A medida que el termómetro se eleva y las sombras se acortan bajo el intenso sol de verano, no solo nosotros sentimos el rigor del calor; nuestras queridas mascotas también sufren las consecuencias de esta estación. Los perros y gatos pueden sufrir rápidamente de deshidratación y estrés térmico, lo que hace imperativo que sus cuidadores adopten medidas adicionales para garantizar su bienestar.
Hidrata a tu peludo
Durante los meses de verano, las altas temperaturas pueden tener un impacto significativo en la salud de perros y gatos, dos especies conocidas por su limitada capacidad para sudar. A diferencia de los humanos, que regulan su temperatura corporal mediante la sudoración, nuestras mascotas dependen principalmente del jadeo y del contacto con superficies frías para disipar el calor. Esta adaptación fisiológica pone a nuestras mascotas en un riesgo elevado de deshidratación, especialmente durante olas de calor prolongadas.
Una hidratación adecuada es vital para mantener el bienestar de las mascotas, facilitando la regulación de la temperatura corporal y apoyando funciones vitales como la circulación y la digestión. Investigaciones en el campo veterinario indican que la deshidratación puede precipitar enfermedades graves, como daño renal y complicaciones cardíacas. Varios estudios sugieren que el acceso constante a agua fresca y limpia, junto con alimentos húmedos incluidos en la dieta, promueve una mejor hidratación previniendo potenciales problemas de salud.
La alimentación húmeda no solo satisface el apetito, sino que también incrementa el consumo total de agua, ofreciendo una doble función de nutrición e hidratación, esencial en los cálidos meses de verano.
El verano que necesitan tus mascotas
En verano, es crucial adaptar nuestras rutinas para garantizar la seguridad y el confort de nuestras mascotas. Evitar el calor extremo es fundamental; por ello, se recomienda pasear a perros y gatos durante las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más bajas. Esto previene el sobrecalentamiento y, muy importante: protege las almohadillas de sus patas de las superficies ardientes.
Consulta siempre con tu veterinario para personalizar la dieta de tu compañero peludo y asegurarte de que reciba la nutrición y la hidratación adecuadas.
Fuente: muyinteresante.es