Yamandú Orsi asumió la presidencia en Uruguay y prometió “recuperar la senda del crecimiento”

Yamandú Orsi asumió la presidencia en Uruguay y prometió “recuperar la senda del crecimiento”

  • El delfín de José «Pepe» Mujica juró frente al Parlamento, ante la presencia de líderes extranjeros y ex presidentes de su país.
  • El Frente Amplio vuelve al poder después de cinco años de gobierno conservador.

Yamandú Orsi asumió este sábado como presidente de Uruguay, tomando la antorcha de su mentor y padrino político, el popular ex mandatario José «Pepe» Mujica, en el retorno del Frente Amplio al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha.

El profesor de historia, de 57 años, juró el sábado el cargo ante la Asamblea General y prometió revertir los “problemas urgentes que padecen sectores importantes del pueblo uruguayo” a lo largo de los cinco años en que estará al frente del país.

«Hoy no comienza un tiempo de refundación, sino uno de nuevas propuestas y de construcción permanente», dijo Orsi en un discurso tras su investidura, en el día en que el país celebraba 40 años del regreso a la democracia.

«La buena salud de la democracia está íntimamente asociada al logro de ciertos estándares de bienestar», afirmó Orsi, de traje oscuro y corbata azulada, en su primer discurso tras jurar lealtad a la Constitución en el Palacio Legislativo.

El flamante mandatario agradeció a sus predecesores y prometió «no ignorar las reglas del funcionamiento de la economía que Uruguay mantiene desde la recuperación democrática», luchar contra el delito atendiendo sus causas y «formular estrategias de desarrollo con un enfoque sostenible y humano».El nuevo presidente de Uruguay, Yamandú Ors, recibe aplausos junto al mandatario saliente, Luis Lacalle Pou, en la ceremonia de entrega de la Banda Presidencial este sábado, en la Plaza Independencia en Montevideo. Foto: EFE El nuevo presidente de Uruguay, Yamandú Ors, recibe aplausos junto al mandatario saliente, Luis Lacalle Pou, en la ceremonia de entrega de la Banda Presidencial este sábado, en la Plaza Independencia en Montevideo. Foto: EFE

Orsi es el noveno presidente desde 1985, cuando terminó una dictadura cívico-militar de 13 años que dejó unos 200 detenidos-desaparecidos.

«Hay secuelas de ese periodo que continúan hasta hoy, por eso, es tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia», afirmó.

La asunción de Orsi marca el regreso al poder del Frente Amplio, una coalición de centroizquierda que incluye a moderados, comunistas y sindicalistas de línea dura, tras cinco años de ausencia durante el gobierno del saliente presidente de centroderecha Luis Lacalle Pou.

Acompañado de su compañera de fórmula, Carolina Cosse, el ahora mandatario llegó al Palacio Legislativo de Montevideo a las 14 hora local bajo aplausos de la multitud que se concentraba en las afueras del recinto.

Poco después, juró el cargo ante el renovado Congreso, tres meses después de su victoria presidencial en una elección sin drama ampliamente elogiada como un antídoto a la polarización política que afecta a los vecinos Argentina y Brasil, entre muchos otros países del mundo.El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, durante su investidura este sábado, en el Palacio Legislativo en Montevideo. Foto: EFE El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, durante su investidura este sábado, en el Palacio Legislativo en Montevideo. Foto: EFE

«Llegamos en representación de un partido político que mantiene desde hace décadas principios y valores puestos a prueba incluso en las circunstancias más trágicas», señaló y agregó que buscará «revertir problemas urgentes que padecen sectores importantes».

El presidente se propuso «recuperar la senda de crecimiento que permita generar, a partir del desarrollo del conocimiento y de la inversión, mayor cantidad y calidad de trabajo que permita un piso de dignidad salarial y con ello una mejor distribución del ingreso».

Orsi se comprometió ante el Parlamento a «guardar y defender» la Constitución, en una ceremonia solemne antes de trasladarse a la Plaza Independencia, en el centro de Montevideo, para recibir la banda presidencial de Lacalle Pou para gobernar hasta 2030.

La ceremonia fue acompañada por un número récord de líderes mundiales, entre ellos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric, y Panamá, José Raul Mulino. Igualmente acudieron el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y el rey de España, Felipe VI.

Tensión regional

Orsi asume las rindas de Uruguay, de unos 3,5 millones de habitantes, en un momento de tensión y fragmentación regional, donde algunos líderes han expresado su preocupación ante el avance de la ultraderecha.Banderas de Uruguay y del Frente Amplio en el centro de Montevideo, para celebrar la asunción de Yamandú Orsi. Foto: REUTERS  Banderas de Uruguay y del Frente Amplio en el centro de Montevideo, para celebrar la asunción de Yamandú Orsi. Foto: REUTERS

Entre sus retos, tendrá que manejar no solo las diferentes posturas en el continente sino también las divergencias dentro del propio bloque progresista regional y discrepancias entre sus líderes, sobre todo en lo que se refiere a la situación en Venezuela y las estrategias para abordar la “ofensiva” del mandatario estadounidense Donald Trump, quien no viajó a Uruguay pero envió una delegación presidencial encabezada por la senadora estadounidense Katie Boyd Britt.

Los líderes de la izquierda latinoamericana aprovecharon el traslado de mando en la capital uruguaya para abordar los desafíos en la región y mandar una señal de unidad, a pesar de la gran ausencia de la mexicana Claudia Sheinbaum.

Invitados por Lula, los presidentes de Chile, Colombia y Uruguay han compartido el viernes una cena a fin de alinear sus pasos y “fortalecer la democracia”, indicó el mandatario brasileño.

Pese a divergencias puntuales, el politólogo Agustín Canzani evaluó que, con la llegada de Orsi, la agenda de la izquierda latinoamericana “va a ser parecida, por lo menos en lo discursivo”. Y, ”en términos de alineamiento, se prevé un acercamiento (de Uruguay) con las posiciones de Brasil”, dijo a The Associated Press.

Por otro lado, en el escenario interno Orsi tendrá como mayor reto gestionar las expectativas entre el ala más radical de su propia coalición y los poderosos sindicatos del país, responsables de gran parte de los votos que le aseguraron la victoria en los comicios.

Asimismo, deberá navegar por las diferentes fuerzas políticas que componen el nuevo Parlamento, ya que el Frente Amplio logró una estrecha mayoría en el Senado (16 de 30 escaños) y se quedó por debajo de la mayoría en la Cámara.

“Será necesario mucho diálogo”, reconoció. ”No llegamos al gobierno con la lógica de imponer”.

Todo ello, señaló a AP el economista Arturo Porzecanski, miembro del Woodrow Wilson International Center for Scholars, se dará bajo la atenta mirada del mercado, que exige medidas concretas para contrarrestar el poder sindical e impulsar un crecimiento más robusto de la economía – que no ha llegado a recuperarse del todo tras la pandemia de COVID-19 y una histórica sequía en los años recientes.

“Si Orsi no sale victorioso… eso oscurecerá las perspectivas económicas para los próximos años”, afirmó Porzecanski.

En ese marco, Orsi admitió que “el país necesita recuperar la senda del crecimiento” pero “sin perjudicar la calidad del trabajo” y “con una mejor distribución de ingreso”.

Otras de las prioridades del nuevo presidente será contrarrestar la creciente crisis de inseguridad que golpea el país, donde el aumento de la delincuencia es “uno de los pocos indicadores que se han movido en la dirección equivocada”, con una tasa de homicidios por habitante que se ha duplicado en una década y media, según un reporte publicado el mes pasado por el foro The Americas Society/Council of the Americas.

Fuente: Clarin