Demencia senil, presenil, arteriopática, coreica, tumorales, post-traumática, alcohólica, vesánica, y otras. Como podemos apreciar, existen muchos tipos de demencias. Cada una con un origen y también con diversidad d diagnósticos y tratamientos. A leer, …¡que me vengo loco!.
DESCRIPCIÓN:
Las demencias son estructuras patológicas de la personalidad, basadas en un déficit adquirido y definitivo de las funciones psíquicas intelectuales. Toda demencia tiende a agravarse progresiva e irreversiblemente, tanto en los casos donde las causas son de naturaleza orgánica como psicogenética. El DSM-IV, manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, diferencia tres trastornos cognoscitivos: delirium, demencia y trastornos amnésicos. El delirium es una alteración de la conciencia y un cambio cognoscitivo que se desarrolla durante un período de tiempo corto. La demencia se caracteriza por diversos déficit cognoscitivos, entre los que se encuentra el deterioro de memoria. En los trastornos amnésicos sólo se encuentra un deterioro de la memoria sin otros trastornos cognoscitivos.
CAUSAS:
Existen causas de naturaleza orgánica y psicogenética. Según su origen, las demencias se clasifican en primarias y secundarias. Dentro de las demencias seniles se cuentan:
· Demencia senil: se produce por lesiones destructivas del parénquima nervioso tanto de las células como de las fibras, que sufren atrofia y degeneración.
· Demencia presenil: se caracteriza por un proceso de disolución progresiva de las funciones instrumentales del lenguaje, las praxias y de las gnosias, como en la enfermedad de Pick y en el mal de Alzheimer.
· Demencia arteriopática: se origina por lesiones múltiples en la masa cerebral a causa de procesos arterioscleróticos.
· Demencia coreica: es una demencia tardía originada por un transtorno degenerativo de causas múltiples.
Dentro de las demencias secundarias, están:
· Demencia tumorales: se origina en un tumor cerebral y generalmente son parciales.
· Demencia post-traumática: se debe a accidentes cráneo-cerebrales.
· Demencia alcohólica: es producto final de formas extremas de intoxicaciones y psicosis alcohólicas.
· Demencia vesánica: es la etapa terminal de un grupo de psicosis tales como la manía, melancolía, esquizofrenia y psicosis delirante.
SÍNTOMAS:
· Perturbación de la atención: se encuentra ausente o disminuida la capacidad de concentración.
· Perturbación de la memoria: se observa una ausencia de precisión, inexactitud y lentitud de las evocaciones.
· Reflejo de los rasgos de disgregación y deterioro de la estructura mental en el lenguaje mímico, verbal y escrito.
· Oscilación del humor entre la alegría y la depresión (y en los casos extremos, de la excitación al estupor).
· Proceso de decadencia general que impregna las funciones somáticas.
DIAGNÓSTICO:
El primer síntoma que el médico o los familiares perciben es la falta de memoria. Se llega al diagnóstico en base a preguntas que evalúan el estado mental del paciente y son formuladas a él mismo y a sus familiares. Esto puede complementarse con pruebas neuropsicológicas para determinar el grado de discapacidad y deterioro intelectual. Paralelamente, el médico rastrea otras posibles causas de deterioro mental: enfermedad tiroidea, alteración de los valores de electrolitos en sangre, infecciones, déficit de vitaminas, intoxicaciones, depresión, etcétera. Además de los análisis de sangre habituales, el médico puede solicitar una tomografía computada o una resonancia magnética.
TRATAMIENTO:
La demencia es irreversible. Se debe estimular a los pacientes con demencia mediante ejercicios de rehabilitación para fomentar nuevas redes de conexión neuronal. Con frecuencia se utilizan fármacos para controlar el nerviosismo y los ataques de cólera presentes en algunos estados avanzados de demencia. El médico debe evaluar en cada caso la conveniencia de este tipo de medicación ya que presentan graves efectos colaterales. El mantenimiento de un ambiente familiar ayuda a la persona con demencia a conservar su orientación. Una agenda de gran tamaño, luz encendida durante la noche, un reloj con números grandes o una radio pueden ayudar a la orientación del enfermo. Las rutinas sistemáticas para el baño, la comida o el sueño también le brindarán sensación de estabilidad.