será el sábado
El funeral del papa Francisco se celebrará el próximo sábado 26 de abril a las 10.00 (8.00 GMT) en la plaza de San Pedro. Este miércoles, el cuerpo será trasladado a la basílica vaticana para recibir el último adiós de los fieles.
La ceremonia estará presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, y se espera la presencia de Jefes de Estado de distintos países. Al finalizar, el féretro será llevado a Santa María la Mayor para su entierro, cumpliendo con lo dispuesto en su testamento.
El traslado del cuerpo comenzará con una oración dirigida por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell. La procesión atravesará la plaza Santa Marta y la plaza de los Protomártires Romanos, y desde el Arco de las Campanas llegará a la plaza de San Pedro, para ingresar por la puerta central de la basílica.
En el Altar de la Confesión, bajo el baldaquino, el cardenal Farrell encabezará una Liturgia de la Palabra, tras la cual se habilitará la visita de los fieles.

Todavía no se definió cuánto tiempo permanecerá expuesto el cuerpo. El papa Francisco introdujo algunas modificaciones al protocolo funerario de los pontífices, tal como figura en la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
El cuerpo fue depositado en un único ataúd de madera con interior de zinc. Será expuesto directamente, sin colocarlo en un catafalco ni portar el báculo papal, rompiendo así con algunas tradiciones del ceremonial vaticano.
También se eliminó la antigua práctica de sepultar a los papas en tres ataúdes distintos: uno de ciprés, otro de plomo y un tercero de roble o madera.
Una vez concluida la ceremonia, el féretro será conducido inmediatamente a la basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo con la voluntad expresada por el Pontífice argentino: «Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal».
«Debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus«, reafirma el documento conocido tras su muerte.
Fuente Perfil