El origen de la palabra proviene de la mitología griega. Era el hijo de Hefesto, un gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo.
Un buen día Caco osó robarle a Hércules varias cabezas de ganado (vacas y bueyes) que escondió en el lugar donde guardaba todo lo que hurtaba, en el Monte Aventino. Hércules entró en cólera y no paró hasta que recuperó sus reses, descargando toda su furia sobre Caco, al que según unas fuentes mató a golpes y según otras enterró vivo en el mismo lugar donde guardaba las cosas que robaba.
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