A pesar de la estabilidad que se alcanzó sobre el final de 2024, persisten las dudas en el frente cambiario y salarial. El mercado ya descuenta que los precios seguirán bajando.
El gobierno de Javier Milei cierra su primer año con la inflación a la baja, el riesgo país a poco de perforar los 700 puntos y brecha cambiaria casi inexistente. En ese contexto, muchos se preguntan por el momento de la salida del cepo, pero el equipo económico no parece apurado por llegar a ese hito.
Antes, el plan de estabilización oficial tendrá que pasar los meses del verano y algunos desafíos que llegan tras los resultados que mostraron las primeras medidas. La cuestión externa, con el necesario ingreso de dólares para el próximo año, se ubica entre los frentes más complejos.
1. El dólar oficial, más lento y con cepo
Javier Milei y el ministro Luis Caputo ya anunciaron que se preparan para bajar el ritmo mensual de devaluación del tipo de cambio oficial de 2% a 1%. El objetivo es reducir todavía más rápido la inflación, pero a cambio se apreciará todavía más el peso.
Así, los bienes producidos localmente se vuelven más caros que los de países limítrofes y se incentiva el turismo al exterior. Precisamente, esa es una de las luces amarillas que aparecen en el horizonte cambiario: el gasto de los argentinos por viajes creció en septiembre y en octubre, aún antes de la temporada de verano y de la eliminación del impuesto PAIS, que reducirá 30% el valor del dólar tarjeta.
Otro punto a monitorear será la reacción de la brecha: ¿se ampliará por la devaluación más lenta del oficial o los dólares financieros se acomodarán un escalón más abajo?
2. Con tasa positiva, larga vida al carry trade
El esquema de carry trade que propuso el Gobierno se volvió menos atractivo con la fuerte reducción de la brecha cambiaria y la baja de la tasa de interés en pesos. No obstante, la devaluación más lenta podría impulsar nuevamente la venta de dólares para comprar activos en pesos que rinden más que las posiciones en moneda extranjera.
“Si bien el cepo sigue vigente, la escasez relativa de pesos elevó la rentabilidad real de la moneda, algo que no ocurría durante la gestión anterior porque la tasa real era sistemáticamente negativa”, puntualizó GMA Capital. Y agregó que, a juzgar por las expectativas que releva el Banco Central, el mercado espera que las tasas reales se mantengan por encima de la inflación.
3. FMI, RIGI o privatizaciones, las apuestas del Gobierno para traer dólares
El Banco Central captó US$1440 millones en noviembre y lleva comprados otros US$1142 millones en lo que va de diciembre. De todos modos, por pagos de importaciones y de deuda, no todas esas divisas quedan en las reservas. Por eso, las netas siguen negativas.
En ese marco, el Gobierno tiene el desafío de conseguir dólares frescos de alguna fuente. Mientras negocia con el FMI para cerrar un nuevo programa con desembolsos (todavía no llegaron los últimos US$1000 millones comprometidos en el acuerdo previo), también explora la posibilidad de conseguir un préstamo de corto plazo con bancos.
Los pagos de deuda a los bonistas ya están asegurados por el Ministerio de Economía, pero el mercado sigue de cerca la capacidad de la Argentina de hacer frente a sus obligaciones con los acreedores. En julio hay otro compromiso importante y, además, los pagos al FMI se reanudan a partir de febrero.
Con ese telón de fondo, el Gobierno confía en los ingresos de dólares por el RIGI y apura las privatizaciones de empresas públicas. Esta semana puso el foco en la venta de acciones en Transener y diseña un esquema para dividir las compañías estatales de las que se quiere desprender.
4. Inflación: el desafío estacional y tarifario
La tarea que el Gobierno mejor cumplió en este primer año de mandato fue la de bajar la inflación. Luego de la escalada inicial por la suba del tipo de cambio y la corrección tarifaria, los números fueron cediendo hasta el 2,4% de noviembre. El ancla sobre el dólar oficial, junto con la política monetaria restrictiva, jugaron un papel preponderante para lograr ese objetivo.
Sin embargo, en diciembre algunos economistas creen que podría verse un rebote del índice de precios al consumidor, impulsado por la estacionalidad típica del mes. De todos modos, sería una excepción: “Los inversores ya descuentan un escenario con una nominalidad promedio de 1,9% para los próximos 6 meses, y una de 1,4% entre junio y octubre de 2025 (mes de elecciones legislativas). El dato positivo del miércoles fue clave para reducir la expectativa para los meses venideros”, indicó GMA Capital.
Además, a fin de mes el Gobierno tendrá que decidir los aumentos que autoriza sobre las facturas de los servicios públicos de enero, así como la actualización de los impuestos a los combustibles, que tienen un impacto directo sobre el precio de la nafta y el gasoil.
5. Recuperar el salario y el consumo
En el inicio de un año electoral, para el Gobierno será fundamental que la recuperación salarial se profundice en el sector privado registrado -que ya empezó a mostrar señales de rebote- y que llegue al resto de los trabajadores, especialmente el sector público e informal, para poder apuntalar el consumo.
Con los datos salariales a octubre, la consultora CP indicó que los sueldos de los trabajadores privados todavía estaban 2% por debajo del nivel de noviembre del año pasado, mientras que los empleados públicos ganaban 17% menos que en ese entonces.
“La recuperación del salario real está condicionada por el proceso de desinflación. Si la inflación mensual sigue bajando, es esperable que el poder adquisitivo siga subiendo. En segundo lugar, la intensidad del crecimiento del salario real está vinculado a la velocidad de la desinflación y de los acuerdos salariales. Dado que la inflación ya está en niveles mucho más bajos, el proceso de desinflación en puntos porcentuales será necesariamente menor, por lo que, mediante esta vía, naturalmente las variaciones reales serán reducidas”, analizó un reporte de esa compañía.
Por el momento, el crédito -con la paulatina vuelta de las cuotas- es la punta de lanza en materia de consumo. Los datos del INDEC mostraron en septiembre una recuperación interanual de 161% en las ventas en shoppings, donde las tarjetas de crédito tienen un rol fundamental. En cambio, ese impulso no llega a las compras en supermercados, que en septiembre mostraron una variación negativa de 12,8% contra el mismo mes de 2023.
Fuente TN