Síndrome de Fatiga Crónica

Síndrome de Fatiga Crónica

El síndrome de fatiga crónica (su sigla en inglés es CFS) es una enfermedad que se caracteriza por fatiga intensa, a pesar haber descansado. Conocida también como «la gripa de los yuppies», los síntomas de CFS en realidad pueden empeorar con la actividad física o mental. El CFS puede ocurrir súbitamente y persistir durante años. El CFS afecta de dos a cuatro veces más a las mujeres que a los hombres. La causa del CFS no se ha identificado, ni existen exámenes específicos para diagnosticar la enfermedad.
El CFS algunas veces se llama fatiga crónica y síndrome de disfunción inmunológica.

¿Cuáles son los síntomas de CFS?
Los síntomas de CFS a menudo simulan los de la gripa. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de CFS. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
• Fotofobia (sensibilidad de los ojos a luz).
• Dolor de cabeza.
• Nódulos linfáticos dolorosos.
• Fatiga y debilidad.
• Dolor muscular y en las articulaciones.
• Incapacidad para concentrarse.
• Insomnio.
• Aptitud para recordar exactamente el comienzo de la enfermedad.
• Tendencia a olvidar cosas.
• Cambios del estado de animo.
• Confusión.
• Fiebre moderada.
• Depresión.
Los síntomas de la fatiga crónica pueden parecerse a los de otras condiciones médicas. Siempre consulte con su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de fatiga crónica?
El diagnostico de CFS depende de dos criterios:
1. Severidad y duración: La fatiga crónica y severa ha durado más de seis meses y se han descartado otras condiciones médicas.
2. Número de síntomas: El paciente tiene cuatro o más síntomas de CFS.
Todavía no existe un tratamiento específico que haya demostrado ser eficaz para el CFS. Los suplementos vitamínicos y medicamentos tienen algún beneficio terapéutico para algunos pacientes con CFS, pero muchos tratamientos únicamente alivian los síntomas de la enfermedad.
El tratamiento específico para el CFS será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
• Su estado general de salud y su historia médica.
• Que tan avanzada está la condición.
• Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
• Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
• Su opinión o preferencia.
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
• Medicamentos, incluso antiinflamatorios, antidepresivos y otros.
• Actividad física.
• Suplementos dietéticos y preparaciones de hierbas.
• Psicoterapia y asesoría de apoyo.
• Suplementos de vitamina B12.
El síndrome de fatiga crónica puede confundirse con otras enfermedades, entre las que se encuentran las siguientes:
• Síndrome fibromiálgico.
• Encefalomielitis miálgica.
• Neurastenia.
• Sensibilidades químicas múltiples.
• Mononucleosis crónica.
• Enfermedad de Lyme
• Enfermedades relacionadas con el VIH.
• Depresión.
• Hipotiroidismo.
• Malignidades.
• Enfermedades parasitarias.

Factores de riesgo:
Ya se ha comentado el patrón de herencia de la enfermedad.
Alimentación rica en fenilalanina.
No lactación materna.

Prevención:
Diagnóstico precoz mediante amniocéntesis o biopsia coriónica en las primeras semanas de embarazo.
Su detección forma parte de la batería de pruebas que se hacen habitualmente a los recién nacidos, en el marco de los programas de detección de metabulopatías (defectos del metabolismo) impulsados por las Autoridades Sanitarias.
La alimentación baja en fenilalanina debe iniciarse antes de la cuarta semana de vida.
Consejo genético a los padres.

Diagnóstico y tratamiento:
Diagnóstico
Se analiza la sangre del recién nacido tomando unas gotas de su pie.
Tratamiento
El tratamiento consiste en evitar la ingesta de fenilalanina (ver Dieta).
Existen fórmulas lácteas especiales libres de fenilalanina .
Tras el completo desarrollo cerebral el acúmulo de fenilalanina no es tan perjudicial.
Dieta
Los alimentos ricos en fenilalanina, y que deberán evitarse, son las proteínas de origen animal:
• leche materna
• leche de vaca
• productos lácteos
• carne, pescado y huevos
Los alimentos pobres en fenilalanina, y que podrán darse libremente, son las proteínas de origen vegetal:
• vegetales
• frutas
• cereales
• legumbres