- Se trata de un anticipo del 60% del crédito acordado con el Fondo
- El organismo lo autorizó para reforzar las reservas y salir del cepo.
- El Banco Central todavía no acumuló reservas desde el inicio del nuevo esquema cambiario.
Argentina recibió los primeros US$ 12.000 millones del nuevo programa con el Fondo Monetario. De esa manera, las reservas brutas pegaron un salto hasta los US$ 36.799 millones, el mayor nivel desde abril de 2023 durante la gestión de Alberto Fernández. El adelanto coincidió con el segundo día del esquema cambiario puesto en marcha el lunes con el estreno de las bandas de flotación y la flexibilización del cepo, tras seis años de controles cambiarios.
El desembolso implica un alivio para el Banco Central, ya que desde el 7 de enero había perdido US$ 8.000 millones de reservas brutas. Las reservas netas, en tanto, pasaron a terreno positivo en US$ 4.600 millones desde un nivel negativo de US$ 7.000 millones. Esa es la variable que monitorea de cerca el FMI y su incremento uno de los requisitos para seguir recibiendo financiamiento del organismo, junto con la meta de superávit fiscal y emisión monetaria cero.
Con este anticipo, el Gobierno recibió el 60% del crédito de US$ 20.000 millones aprobado el viernes por el Fondo. El acuerdo contempla un segundo desembolso de US$ 2.000 millones atado a la primera revisión trimestral de metas en junio. Por otra parte, los organismos Internacionales aportarán US$ 1.500 millones y los bancos otro préstamo REPO por US$ 2.000 millones. En total, se espera el ingreso de US$ 15.500 millones a las reservas en los próximos días.
En su evaluación del crédito, el organismo consideró que el nivel de reservas netas sigue siendo «extremadamente débil», reduciéndose más por el incremento del déficit comercial en medio de la incertidumbre sobre la política cambiaria y un escenario global desafiante. La idea del refuerzo afrontar «amplias necesidades de la balanza de pagos asociadas con un gran esfuerzo para liberar de inmediato las restricciones cambiarias y avanzar hacia un tipo de cambio mucho más flexible».
El Gobierno se comprometió a reemplazar la pauta de devaluación del 1% mensual por una zona de flotación con un piso de $ 1.000 y un techo de $ 1.400, eliminar restricciones cambiarias, y acumular US$ 9.000 millones de reservas netas a fines de 2025, sin contabilizar los desembolsos del FMI y los organismos multilaterales. El Gobierno necesita los fondos para pagar los vencimientos de deuda y contener eventualmente el dólar en un año electoral.
En ese marco, el dólar oficial aumentó 63 centavos este martes a $1.179,76 para la compra y $1.233,89 para la venta. Fue una jornada tranquila después del debut del nuevo esquema que el lunes concluyó con una devaluación del 10%. El dólar mayorista, por otra parte, cerró en $ 1.199 en otra jornada sin compra de reservas. La apuesta del gobierno es mantener el tipo de cambio en torno a los $ 1.250 en el medio de las bandas, un valor por debajo de los $ 1.400 que llegó a rozar el dólar paralelo.
El mayor desafío será estabilizar el dólar sin intervenir, como ocurre desde el lunes. Según el FMI, no se prevén ventas de dólares dentro de la banda cambiaria, pero el Central informó que «podrá considerarlo» para morigerar volatilidad inusual, lo que le permitiría un alto nivel de discrecionalidad para intervenir, según PxQ. Ahora, la lupa está puesta en el traspaso de la devaluación a precios y en cuántas reservas netas podrá acumular el Banco Central. La meta para junio es de US$ 4.400 millones
Fuente Clarin