La cama redonda

Resulta que con una amiga salimos a bailar como tantos sábados. Pero yo sentía que ese sábado tenía algo especial, en realidad, yo me sentía especial. Era como que quería llevar a la práctica algunas cosas que pasaban por mi cabeza y que por diversos motivos, nunca me animé a hacerlo. Llegamos al boliche y nos encontramos con tres amigos. Entramos, bailamos bastante y tomamos algunas copas -unas cuantas-. En un momento de la noche, cuando el alcohol estaba en su punto justo, propuse hacer algo que siempre soñé y que me daba «cosita» pedirlo: una cama redonda. Con los tres chicos, mi amiga y yo. Por supuesto todos se rieron y me dijeron que estaba borracha, pero lo cierto es que en ese momento no seguí con la conversación pero en mi cabeza daba vueltas esa idea, esa fantasía sexual que me atormentaba. La noche siguió su curso y en un momento quedé sola con dos de los chicos, ya que mi amiga había ido a buscar unos tragos con otro de los muchachos. Entonces fue cuando volví a arremeter con el tema, pero esta vez les di una variante. Les propuse que me pagaran. Primero no sabían que contestar pero de inmediato uno de ellos me dijo que sí, que no había problema. Creo que aceptaba por pasar por su mente la idea de una amiga que se hacía la prostituta profesional, o algo parecido. Entonces les dije que para empezar, debíamos sacarnos de encima a mi amiga y al otro pibe, y que después nos podíamos ir los tres a mi departamento. Resumiendo, terminamos los tres en mi departamento, y con más detalle, en mi cama. Y me pareció fabuloso sentir como me acariciaban, besaban y penetraban incansablemente, fue una noche maravillosa. Porque para mí, todo era doble. Dos bocas, dos lenguas, cuatro manos, dos penes. Fabuloso!!!! Después de esa noche con lo que logre que me pagaran, pude irme a Brasil durante un mes y la pase bomba.
Doctor, quisiera saber que hacer porque en realidad esa noche la pase bárbaro pero por otro lado me da miedo volver a repetir esa experiencia. No por lo que paso en si, sino porque tengo miedo de convertirme en una prostituta profesional. Tampoco volví a tener relaciones desde aquella vez y ya pasaron como 2 meses. ¿que puedo hacer doctor?. Necesito un consejo.

Respuesta del DR AMOR:

Dulce Mimí:

¡Que lindo es cuando a uno lo quieren!…decía una vieja y le estaba lamiendo la mano un perro. Cumpliste con una de tus fantasías y por lo visto te gustó. Quizás se te fue la mano con el tema de cobrarle a tus amigos, para que participaran en la cama redonda. Pero de lo que sí estamos seguros, es que se te fue la mano con el importe que les cobraste. Una noche de lujuria y ¿te fuiste un mes a Brasil?. O en Brasil dormiste en una favela o verdaderamente le facturaste con IVA incluído a tus dos amiguitos. Ahora, no debes arrepentirte de lo que hiciste. Lo hecho, hecho está. No entendemos muy bien porque no volviste a tener sexo. ¿no encontraste ningún otro «pichi» para sacarle algunos manguitos?. Además, no hace falta que repitas esa experiencia. Es decir, no hace falta que hagas otra cama redonda y no hace falta que cobres por tener sexo. Salvo que esto último, te haya gustado. ¿no? Debes pensar bien lo que vas a hacer y que lo que ya ocurrió te sirva para la reflexión. Porque por un hecho aislado que te pasó, en una circunstancia muy particular -bajo los efluvios del alcohol-, no podés decir que sos una prostituta.
Por si acaso y pensando en un futuro, anotáte en el monotributo y hacéte hacer una talonario de facturas y recibo «C». Cualquier cosa, aquí en el consultorio, uno de mis colegas, dice tener un amigo que le dicen el «tres patas», y que tiene una imprenta. Y que desde ya, él te acompañaría para que puedas realizar el trabajo mencionado.

Dr. Amor

PD: En este caso sería dos bocas, dos lenguas, cuatro manos, cinco patas, un pene……….no?????