Se postergó para la semana que viene una reunión de presidentes de bloque con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el oficialismo apunta cerrar acuerdos en enero e iniciar la actividad legislativa en febrero
Un llamado interrumpió las vacaciones de algunos presidentes de los bloques dialoguistas de la Cámara de Diputados. Guillermo Francos, el jefe de Gabinete, se encargó personalmente de contactarlos. Los invitó a discutir, este martes, el temario de las sesiones extraordinarias convocadas desde el 20 de enero hasta el 21 de febrero. Sin quorum, la cumbre tuvo que postergarse para la semana que viene: los legisladores no estuvieron dispuestos a suspender su descanso para adaptarse a los tiempos del Gobierno.
“Siguen todos muy desconectados. Incluso algunos avisaron que no adelantarán su regreso por el llamado a extraordinarias”, adelantó una referente de la oposición. Los primeros invitados al encuentro en Casa Rosada fueron Cristian Ritondo (Pro), Rodrigo de Loredo (UCR) y Gabriel Bornoroni (LLA), pero es probable que se extienda a Miguel Pichetto (Encuentro Federal), Oscar Zago (MID) y Pamela Calletti (Innovación Federal).
Francos esbozó un primer gesto de acercamiento y preparó el terreno para iniciar una discusión que se vislumbra compleja. En la antesala de la pelea electoral, la Casa Rosada tiene dos prioridades: eliminar las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y lograr el acuerdo del Senado de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema. Dos tareas titánicas para un oficialismo que sigue en minoría y que necesita, para lograr sus objetivos, mayorías especiales.
A pesar de que las intenciones del Poder Ejecutivo siempre estuvieron claras, la anticipada oficialización del llamado a sesiones extraordinarias fue una sorpresa para propios y ajenos. Diputados de todos los colores políticos organizaron escapadas durante el primer mes del año con la tranquilidad de que el Congreso estaría cerrado. De hecho, se instó al personal legislativo a tomarse vacaciones en enero y los equipos quedaron reducidos a las tareas esenciales en seguridad, administración y el funcionamiento básico de los despachos.
En paralelo, también avanzan las obras de remodelación en el recinto de Diputados, que incluyen la renovación de los sistemas de cableado, el sonido y los micrófonos de cada una de las bancas. “Como máximo, el trabajo estará terminado a fin de mes”, señala un referente de la presidencia del cuerpo.
Según pudo saber LA NACION, el Gobierno pretende inaugurar las conversaciones políticas, que podrían extenderse a lo largo de enero. Ninguno de los proyectos en el temario cuenta con la garantía de éxito y es posible que las negociaciones se extiendan por lo menos dos semanas más. El decreto 23/2025, publicado en el Boletín Oficial, dio luz verde para que el Poder Legislativo salga del breve letargo y comience a desperezarse. “Apuntan a que la actividad formal en el Congreso empiece la primera semana de febrero”, reconoció una fuente del oficialismo.
El despegue de la actividad parlamentaria también encontró a Martín Menem de viaje por Mar del Plata. Pero en el caso del presidente de la Cámara baja, no se trata de una escapada vacacional sino de un recorrido partidario, en conjunto con la jefa nacional del espacio, Karina Milei, y el armador provincial, Sebastian Pareja. En la ciudad de la quinta sección electoral bonaerense, donde manda el intendente Pro, Guillermo Montenegro, tienen previsto un encuentro con la militancia juvenil así como recorridas por la costa atlántica. El viaje se concreta en medio de especulaciones por un posible acuerdo electoral con el macrismo, amenazado por la sistemática cooptación de dirigentes amarillos. Montenegro, de hecho, es uno de los que exhibe mayor sintonía con Milei y uno de los pocos referentes Pro que públicamente apoyó la nominación de Lijo en la Corte.
El temario
Uno de los puntos más debatidos del temario es la derogación de las PASO. El oficialismo busca suprimir este mecanismo de selección de candidatos, bajo el argumento de que representa un gasto excesivo de fondos públicos y que es una decisión que deberían resolver los partidos por sí mimos. Según el jefe de Gabinete, “Argentina tiene 700 partidos políticos, lo cual es un abuso en términos de fondos y burocracia”. La oposición, sin embargo, se muestra reticente a eliminarlas de plano y tanto el peronismo como Pro y el radicalismo podrían apoyar la suspensión solo en los comicios de este año.
Si bien los votos no están garantizados, los libertarios se sienten cómodos con esta discusión y apuestan a acorralar a los partidos con el razonamiento de “no hay plata”.
El Gobierno también incluyó los pliegos de Lijo y García-Mansilla, para cubrir las vacantes en la Corte Suprema de Justicia. A pesar de que esta discusión tampoco está cerrada y se necesita del aval de los senadores que responden a Cristina Kirchner para lograr los dos tercios del recinto, la Casa Rosada pretende exhibir su predisposición a poner sobre la mesa de discusión este tema. El diálogo con el peronismo se obturó luego de que el Poder Ejecutivo dejó trascender que si la oposición no acompañaba nombraría a sus candidatos por decreto, en comisión.
Por Delfina Celichini
Fuente Lanacion