La rotura del tendón rotuliano es una lesión producida por una contracción muscular violenta. Más que una rotura tendinosa es el arrancamiento de su inserción en el pico de la rótula, aunque el fragmento óseo es mínimo. La lesión se extiende transversalmente a las aletas rotulianas.
Gran dolor
En el momento de la rotura hay dolor súbito con perdida completa de la extensión de la rodilla, seguido de manifestaciones dolorosas e inflamatorias locales. La palpación revela la pérdida del relieve del tendón y la rótula ocupa un nivel más alto, desplazada por la masa muscular.
El tratamiento es siempre quirúrgico mediante reinserción del tendón rotuliano a la rótula, sutura de las aletas rotulianas y como protección de esta sutura a tensión, una lazada alámbrica o una cinta de material reabsorbible transósea desde rótula a espina tibial anterior.
Recuperación
La recuperación es muy complicada. Aunque se pueden dar plazos, muchas veces es preferible hablar de pasos a seguir. El primero es la cicatrización, es decir, que el tendón vuelva a fijarse al hueso. Antes se inmovilizaba con un yeso durante un mes o mes y medio. Ahora, ese plazo se ha acortado a dos semanas. A partir de ahí comienza a moverse muy poco a poco. El segundo es la remodelación, comienza a liberarse para recuperar la movilidad. A partir de ahí, depende de la genética, de cómo sea la lesión, de la dedicación… Se puede hablar de un plazo medio de 4 a 6 meses.