El River de Gallardo no termina de despegar: empató con Platense y está cada vez más lejos del puntero Vélez

El River de Gallardo no termina de despegar: empató con Platense y está cada vez más lejos del puntero Vélez

  • Fue un apático 0-0 ante un rival que lo complicó más de la cuenta.
  • Preocupación para el DT, que no termina de encontrar el equipo pensando en Mineiro.

River jugó ante Platense en modo amistoso e igualó sin tantos. Como si fuera un partido más, sin pensar tal vez que el tren para perseguir a Vélez empieza a irse y eso que cuando se reanude el torneo tras el receso por la doble jornada de Eliminatorias Sudamericanas, recibirá en el Monumental al equipo de Liniers, líder sin discusión de la Liga Profesional.

Entre la derrota de la semana pasada con Talleres de Córdoba y el gol de Brian Romero a pocos minutos del final con el que Vélez le ganó a Racing el sábado, tal vez hayan aplacado al equipo de Marcelo Gallardo, aunque el entrenador desde el banco de suplentes mostró el ímpetu de siempre y jugó con su mejor formación en Vicente López. Sin embargo, a River -como al estadio del Calamar, de baja intensidad lumínica – le faltó energía. Estuvo eclipsado. Le faltó el vuelo futbolístico que pretende su entrenador.

El equipo del Muñeco no tuvo la dinámica ni el ritmo de otros encuentros. Hizo todo lento, con pasos cansinos. Y mucho tuvo que ver que el mediocampo no tenga buena carburación. Es, tal vez, el principal inconveniente con el que está lidiando Gallardo desde su regreso. La mitad de la cancha, motor de los equipos, no regula bien y el equipo lo siente. Y si Kranevitter, su mejor 5 del plantel, no puede aguantar todo el partido, es un problema. Ayer, salió otra vez. Jugó un poco más de 60 minutos.

Gallardo volvió a implementar un 4-3-3 y ese esquema tal vez deba ser revisado de ahora en más. ¿Tiene los intérpretes adecuados para hacerlo funcionar? Con Maxi Meza lesionado, el que ocupó la banda derecha fue Nacho Fernández, mientras que Manu Lanzini se paró como interno en el medio. Y en la otra banda estuvo Facundo Colidio. Pero tanto Nacho como el rubio delantero fueron falsos extremos y jugaron de afuera hacia adentro.River se fue preocupado de Vicente López. Foto: Marcelo CarrollRiver se fue preocupado de Vicente López. Foto: Marcelo Carroll

La idea era que los laterales explotaron las bandas, pero Platense controló muy bien la subidas de Bustos y Acuña, que encima salieron por precaución en el entretiempo con molestias musculares. Para colmo, a poco de haber comenzado el segundo tiempo, Pezzella también se fue lesionado por un golpe de Mateo Pellegrino. Entonces, Gallardo tuvo que hacer tres de los cuatros cambios en su última línea, la fortaleza de su equipo.

La desconexión de River con el partido quedó expuesta en algunos pifies increíbles de Kranevitter y González Pirez. El del marcador central obligó a Pezzella a cometer una falta por la que se ganó la amarilla.

Para que el conjunto de Núñez estuviera aplicado, hubo también un gran esfuerzo de Platense, que es un equipo corredor, metedor, que molesta e incomoda. Y su dupla técnica, conformada por Favio Orsi y Sergio Gómez, son especialistas en plantear este tipo de partidos. Saben sus equipos jugar sin la pelota. Aunque, claro, cuando la tienen, les cuesta llegar al arco rival. De hecho, Jeremías Ledesma, quien reemplazó a Franco Armani, prácticamente no tuvo trabajo.

El plan obstaculizar a River en toda la cancha fue bien ejecutado por sus jugadores. Cada vez que la agarraba un jugador con la banda roja, había al menos dos futbolistas de Platense. Y en alguna jugada hasta corrían de a tres o de a cuatro para que el equipo del Muñeco no tuviera espacios ni líneas de pases para jugar. Buscaba hacerlo sentir incómodo y logró su cometido.

En River, hubo intentos de Simón y Lanzini pero no pudieron sortear la barrea de los volantes rivales para que el juego fluyera y prosperara. Las apariciones de Colidio fueron con intermitencia y Borja quedó solo, absorbido por los marcadores centrales rivales.

River tuvo casi todo el partido la pelota. Y Gallardo pedía paciencia pero su equipo le hizo demasiado caso y en ningún momento aceleró. No contó con el caos ordenado que pregona el Muñeco. Le faltó movilidad. Y a pesar de contar con el 78 por ciento de la posesión, no creó una sola chance de gol. Ni siquiera pudo generarlas a partir de los ingresos de Mastantuono y Echeverri, quienes entraron con buena energía. Apenas se puede destacar un remate cruzado de Simón desde afuera del área y otro de Paulo Díaz tras un córner, que quedó en las manos de Cozzani.

El River empató cuatro de los últimos 5 partidos como visitante. Y este encuentro ante Platense es un llamado de atención. La Liga ya le está quedando lejos y la cabeza está en la Copa Libertadores.

Fuente Clarin