Los “stans” de Asia central, principalmente las antiguas repúblicas soviéticas, esconden una historia apasionante y muchas veces desconocida o ignorada por los occidentales.
Es el caso del pueblo jázaro, el único estado del mundo cuya religión oficial ha sido el judaísmo entre la destrucción de los estados judíos de Palestina por los romanos, y la declaración de independencia del estado de Israel en 1948.
Los jázaros eran una tribu nómada de las estepas del centro de Asia, emparentados con los búlgaros, que en el siglo VII fundaron un kaganato independiente.
Dicho kaganato ocupaba las riberas norte y este del mar negro (incluida la península de Crimea), casi toda la ribera oeste y toda la norte del Caspio, y buena parte de las tierras al norte delimitadas por esta área.
Su origen es misterioso, como el de tantos otros pueblos esteparios, y se barajan varias hipótesis, emparentándolos con hunos, chinos, o turcos, sin que estas hipótesis sean excluyentes entre ellas y que el pueblo jázaro haya sido el resultado de una mezcla de varios pueblos.
Igual de misterioso que su origen, se desconoce el motivo por el cual el judaísmo acabó convirtiéndose en la religión oficial de estado en el país.
Algunos apuntan a una voluntad de diferenciarse de sus vecinos; rodeados al sur por el Califato Abbásida (musulmanes), al oeste por el Imperio Bizantino (cristianos), y al norte y al este por pueblos animistas.
De haber adoptado la misma religión de alguno de sus vecinos, los jázaros podrían haberse visto arrastrados culturalmente a la órbita de dichos vecinos, lo cual no interesaba a los gobernantes del kaganato.
El primer contacto de los jázaros con el judaísmo se produjo alrededor del siglo VIII, al abrir las puertas a los refugiados judíos que huían de las persecuciones que sufrían en varias partes del mundo, como el Imperio Bizantino o Persia.
Esta migración siguió, por lo menos, hasta el s. X, y las aportaciones de los refugiados fueron diversas, como la introducción de la escritura hebrea, además de su religión.
La conversión empezó, como en tantos otros casos, por la casa real jázara, y continuó por el pueblo llano. Esto, que a muchos podría parecerles artificioso e interesado, tiene muchos precedentes con otras religiones en otras partes del mundo, como el cristianismo en el norte de Europa y península escandinava, o el islam en la península arábiga.
Según los historiadores, el reino jázaro fue muy tolerante en materia religiosa y, a diferencia de sus vecinos en los que se perseguía a quienes no profesaban la religión oficial, en Jazaria esto no pasaba.
Aunque hoy nos pueda sorprender, Jazaria fue uno de los estados más importantes de la época medieval, contribuyendo a frenar la expansión musulmana a través de los Balcanes, a la par de frenar también la expansión del Imperio Bizantino.
No obstante, y pese al esplendor mostrado antaño, en el cambio de milenio, el reino jázaro no puedo evitar su destrucción a manos de los rusos, bizantinos y otras tribus que los atacaron sin pausa desde el norte y el este, en un fenómeno similar al que padeció el Imperio Romano.
A partir del s. XI, el reino jázaro se disipa en la niebla de la historia y, de él, poco más se habla.
No obstante, existen testimonios de visitantes del territorio que ocupó, tras el derrumbe del reino, y todavía encontraron practicantes del judaísmo.
De hecho, se especula con que los legendarios “judíos de las montañas” (comunidad de judíos del Cáucaso) son descendientes de los jázaros que se refugiaron en las montañas para huir de las persecuciones.
Fuente: https://significado.com/jazaros/