El fiscal Ramiro González tiene a la firma un largo escrito que presentará este lunes al juez Ercoloni; lo acusa de lesiones graves, lesiones leves doblemente agravadas y amenazas
El fiscal federal Ramiro González tiene a la firma un largo escrito donde pide llamar a prestar declaración indagatoria al expresidente Alberto Fernández ante la firme sospecha de que golpeó a la ex primera dama Fabiola Yáñez y que la amenazó para que no hiciera públicas esas agresiones, dijeron a LA NACION fuentes judiciales.
El escrito será presentado este lunes ante el juez federal Julián Ercolini para que analice la evidencia recogida por el fiscal González y determine si indaga al expresidente. El fiscal aguardó para presentar su pedido de indagatoria a que Ercolini lo confirmara como fiscal del caso, y rechazara el viernes la recusación que planteó Alberto Fernández para apartarlo del expediente.
Esta sería la segunda indagatoria que deberá afrontar Alberto Fernández antes de fin de año, ya que el propio Ercolini lo acaba de citar a prestar declaración para el 20 de noviembre en la causa por el fraude con los seguros del Estado, donde lo acusa de actuar en connivencia con aseguradoras, brokers e intermediarios durante cuatro años para recaudar fondos públicos.
Ramiro González, que tiene delegada la investigación del caso, decidió cerrar esta etapa de las averiguaciones al entender que reunió suficiente evidencia como para ponerla frente al expresidente y que el acusado haga su descargo.
La causa por violencia de género se inició en agosto pasado cuando Fabiola Yáñez decidió instar la acción y denunciar a su expareja. En julio se supo por los chats de la causa de los seguros que Fabiola Yáñez le había enviado a la exsecretaria de Alberto Fernández, María Cantero, una foto suya golpeada. Pero la ex primera dama no quería avanzar sobre su marido. Estos delitos son de instancia privada y para que sean investigados es necesario que la víctima impulse la acción penal.
Finalmente en agosto, Yáñez decidió avanzar con el caso ante el juez Ercolini que lo delegó en el fiscal González. El fiscal trabajó durante tres meses reuniendo la evidencia que aportó Yáñez y citando a los testigos que propuso la defensa de Alberto Fernández.
Se trata de un escrito contundente que más que un pedido de indagatoria es un resumen de la evidencia que le permita al juez, una vez escuchadas las explicaciones del expresidente, avanzar con un eventual procesamiento, antes de fin de año, señalaron en los Tribunales.
El fiscal acusará al expresidente Fernández de tres cargos: lesiones leves, en concurso con lesiones graves, ambas doblemente agravadas por el vínculo y por tratarse de violencia de género, en concurso real con coacciones coactivas.
Para ello se basa en los siguientes hechos que considera probados: un golpe recibido por Fabiola Yáñez en el ojo cuando estaba en la cama con Alberto Fernández en agosto de 2021, durante la pandemia. Este golpe configuraría el delito de lesiones leves. Quedaría probado por el relato de testigos que dijeron haberlo visto y por la fotografía del chat que cruzó Fabiola Yáñez con la exsecretaria de Alberto Fernández, María Cantero.
El otro delito de lesiones graves, en cambio, no se trata de un golpe, sino de los daños provocados por la violencia psicológica ejercida sobre Fabiola Yáñez. Si bien no hay un peritaje psiquiátrico en la causa, que hubiera requerido la participación de peritos de parte y la realización de una serie de entrevistas con la víctima que se encuentra en España, si obra en el expediente un informe sobre la vulnerabilidad de la ex primera dama elaborado por la oficina de asistencia a la víctima de la Procuración General de la Nación.
A su vez, el delito de amenazas coactivas se configuraría por las advertencias que le habría realizado Alberto Fernández a su expareja para que no instara la acción penal y no lo denunciara. Y que en cambio accediera a firmar un comunicado de prensa conjunto en el que ella negaba cualquier tipo de violencia, a cambio de que nada le iba a faltar.
El fiscal González cuanta con las imágenes de Fabiola Yáñez en el chat de Cantero con un moretón en el ojo y un mensaje donde la ex primera dama cuanta que fue golpeada por su expareja. Este mensaje es “indubitado” ya que es de 2021, antes del inicio de la causa y no proviene de un celular de la víctima, sino del de María Cantero, un elemento secuestrado por la Justicia en la causa de los seguros.
Además esta evidencia quedó reforzada por chats posteriores que aportó Fabiola Yáñez. Acá la defensa cuestiona que la ex primera dama no aportó su teléfono, sino que incorporó al expediente actas notariales con mensajes extraídos supuestamente de su celular en España y enviados a la Argentina, sin control de las partes.
Además, la defensa de Alberto Fernández a cargo de la abogada Silvina Carrerira resalta la resistencia de Yáñez a entregar ese aparato a pesar de que en dos ocasiones funcionarios judiciales españoles, a requerimiento de la justicia argentina, la visitaron para retirar el celular y hacer una copia forense de los datos para ser enviada a Buenos Aires. Yáñez se negó, hizo una copia privada, y parcial de algunos mensajes, que certificó en una escribanía y envió a Buenos Aires.
Este episodio del teléfono provocó una crisis en el entorno de Yáñez. Su abogada Mariana Gallegos estaba contrariada ante la actitud de su clienta, aunque la sangre no llegó al río y no se apartó de su lado como querellante.
A la prueba se suman las declaración de Fabiola Yáñez ante el fiscal por Zoom, las declaraciones de su hermana y de su madre, Verónica Verdugo, que viajó desde España.
Fabiola contó los golpes que recibió en particular cuando dijo que Alberto Fernández la golpeó en la cama y le dejó un moretón en un ojo. Yáñez, que había presentado un escrito, reiteró que el expresidente la golpeó y le generó lesiones graves; contó que la humillaba constantemente y que la amenazó y la hostigó. Relató tres episodios de violencia física y confirmó todo lo que había denunciado por escrito cuando hablaba de ataques “constantes”.
Ratificó las fotografías de Cantero de su cara y brazo con moretones, producto de la violencia de su expareja. Contó que en uno de esos episodios él la tomó violentamente del cuello. También relató que ella empezó a consumir alcohol después de un aborto que él la instó a practicarse, en 2016, años antes de que Fernández fuera elegido presidente. Además, habló de un tratamiento psiquiátrico.
Su madre y su hermana que estuvieron en Buenos Aires para declarar sumaron evidencia: Verónica Verdugo, la mama, dijo: “Vi cuando Alberto la sacaba de los brazos, la zamarreó, la tiró frente a la puerta del ascensor”, relató el 19 de septiembre pasado frente a Ramiro González. “Acá el presidente soy yo y puedo hacer lo que quiera”, le dijo Fernández a Yáñez, según el testimonio de ella.
La madre de Yáñez dijo haber presenciado esta agresión durante el octavo mes del embarazo de la ex primera dama, que tuvo a su hijo Francisco en abril de 2022. Fue el único ataque que contó haber visto. Verdugo Yáñez declaró que Fernández no ejercía violencia física sobre Fabiola frente a otras personas, pero dijo que luego del nacimiento de Francisco era habitual que su hija Fabiola volviera golpeada a la casa de huéspedes, donde vivió parte su estadía en Olivos. Los hechos se agravaron después del escándalo del cumpleaños en la quinta presidencial, cuando se difundieron las fotos del festejo en plena cuarentena, dijo, pues la responsabilizaban a Yáñez de la derrota electoral por organizar esa fiesta.
Y la hermana Tamara relató que eran habituales los maltratos físicos del expresidente. Dijo que la indujo en 2016 a hacerse un aborto y que la menospreciaba constantemente. También relató que vio a su hermana con un ojo morado y le preguntó qué había pasado. “Discutí con Alberto, era de noche y estaba en la cama. Alberto me pegó un manotazo”, dijo Tamara Yáñez que le contó Fabiola.
A esta evidencia se suman los informes médicos de los institutos donde se trató Fabiola Yáñez y las declaraciones de los médicos presidenciales Federico Saavedra y Federico Alem. Ambos dijeron que atendieron a Yáñez por un moretón en un ojo y que les dijo que fue producto de un golpe involuntario.
Los testigos de Alberto Fernández, empleadas de la quinta de Olivos y allegadas a Fabiola Yáñez hablaron de que los golpes eran producto de caídas debido a que la mujer tomaba alcohol en exceso. La ex primera dama no niega esa inclinación a la bebida, si que los golpes fueran por esa cuestión.
También otros testigos dijeron que Yáñez se sometía a tratamientos de belleza que le dejaban moretones, pero los médicos dijeron que les manifestaron que el moretón era por golpes, y no por terapias estéticas.
Párrafo aparte merecerá el análisis de las declaraciones de otros testigos que dieron una versión parcial de los hechos a la luz de lo que declararon otros a posteriori, aunque probablemente ese asunto no sea abordado ahora, sino en un eventual juicio oral.
Si el expresidente es indagado y luego procesado, esa decisión debe ser revisada por la Cámara Federal y eventualmente por la Cámara de Casación penal. Con esta perspectiva es probable que cuando comience 2025 se inicien estos trámites de revisión y que la causa pueda ser elevada a juicio oral en 2025.
Fuente LA NACION