Castellón de la Plana (oficialmente en valenciano: Castelló de la Plana) es una ciudad y municipio español, capital de la provincia de Castellón y de la comarca de la Plana Alta, ubicada en el noreste de la Comunidad Valenciana.
Geográficamente se sitúa al este de la península ibérica sobre una extensión de terreno llano, rodeada por distintas sierras por el interior y el mar Mediterráneo al este, ante el cual se extienden los 8,6 kilómetros de la Costa del Azahar de los que disfruta el municipio. El núcleo urbano principal se encuentra a 27 m de media sobre el nivel del mar y a unos 4 km del mar. A medio camino entre la ciudad y el mar, en plena Marjalería, se cruzan el paralelo 40° norte y el meridiano 0° o de Greenwich, dos de las circunferencias imaginarias que rodean la Tierra. A 30 millas náuticas se encuentra el archipiélago de origen volcánico de las Islas Columbretes, declarado reserva marina en 1990 y reserva natural en 1994.
Castellón es la cuarta ciudad de la Comunidad Valenciana por número de habitantes, ya que según el INE contaba en 2023 con una población de 176 238 habitantes distribuidos en dos núcleos urbanos —Castellón y el Grao— y diversos grupos periféricos, urbanizaciones y diseminados por toda la extensión de su término municipal. Su área urbana funcional se extiende por otros seis municipios de la misma comarca que suman 239 371 habitantes. Su área urbana en 2018 se extendía a otros cinco municipios, la mayoría de ellos de la comarca de la Plana Baja y alcanzó una población de 302 374 en 2016. Estas áreas no se corresponderían en extensión con ninguna de las diferentes propuestas de área metropolitana que se hayan ideado oficialmente o utilizado para la realización de diversos estudios de entidades públicas o privadas.
La población originaria se situaba en el cerro de la Magdalena protegida por el Castell Vell, origen del nombre Castellón, hasta 1252 cuando se trasladó al llano gracias al permiso otorgado por el rey Jaime I de Aragón el 8 de septiembre de 1251, considerada la fecha de fundación del asentamiento urbano actual. Estos hechos todavía se recuerdan con la celebración de las Fiestas de la Magdalena el tercer domingo de Cuaresma, declaradas como fiestas de Interés Turístico Internacional. El 4 de noviembre de 1837 la reina Isabel II concedió a Castellón el título de ciudad después de haber resistido heroicamente a un asedio de tres días por las tropas carlistas en julio de ese mismo año. Desde entonces, y apoyada en su designación como capital de la provincia de Castellón, la ciudad ha ido evolucionando, pasando en muy pocos años de mediados del siglo XX de ser una población agrícola dedicada al cultivo de cañamiel, arroz, cáñamo, cítricos y algarrobo a una ciudad industrial basada en la producción de azulejos, productos químicos, el refino de petróleo y a la prestación de servicios gracias a la instalación de diversas instituciones políticas, judiciales, económicas, educativas, culturales y sociales, como la Universidad Jaime I creada en 1991.
La sucesión de guerras civiles en los siglos XIX y XX provocó una gran destrucción de patrimonio y densificación del núcleo urbano que se vio incrementado gracias al rápido crecimiento de la ciudad fruto del desarrollismo y la muy laxa normativa urbanística vigente en la fecha, que muy pronto se vio desbordada por las circunstancias de la época, provocando que la ciudad se expandiera sin orden resultando en la construcción de altos edificios, viales estrechos, ninguna zona verde y escasos servicios públicos, que colocan a Castellón ante la opinión pública nacional como una de las ciudades más feas de España, porque como dijo el escritor Joan Fuster «Nueva York es como Castelló pero más grande» por sus diferentes y complejas escalas urbanas solo comparables con las de la ciudad estadounidense. Sin embargo, el casco histórico, declarado Bien de Relevancia Local conserva prácticamente íntegro su trazado medieval donde destaca la Torre Campanario exenta, principal monumento de la urbe.
Su esplendor cultural tuvo lugar entre la última década del s. XIX y principios de la década de los 50 con la creación de numerosas obras artísticas, literarias y musicales, así como la aparición de numerosas instituciones culturales y deportivas cuyo máximo exponente fue la firma de las Normas de Castellón, reguladoras de la lengua valenciana en 1932. Tras muchos años de decadencia en este campo, a partir de los años 1990 del pasado siglo se vivió un renacimiento cultural tras la creación de nuevos espacios culturales, la rehabilitación o traslado de los existentes, como el nuevo Museo de Bellas Artes de 2001, y la aparición de nuevos eventos multitudinarios, con especial énfasis en los deportivos, como la celebración de los Special Olympics nacionales en 2008 y la primera y la segunda fases del Mundial de Balonmano Femenino en 2021.
Elementos identitarios
Toponimia
El nombre de la ciudad procede de la construcción medieval CASTELLU+IONE, que significa ‘castillo pequeño’. a su vez CASTELLUM deriva de la forma CASTRUM más el sufijo diminutivo «-ELLUM». Esta construcción gramatical tuvo diversas escrituras como Kastilgón, Castilgone ripa de mare, Castilion o Castiliones entre otras muchísimas grafías, desde la época de la conquista cidiana hasta el 31 de agosto de 1290 cuando por primera vez aparece escrito Castelló tal y como se hace actualmente en valenciano, cumpliendo las reglas gramaticales que han dado origen a la mayoría de diminutivos en este idioma. El origen de este nombre es el castillo que protegía a la población primitiva situada en el cerro de la Magdalena y fue heredada por el nuevo asentamiento cuando se autorizó su traslado a la Plana.
La necesidad imperiosa de distinguir esta población de otras de los mismos dominios reales llevó a la Cancillería Real a crear diversas variantes como las de Castelló de Borriana o Castelló del Camp de Borriana, pues Burriana era la principal localidad de la zona, utilizadas entre 1244 y 1339. Durante el siglo XV aparece la forma Castelló a secas o como Vila de Castelló. La primera referencia al apellido «de la Plana» apareció en 1308, pues la villa era capital de la Gobernación de más allá del río Uxó, también conocida como de la Plana, pero hasta el siglo XVI no se hace habitual. Los cuatro nombres son los únicos que figuran en toda clase de documentación oficial y privada de la época. En su crónica, el autor Rafael Martí de Viciana propone el nombre de «Castellón el Grande», pero sin que la idea tuviese más relevancia.
La primera referencia al uso de Castellón se tiene en 1609, en un documento censal escrito en castellano, pero su uso no es habitual hasta la promulgación de los Decretos de Nueva Planta. Esta letra final N aparece por razones lingüísticas de este idioma y recuerda a la manera en la que se forman los aumentativos en este idioma, creando una gran confusión sobre el significado original del topónimo. Durante el siglo XVIII se viene imponiendo la forma Castellón de la Plana en la documentación oficial
Durante siglos eruditos e historiadores relacionaron Castellón con la ciudad íbera de Cartalias, Castalias o Castalium que aparecía citada en la Geografía de Estrabón y que quisieron corresponder con el lugar donde se emplazaba la fuente de las musas griegas basándose en la etimología inversa, la descripción bastante precisa de aquella ciudad y de pruebas arqueológicas mal estudiadas con la pretensión de engrandecer el relato histórico local.
En 1982 el municipio pasa a denominarse Castellón de la Plana y Grao de Castellón/Castelló de la Plana i Grau de Castelló, abandonando la versión monolingüe en castellano del nombre e incorporando la referencia al distrito marítimo. De nuevo en 1986 se cambia el nombre oficializando la denominación bilingüe en castellano y en valenciano Castellón de la Plana/Castelló de la Plana.
El 22 de marzo de 2019, tras la aprobación previa por parte del Ayuntamiento de Castellón de la Plana y la Academia Valenciana de la Lengua, el Consejo de la Generalidad Valenciana ratificó el topónimo oficial y único en valenciano de Castelló de la Plana, abandonando así la doble denominación. Este cambio en el topónimo se hizo oficial el 15 de abril de 2019 cuando se publicó en el Boletín Oficial del Estado.
El 30 de noviembre de 2023, la Corporación municipal electa en mayo de ese año impulsó el procedimiento para recuperar la denominación oficial de la ciudad en formato bilingüe. De acuerdo con la legislación vigente, para que se oficialice la denominación ha de cumplirse un procedimiento legal y administrativo, que conlleva otras tres aprobaciones en el Pleno municipal, informes de la AVL y la aprobación por parte del Consejo de la Generalidad hasta ser finalmente publicado en el BOE.
En la ciudad se suele acortar el nombre, reduciéndolo a Castellón o Castelló. También es muy utilizado el sobrenombre Capital de la Plana, haciendo referencia la situación de la ciudad.
Gentilicio
El gentilicio castellonense es el oficial de la ciudad y de la provincia. El gentilicio oficial en valenciano es castellonenc para el masculino y castellonenca para el femenino. En el ámbito festero, existe la palabra castellonero/a, referida inicialmente a la indumentaria tradicional, acabó designando por metonimia a la persona que lo porta, y a partir de ahí, se ha convertido también en un gentilicio de uso común.
Símbolos
Escudo de Castellón en cerámica El Fadrí engalanado con la bandera de Castellón y la Banda de Música lista para interpretar la Marcha de la ciudad
Escudo
El escudo de Castellón se define así:
Un losange de oro con cuatro palos de gules y sobre el todo un castillo de plata donjonado de tres torrecillas, y aclarado de gules.
Se trata de unas armas parlantes ya que el castillo representa el nombre de la ciudad.
Bandera
La bandera local se puede definir así:
Bandera de proporciones 2:3. Sobre fondo amarillo cuatro barras rojas, terciada al asta de verde, con el escudo de la ciudad, en el centro junto al asta.
Castellón también cuenta con un pendón con el que se conmemoraba la victoria de la ciudad liberal del asedio sufrido ante el ejército carlista en 1837 y que se vino celebrando anualmente entre 1839 y 1936. Con la entrada franquista se prohibió la conmemoración y el pendón fue guardado hasta la celebración en 1987 del 150 aniversario de la batalla, fecha en la que fue restaurado y exhibido de nuevo. Desde entonces, no se ha vuelto a hacer uso de este símbolo cívico.
Himnos
El himno de Castellón es la Marcha de la ciudad, compuesta en 1945 por Matilde Salvador i Segarra sobre la abertura de la segunda pieza musical de su ópera de marionetas La Filla del Rei Barbut, basada en la mitología castellonense y estrenada en 1943; se adoptó como oficial en 1987 y desde entonces se interpreta en algunas ocasiones solemnes. El Rotllo i canya, un pasodoble compuesto por José García Gómez y letra de Sánchez Gozalbo, fue estrenado en 1946 como himno oficial de las fiestas de la Magdalena y con el paso del tiempo se ha convertido en el himno popular de la ciudad.
Títulos, lemas, eslóganes y condecoraciones
Castellón disfruta desde tiempos inmemoriales del título de «Muy Ilustre». El nombramiento como ciudad tras la victoria contra las tropas de Cabrera en 1837 vino acompañado de los títulos de «Fiel y leal». El 18 de abril de 1876 tras numerosas batallas en el marco de la Tercera guerra carlista el rey Alfonso XII concede a la ciudad el título de «Constante». Estos cuatro títulos se usaron conjuntamente hasta 1938 cuando las tropas franquistas entraron en la ciudad durante la Guerra Civil, se renunció a seguir usando los títulos liberales pero se mantuvo el de uso inmemorial. Actualmente no se hace uso de ningún título honorífico. El 15 de enero de 1876 el ayuntamiento de la capital recibía el título de «Excelencia», del que aún hace uso con la forma de «Excelentísimo».
El escudo otorgado a la ciudad de Castellón en 1843 portaba una cinta saliendo de la cimera con el lema «Triunfó de los enemigos de la libertad, julio de 1837» figurando en el escudo de la ciudad hasta 1931 cuando por la proclamación de la II República se sustituyó la corona real del escudo por una mural, se restituyó brevemente tras la caída de la ciudad en la última guerra civil y se prohibió en 1939 aduciendo que representaba los ideales contra los que luchaba el bando nacional, compuesto por, entre otros grupos, los herederos del Carlismo.
Entre los años 2006 y 2015 utilizó como lema el eslogan «Passió x Castelló»/«Pasión x Castellón» que se reprodujo en todos los documentos oficiales, las comunicaciones y en la identidad corporativa del ayuntamiento, en elementos de promoción turística, en decoraciones festivas, en mobiliario urbano e incluso llegó a dar nombre a un barco velero.
En 2008, para celebrar la creación de la nueva orden autonómica de Jaime I el Conquistador, el Presidente de la Generalidad Valenciana Francisco Camps otorgó la placa de la orden a las principales ciudades de la comunidad, entre ellas Castellón de la Plana.
Geografía y medio ambiente
Ubicación
El municipio de Castellón se encuentra al este la península ibérica, en la costa norte del golfo de Valencia situado en el mar Mediterráneo. Respecto a su provincia, se encuentra descentrado, a unos 32 km del límite con Valencia en Almenara y a unos 76 km del límite con Tarragona en Vinaroz. La ciudad de Castellón de la Plana ha sido tradicionalmente el gran núcleo urbano de la comarca natural de la Plana; sin embargo, según la división comarcal de 1987 el municipio forma parte de la comarca de la Plana Alta. Gracias a colindar con los municipios de Alcora y Onda, el municipio limita con las comarca del Alcalatén y la Plana Baja respectivamente. Sus medidas extremas son: 8,6 km de costa, 17,1 km en dirección este-oeste y 13 km en dirección norte-sur. El conjunto del término municipal tiene una superficie de 111, km² y limita con los siguientes municipios:
Noroeste: Onda, Alcora y Borriol
Norte: Borriol
Nordeste: Benicasim
Oeste: Onda
Este: mar Mediterráneo
Suroeste: Onda y Almazora
Sur: Almazora
Sureste: mar Mediterráneo y Almazora
Los límites del término municipal de Castellón de la Plana se apoyan en accidentes naturales y obras humanas para su delimitación. Empezando por el norte y en sentido antihorario, desde el monolito que marca el límite con Benicasim en la playa del Serradal, la frontera se ciñe al camino de la Ralla de Benicasim hasta llegar a les Serretes por la zona de la Pedrera, las cuáles corta perpendicularmente por la cima de la Roca de la Seda desde donde sigue en línea recta hasta el trifinio con Borriol. Desciende por la divisoria de aguas de la línea montañosa rodeando la urbanización de La Coma y la cantera de la Joquera hasta su encuentro con la carretera de Borriol donde se sigue por el Camino de la Ralla de Borriol, actualmente sustituido por la autovía CV-10, que hace de límite hasta que gira por la carretera de Alcora. Por aquí sigue hasta la altura de la urbanización de la Joquera cerca de la cual se adentra en las aguas del pantano de María Cristina donde busca el límite con Alcora. El límite del municipio respecto a la capital del Alcalatén parte en dos la presa del embalse y se ubica sobre la rambla de la Viuda hasta el barranco de la Pedriza, donde pasa a separar Castellón de Onda siguiendo el lecho de la rambla hasta la Cuadra de Villalón, donde la línea de límite se resitúa sobre el Camino de la Ralla de Almazora, separando Castellón del municipio almazorino. El límite municipal sigue por este camino hasta las proximidades del grupo Perpetuo Socorro, conurbado con Almazora únicamente separado por el Barranquet, por donde sigue hasta el grupo Santa Teresa. A partir de aquí la «ralla» se pierde entre los campos de la huerta siguiendo acequias y caminos rurales secundarios hasta alcanzar el camino de la Donación junto al polígono del Serrallo donde vuelve a alcanzar el mar de nuevo. Existe mucha confusión acerca de si el municipio de la capital y el de San Juan de Moró, creado por segregación del de Villafamés en 1990, colindan. Si así fuese, sería mediante un cuatrifinio en las aguas del embalse entre dichos términos y los de Borriol y Alcora.
El término municipal de Castellón ha sufrido numerosos cambios a lo largo de la historia. En 1857 se segrega de Castellón el actual municipio de Benicasim, y en 1955 se incorporaron las Islas Columbretes al término municipal de la ciudad, aunque hacía años que la ciudad ya se adjudicaba su jurisdicción. El último cambio en los límites castellonenses se produjo en 2022 cuando se intercambió con Borriol diversas parcelas divididas entre ambos municipios en La Coma a cambio del conocido como Molló de la Galera.
Distancias por carretera a otros municipios
Entrada norte a Castellón por la N-340a en el cruce con la Ronda Ciudad
Las distancias a las localidades que se señalan en la tabla, son partiendo de la plaza Mayor y tomando las vías más rápidas.
Localidades | Distancia | Localidades | Distancia | Localidades | Distancia |
Villarreal | 8 km | Burriana | 15 km | Alcora | 22 km |
Nules | 25 km | Cirat | 54 km | Albocácer | 58 km |
Segorbe | 65 km | Valencia | 65 km | Vinaroz | 81 km |
Morella | 104 km | Teruel | 140 km | Tarragona | 190 km |
Alicante | 234 km | Barcelona | 290 km | Madrid | 415 km |
Orografía, hidrografía y geología
El término municipal se encuentra enclavado mayoritariamente sobre el llano aluvial de la Plana formado en glacis por el delta fluvial del río Mijares, que discurre en dirección oeste-este, y de su afluente la rambla de la Viuda que discurre en dirección norte-sur, junto a las aportaciones menores de los ríos Belcaire, Sonella y Seco. La Plana queda cerrada por el interior por las sierras del Desierto de las Palmas, la Sierra de Espadán y la sierra donde se asienta la población de Almenara. En el litoral la Plana presenta grandes superficies de marjal separadas del mar por cordones litorales.
En el margen izquierdo del Mijares se encuentra Castellón, con la mayor parte del término situada en la Plana salvo una pequeña porción al noroeste, ocupada por piedras calizas, que conforma el extremo sur del Desierto. Salvo el norte y el noroeste del término, su relieve es predominantemente plano con una suave pendiente hacia el mar. La Marjalería ocupa todo el litoral y queda separada del mar por una restinga que crea una costa baja y arenosa de 8,6 km de longitud cuya mitad norte ocupan dos de las playas del municipio, y la otra mitad está dedicada al Puerto, cuya construcción modificó profundamente la línea costera, apareciendo una acumulación de tierras ganadas al mar al norte y una inundación de las playas y parte de la tierra firme al sur donde ahora se encuentra el polígono industrial del Serrallo.
La geología de la zona es de sedimentos cuaternarios de origen continental en disposición laminar con importantes depósitos de ambiente mixto marino-continental y con pequeños afloramientos de las eras mesozoicas y cenozoicas. Los fenómenos geomorfológicos más destacables son los abarrancamientos y la acumulación de rocas sueltas, aunque el terreno es estable. Respecto a la edafología, existen suelos del orden entisol, del suborden fluvent al norte del municipio, y del suborden orthent en el resto del municipio; y del orden inceptisol en las zonas de gran pendiente.
La cota más alta del municipio se sitúa al norte en el trifinio con Benicasim y Borriol, en la cara suroeste de la Roca Blanca, con 612 m s. n. m., a solo 175 m de su cumbre que alcanza los 631 m s. n. m. Otros montes importantes son: el Racó de Raca con 458 m s. n. m. que forma parte del vértice geodésico de orden inferior, el Tossal de Llobera con 353 m s. n. m., ambos en el límite con el término borriolense; el Tossal Gros con 354 m s. n. m., la Penyeta Roja con 288 m s. n. m. y la Montaña Negra con 307 m s. n. m. ya se encuentran todos propiamente en Castellón. Cabe destacar por su simbolismo, el cerro de la Magdalena con 111 m s. n. m.2 La altura media del municipio es de 30 m s. n. m.
La rambla de la Viuda es el principal recurso hídrico de Castellón, recorre media provincia de forma paralela a la costa, sobre ella se sitúa el embalse de María Cristina y en ella desaguan todas las corrientes de agua del noroeste al suroeste del término. Su gran capacidad le ha permitido construir su propio abanico aluvial que ha modificado toda la topografía de su alrededor. Constituye el límite oeste del término municipal. El río Seco de Borriol nace en la vertiente oeste del Desierto de las Palmas y baja por el valle de Borriol hasta encajonar su cauce sobre el glacis de la Plana, donde describe una gran curva por el oeste y el norte de la ciudad perdiéndose en la marjal, donde desembocaba en el arrozal conocido como Lluent hasta que en la segunda mitad del siglo XX se construyó un canal artificial para darle una desembocadura directa al mar, entre las playas del Gurugú y el Serradal, que va a ser remodelada en los próximos años para ampliar su capacidad. Constituye el desagüe principal del norte del municipio así como de la Marjalería. A su paso por el casco urbano se encuentra prácticamente encauzado en su totalidad e incluso entre su cruce con la N-340a y la Ronda Norte se encuentra cubierto con un importante vial urbano discurriendo por encima. Hasta 12 barrancos surcan diferentes partes del término municipal, de ellos los más importantes son el de Fraga, que desagua toda la parte este del municipio y que se encuentra encauzado desde el punto en que se acerca al casco urbano hasta desembocar mediante un canal artificial en el mar a la altura del Serrallo; y el barranco del Sol que discurre paralelo al río Seco por el oeste de la Ciudad y cuyas obras de encauzamiento y de desembocadura en el río ya están en marcha. Respecto a las aguas subterráneas, el municipio está situado sobre el sistema acuífero Sierra de Espadán-Plana de Castellón-Plana de Sagunto subsistema de Plana de Castellón, cuyas aguas emergen nutualmente a través de la Font de la Reina, la Font de la Mare de Déu de la Salut y de la Barrassota, pero que fundamentalmente se extrae mediante bombeo para usos agrícolas, industriales y urbanos.
La red de canalizaciones artificiales de agua está muy desarrollada en el municipio, y ha sido una parte vital para el desarrollo económico y urbano de la ciudad. La Acequia Mayor es la más importante pues constituyó el primer sistema de riegos de la zona y abastecía de agua a la villa, es de origen islámico, toma sus aguas del Mijares en Almazora y entra al término castellonense por la zona de Fadrell, que tiene un régimen de riego especial, para luego seguir su camino en dirección sur-norte hasta encontrarse con el núcleo urbano a la altura del Molino de Casalduch. Desde aquí sigue su recorrido entubado por la Ronda Ciudad, pero hasta 2002 circulaba por su recorrido original pero soterrada bajo algunas de las principales calles de la ciudad, donde destacan dos de sus antiguos molinos, hasta salir del casco y recuperar su canal abierto hasta verter sus aguas en la Molí de la Font, lugar también de nacimiento de importantes acequias de la zona norte como la Travessera y de la Obra, que desembocan directamente en el mar. La construcción del embalse trajo la construcción de un nuevo sistema de acequias y canales que permitieron la instalación del regadío al oeste de la ciudad, incluida una nueva toma de agua directa del río Mijares.
Las Islas Columbretes constituyen la parte emergida de un extenso campo volcánico submarino producto del choque entre las placas tectónicas euroasiática y africana. Su actividad comenzó en el mioceno inferior pero fue durante pleistoceno cuando se formaron las islas reunidas en un conjunto de cuatro islotes: l’Illa Grossa, la Ferrera, la Foradada y el Carallot.
Clima
De acuerdo con la clasificación climática de Köppen el clima de Castellón es en general semiárido templado y frío (BSk), si bien está muy cerca del límite con el clima mediterráneo, el relieve de la zona le otorga un carácter de continentalidad. La temperatura media anual es de 18 °C con valores medios oscilan entre los 11 °C de enero y los 26,2 °C de agosto. De este modo, se marcan claramente dos estaciones, el invierno de diciembre a febrero y el verano de junio a septiembre mientras que la primavera y el otoño se caracterizan por su calidez sin a penas variaciones estacionales.
Geográficamente Castellón se sitúa a mitad de camino entre el Ecuador y el Círculo polar ártico, un área de intercambio energético entre las masas de aire frías y cálidas que propicia que en invierno predomine la componente oceánica y en verano la desértica. Por ello predominan fundamentalmente los vientos del oeste (poniente) en invierno a los que en verano se les unen vientos del sureste (xaloc) y noreste (gregal) que influyen en la aparición de brisas marinas de garbí muy influyentes. La intensidad de los vientos suele ser débil, no superando los 15-20 km/h.
Las precipitaciones anuales alcanzan los 435 mm, con importantes cambios a lo largo del año dándose mínimos muy marcados en verano, y máximos en los meses de otoño por el efecto del fenómeno meteorológico de la gota fría, con un máximo secundario en primavera.
La insolación es de 2755 horas/año, con máximo en julio y mínimo en enero.
Algunos de los valores extremos, o récord, registrados en el observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología situado en Almazora, considerados desde 1976 para la precipitación y la temperatura y desde 1978 para el viento son los siguientes. La temperatura máxima absoluta fue de 40,6 °C el 23 de julio de 2009 y la mínima absoluta fue de -4,4 °C el 16 de enero de 1985. La precipitación máxima caída en un día fue de 150 l/m² el 31 de marzo de 2020 siendo el mes de marzo de 2022 el más lluvioso de la historia contando con 20 días de precipitaciones, y el mes de septiembre de ese mismo año fue el más tormentoso con 11 días de tormentas. En cambio solo ha nevado un día del mes de diciembre de 2009 desde que hay registros en esta estación. La mayor racha de viento registrada tuvo una velocidad de 113 km/h y se registró el 25 de marzo de 1983. Según los datos del antiguo observatorio meteorológico situado en el Instituto Ribalta y en funcionamiento entre 1920 y 2023 para precipitaciones y entre 1920 y 1975 para temperaturas, algunos valores extremos allí registrados son los siguientes. la temperatura máxima absoluta se dio el 14 de agosto de 1933 con 30,6 °C y la mínima absoluta registrada fue de -7,3 °C el 11 de febrero de 1956. La precipitación máxima caída en un día fue de 210,5 l/m² el 14 de octubre de 1962 siendo el mes de mayo de1971 el más lluvioso de la historia contando con 25 días de precipitaciones, y el mes de septiembre de 1959 fue el más tormentoso con 10 días de tormentas. El máximo de días de nieve se produjo en diciembre de 1946 con dos días nevando.
Flora y fauna
La vegetación presente en Castellón está muy antropizada, habiéndose sustituido su vegetación potencial por otra más ornamental o provechosa económicamente. Hoy en día la mayor parte de la vegetación está compuesta por cultivos agrícolas de regadío donde destacan los cítricos, especialmente naranjos y mandarinos, que se extienden por todo el municipio dejando los terrenos de marjal a cultivos hortícolas y otras especies de árboles frutales. Entre los cultivos de secano destacan los algarrobos, almendros y olivares, muchos de ellos abandonados y engullidos por otras especies de la zona, como el pino carrasco, pino rodeno y carrascas o acebuches. Los arbustos de estas zonas de pinares montañonsos son densos y variados en especies como los enebros, lentiscos, coscojas, madroños, durillos, aladiernos, romeros, tomillos, lavanda, dos especies de brezos (Erica multiflora y Erica arborea), varias especies de jaras y palmito, la única palmera autóctona de la península muy presente al norte del término. La presencia de matorrales es muy importante en estas zonas y varía dependiendo de la especia de árbol predominante. La presencia de hierbas y matas en los bordes de caminos y carreteras, acequias, parcelas cultivadas y tierras abandonadas es muy característica e importante aunque se está perdiendo debido al uso de herbicidas; esta vegetación es de carácter ruderal, arvense y nitrófila donde destacan la grama, la cola de caballo, correhuela o bledos entre muchas otras especies.
Entre la vegetación de ribera y barrancos destacan árboles como la carrasca, el olmo, el sauce y el olmo de flor, pero la más importante es la vegetación arbustiva de adelfas, madreselva, carizales de cisco y cañaverales. En zonas húmedas como la Marjalería destacan especies como las lentejas de agua (Lemna minor y Lemna gibba), ranúnculos de agua y carrizo, o eneas (Typha angustifolia y Typha latifolia) en los bordes. La vegetación del litoral es del tipo dunar, con presencia de barrón, siempreviva o cardo marítimo dentro de una gran variedad.
Las Columbretes no presentan vegetación arbórea y predominan las especies rastreras perennes. Existen ejemplos de sosa fina, hinojo marino, cambrón o paternostera. Pero las especies más importantes son sus dos endemismos, el mastuerzo marítimo de Columbretes (Lobularia maritima columbretensis) y la alfalfa arbórea (Medicago citrina).
Respecto a la fauna, el grupo de vertebrados que más se puede encontrar en el municipio lo constituyen las aves, representadas con especies como el jilguero, el mirlo, tordos, la alondra, la paloma torcaz, la tórtola, la golondrina, el avión, el mochuelo o el gorrión común entre otras. Las aves acuáticas son muy importantes en ecosistemas húmedos con somormujos lavancos, zampullines chicos, pollas de agua, cigüeñuelas, y chorlitejos chicos aparte de numerosas aves migratorias en sus pasos primaverales y otoñales. La aves nidificantes son escasas, destacando el chorlitejo patinegro que se reproduce en la playa del Serradal.
Entre los mamíferos, las especies más grandes que habitan la zona son zorros y jabalíes, el resto se trata de especies de pequeño tamaño como conejos, ardillas rojas, comadrejas, tejones, o dos especies de musaraña (Crocidura russula y Suncus etruscus). Aunque el animal más destacado es el murciélago con la presencia de hasta tres especies diferentes: común, ratonero patudo y mediano de herradura. De los reptiles hay que señalar la lagartija hispánica, la lagartija colilarga, el dragón, la culebra bastarda o la culebra de escalera entre otras. Anfibios como la rana verde, el sapo común, el sapillo moteado o el eslizón ibérico son comunes en los humedales castellonenses. Tortugas como el galápago leproso y el galápago europeo suelen elegir las costas de la ciudad para nidificar. La variedad de peces también es importante pudiendo encontrar carpas, carpines, lubinas y tres especies de llisa (Mugil cephalus, Liza spp. y Chelon sp.) Pero la ictiofauna más destacada la constituyen endemismos como el fartet y el samaruc, ambas en peligro de extinción.
La fauna de las Columbretes se compone de aves, reptiles, peces e insectos. Aves como la gaviota de Audouin, la pardela cenicienta, el halcón de eleonora o el cormorán moñudo solo nidifican en el archipiélago de entre toda la costa de la Comunidad Valenciana. Además es un punto muy importante de parada en las rutas migratorias camino de África o Europa. El reptil más emblemático es la subespecie endémica de la lagartija de Columbretes. De la fauna marina destacan sargos, morenas, meros, corvinas, delfines mulares, peces luna así como tortugas bobas. Existen al menos 10 especies de insectos endémicos de las Columbretes, entre los que destacan escarabajos como Alphasida bonacherai y Tentyria pazi y el caracol Trochoidea molinae.
Paisaje
El paisaje castellonense se ha dividido tradicionalmente en 5 unidades basadas en sus características geomorfológicas e hidrográficas y que han sido fundamentales en el devenir histórico de la ciudad. Actualmente se encuentran muy desdibujadas por culpa de la extensión del regadío y el gran crecimiento urbano y de las infraestructuras de Castellón durante el siglo XX y parte del XXI. Estas unidades son, de interior a la costa: la montaña, el secano, la huerta, la Marjalería y el litoral.
El paisaje de montaña se extiende por el norte y noroeste del término municipal, ocupando íntegramente la partida rural de la Magdalena, la de Bovalar desde la AP-7 hacia arriba y la de Benadresa a partir de la pequeña sierra de la Galera y hasta el pantano. En esta zona se encuentran todas las elevaciones montañosas del municipio y toda su masa forestal de interés destacando la del paraje de la Font de la Salut y la de la Galera. Hubo intentos históricos de cultivar esta zona mediante la creación de bancales donde se plantaron especies típicamente de secano así como especies exóticas de forma experimental, actualmente estos cultivos están en su mayoría abandonados, pero sus tierras más planas se convirtieron en huertos de árboles cítricos. Tradicionalmente fue una zona muy despoblada salvo alguna masía alrededor de la Torreta Alonso, actualmente existen varias urbanizaciones en torno a la carretera de Alcora y el embalse —la Galera y la Joquera— y en el Bovalar —Tossal Gros y Penyeta Roja—.
La zona de secano se extiende al oeste del municipio, en la franja inmediatamente inferior a la de montaña, con un límite más o menos establecido en el barranco del Sol al norte de la ciudad. Ocupa la mayor parte de la partida de Benadresa, parte de Bovalar —la zona de Mestrets— e íntegramente la totalidad de Estepar y Marrada. Su extensión histórica llegaba prácticamente a la Acequia Mayor, por lo que el crecimiento urbano e industrial ha reducido considerablemente su tamaño. Los cultivos de esta zona solo podían regarse con agua de lluvia, acumulada en balsas o proveniente de escasos pozos, por lo que era ideal para el cultivo de olivos, almendros, algarrobos y cereales. La llegada del regadío lo convirtió todo a los más provechosos naranjos, mandarinos y similares. Su poblamiento histórico era muy disperso en forma de tradicionales masías con grandes terrenos agrícolas, con centro en el grupo Benadresa que concentraba diversos servicios. Conforme se acercaba el núcleo urbano aparece la red de cuadras, declarada Bien de relevancia local en 2021, una serie de caminos rurales de origen medieval surgidos en paralelo al Camino Real de Valencia a Barcelona en torno al año 1280 para el reparto de tierras entre los repobladores medievales de Castellón65 por lo que el parcelario disminuye su tamaño y sus edificaciones se acercaban más las unas a las otras constituyendo la tipología típica del maset. A partir de los años 60 del pasado siglo, el proceso de suburbanización de esta zona fue muy importante por la aparición de industrias, grupos de población periféricos y, posteriormente, polígonos industriales —como los que han hecho desaparecer el Estepar— y nuevas vías de comunicación que han encerrado una parte sensible de esta zona conformando un paisaje en mosaico urbano-industrial-agrícola a la espera de que la ciudad ocupe todo el área interior de la Ronda Ciudad.
La zona de huerta se extiende a continuación, por debajo de la Acequia Mayor y hasta el camino de la Donación, llamado así porque sus límites eran móviles y marcaban la zona desecada de marjal que pasaba a poder ser cultivada de la que seguía sin reunir las condiciones necesarias para ser provechosa. El cultivo típico de huerta se ha ido perdiendo a favor de plantaciones de cítricos siempre regadas con las aguas del río Mijares gracias al sistema hídrico de la zona. Su principal vía de comunicación es el Caminás, un camino de gran interés histórico y cultural y que reúne a su vera numerosas ermitas y otras construcciones en forma de alquería. Gran parte de su extensión también se ha perdido con el crecimiento de la ciudad hacia el sur y el este, presentando varias zonas de paisaje mosaico en torno a la carretera de Almazora y la avenida Hermanos Bou. Históricamente esta zona se dividía con fines fiscales en 8 quadrelles que se reorganizaban cada cierto tiempo, sus límites podían no seguir los lindes de las fincas allí registradas pero sí que eran amojonados y se construía toda la infraestructura necesaria para poder acceder a los terrenos, a diferencia de las cuadras del secano les quadrelles no fueron el origen de ningún camino ni modificaron la parcelación de la zona.
A continuación se sitúa la Marjalería, que va del camino de la Donación hacia el este, hasta llegar al mar. Se puede dividir en dos zonas según el momento de su desecación, la «huerta de marjal» que comprende prácticamente toda la unidad desde el Serrallo hasta el camino del Primer Canal, y el Coto Arrocero o Cuadro que va desde ahí hasta el límite con Benicasim. La «huerta de marjal» fue la primera en desecarse después de un largo proceso histórico, constituye la mayor superficie agrícola del municipio regada con las escorrentías y los excedentes de la huerta inmediata. El Coto arrocero fue desecado a partir de 1967 después de intentar revitalizar de manera infructuosa el cultivo de arroz en Castellón. Esta superficie triangular comprende las partidas rurales de la Font de la Reina, Bovar, Molinera, Senillar, Brunella y Travessera. Su principal característica es el nivel muy superficial de la capa freática lo que convierte esta área en muy inundable. Ambas zonas de la Marjalería presentan una parcelación muy estrecha y alargada y sufren la problemática de los miles de viviendas unifamiliares ilegales para segunda residencia sobre suelos rústicos no urbanizables que han proliferado en las últimas décadas en esta unidad.
El paisaje de litoral ha sido siempre pequeño en extensión, restringido la restinga del Pinar y las playas a norte y sur. La extensión de este cardón litoral es apenas la de la playa al norte del río, a partir de donde empieza a expandirse hasta alcanzar unos centenares de metros de ancho hasta el camino del Serradal, en la zona del actual aeródromo mediante la acumulación artificial de tierras que evitaban las inundaciones del río y luego protegido por el pinar hasta alcanzar unos pequeños cerros ahora desaparecidos en las cercanías de la actual avenida del Puerto dentro del casco urbano del Grao, desde donde volvía a encoger hasta limitarse de nuevo a las playas del Serrallo. La construcción del puerto cambió las dinámicas marinas de la zona, produciendo una ganancia de terreno al mar en forma de triángulo rectángulo al norte del muelle de Levante que separó el pinar del mar aprovechando para su urbanización a partir de los años 1940, y una inundación al sur del puerto que hizo desaparecer la playa y anegó numerosas propiedades. Su relieve característico en forma de pequeños cerros y dunas ha desaparecido, pero el pinar se ha mantenido casi completo habiendo desaparecido el cuarto más al sur —hasta la actual calle Serrano Lloberes— para ser aprovechada por servicios del puerto. El paisaje litoral a día de hoy está conformado por el polígono del Serrallo, el puerto, el núcleo urbano del Grao y un largo seguido de urbanizaciones de residencias estivales a lo largo del camino del Serradal y la playa del Pinar. Las entradas al núcleo grauero y el paseo marítimo de la playa del Serradal se caracterizan también por su paisaje en mosaico, en forma de acumulación de antiguas pequeñas industrias y alquerías de la marjal en el primer caso y del desarrollo de vivienda vacacional en el segundo.
El paisaje de las Columbretes es de tipo marino y constituye un ecosistema muy frágil, por ello presenta varias protecciones que intentan mantener y recuperar su biodiversidad. Actualmente están despobladas y solo se puede visitar l’Illa Grossa de forma controlada siguiendo la ruta, las normas establecidas y las órdenes del personal del paraje natural.
Espacios protegidos
• El parque natural del Desierto de las Palmas fue creado en 1989 por la Generalidad Valenciana. Apenas ocupa 19 Ha en el municipio de Caastellón, divididas en dos porciones, una al norte del término en las estribaciones de la Roca Blanca hasta llegar a la línea de cota de los 400 m s. n. m., y el enclave a partir de la cota de nivel de 80 m s. n. m. del cerro de la Magdalena. También está declardo Lugar de importancia comunitaria y Zona de especial protección para las aves.
islas Columbretes
• Las reservas marina y natural de las Islas Columbretes fueron creadas en 1990 y 1994 respectivamente por el Gobierno de España y la Generalidad. Ocupa 4000 Ha de las aguas del mar Mediterráneo y 19 Ha de tierra emergida. La reserva marina se compone de dos reservas integrales entorno al Murall del Cementeri y el islote Carallot, así como tres zona restringidas en torno a l’Illa Grossa, la Ferrera y la Foradada. Comprende además tres espacios LIC y tres ZEPAs, dos microrreservas de flora; forma parte de una Área marina protegida sobre el corredor de cetáeos del Mediterráneo, del Paisaje singular de Relevancia regional Islas de Columbretes y Tabarca y está declarada Zona especialmente protegida de importancia para el Mediterráneo. Ha sido designada como zona de interés en el plan autonómico de recuperación de la gaviota de Audouin y es objeto de varios planes de recuperación de flora y fauna autóctonas. También ostenta una declaración como BIC.
• El paraje natural municipal la Magdalena fue creado en 2006 por la Generalidad Valenciana. Comprende 14,5 Ha alrededor del cerro de la Magdalena, incluyendo la explanada y parte del barranco homónimo, no protegidas por el parque natural. Se trata de un paisaje muy antropizado de bancales destinados a la agricultura que han sido colonizados por pinos carrascos, de este pasado se pueden encontrar especies como la pitera o la chumbera. De esta zona destaca su importancia histórica y cultural ya que presenta yacimientos arqueológicos que van del neolítico hasta la Edad Media. Está declarado como Bien de Interés Cultural.
• El Molí de la Font es un paraje situado a mitad camino de la marjal y la huerta que alberga el manantial de la Font de la Reina. Allí también existe una cueva, catalogada por la administración autonómica, con una importante población de murciélagos que es objeto de un plan para la recuperación de las especies ratonero patudo y mediano de la herradura. Su vegetación es una mezcla de árboles agrícolas, de secano y de zonas húmedas. En sus aguas se pueden encontrar la mayoría de peces presentes en la fauna castellonense. Actualmente ocupa una superficie de 2350 m² pero está previsto ampliarlo hasta alcanzar los 59 000 m² uniéndola con la cercana ermita de Sant Francesc de la Font e instalando y acondicionando innumerables servicios. Su actual extensión está protegida por dos declaraciones como BRL otorgadas en 2021.
• En el Término municipal existen 83 cuevas y cavidades identificadas. Entre ellas, la catalogada cueva de les Meravelles en el entorno del pantano de María Cristina que también es objeto del plan de recuperación de murciélagos. También hay que destacar la cueva de la Seda, no catalogada pero con importantes yacimientos arqueológicos prehistóricos. Ambas cuevas fueron declaradas Bien de relevancia local en 2021.
• La microreserva de flora de la playa del Serradal comprende las dunas naturales que en 1990 entraron dentro de un plan de recuperación dunar y que gracias a esta práctica ha permitido el arraigo de vegetación y fauna propia y característica, siendo la zona elegida por el chorlitejo patinegro para nidificar.
• La huerta situada al sur de la ciudad entre la avenida Hermanos Bou, el camino de la Donación, Almazora y la CV-18 y la Ronda Ciudad de la capital forma parte del Paisaje singular de Relevancia regional «Huerta de la Plana de Castellón». Pese a estar amenazada por importantes vías de comunicación y la industria del Serrallo también es una de las zonas más libres de edificaciones irregulares. En esta zona destaca la red de caminos rurales y acequias y la ermita de San Jaime de Fadrell de interés histórico y cultural. El Barranquet es objeto de un plan de recuperación de flora y fauna autóctona.
• Así mismo, la masa forestal presente en el municipio, especialmente en norte y el oeste del término presentan cierto grado de protección. De toda su reducida pero importante extensión, destacan las arboledas alrededor de la ermita de la Salud, del antiguo Cuartel, del Hospital de la Magdalena y del pantano de María Cristina.
• El parque del Pinar se encuentra en el Grao paralelo a la playa del mismo nombre. Tiene una superficie de 121 295 m², dos tercios de los cuáles están ocupados por un campo de golf de 9 hoyos. Constituye los restos de una gran pinada que separaba el mar de la Marjalería. Está acondicionada con mobiliario urbano, zonas de juego, pistas deportivas, cafetería y una piscina de verano. Es la zona de recreo más popular de la ciudad. En 2021 fue declarado Bien de relevancia local.
• El descansadero de la ermita de Sant Roc de Canet, también conocido como les Fontanelles, contiene en su escaso espacio una interesante cantidad de arbolado muy desarrollado de lledoners o boj entre otras. Desde 2021 la ermita y su entorno ostentan dos declaraciones de BRL.
• El Parque del Meridiano está situado en plena Marjalería en el punto preciso donde se cruzan el meridiano de Greenwich con el paralelo 40° N. Fue creado en 2002 y cuenta con 10 782 m². Su flora es muy variada con ejemplares de almendros, olmos, lledoners, laureles o sauces. Es un punto muy importante para la observación de la fauna característica de la marjal castellonense.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Castell%C3%B3n_de_la_Plana