Desde hace unos años, las arañas se han convertido en otro animal que podemos tener en casa como mascota.
Son seres poco ruidosos, tranquilos, necesitan poco espacio y puede convertirse en un pasatiempo realmente fascinante. Eso sí, no son mascotas «de acariciar», y el no tratarlas con delicadeza y cuidado puede acarrear consecuencias.
A la hora de elegir una araña, existen algunos detalles que podrán facilitarnos nuestra decisión, como por ejemplo:
• ¿Macho o hembra?: es una decisión personal, pero hay que tener en cuenta que la expectativa de vida de las hembras es notablemente mayor que la de los machos.
• Arañas para principiantes: si nunca antes hemos tenido una araña, lo mejor será empezar por especies que sean tranquilas y fáciles de cuidar. Normalmente las subespecies terrestres son las que más se recomiendan en un principio, como la «Grammostola rosea», también conocida comúnmente como «araña pollito».
• Informarse bien de la especie: al adquirir la araña, no tenemos que olvidarnos de solicitar sus datos. Saber el nombre científico nos ayudara a aprender a cuidarla mejor.
El hábitat de nuestra araña
Como ya hemos dicho, las arañas son unas mascotas relativamente fáciles de cuidar. Las necesidades de espacio de nuestra mascota no son de grandes dimensiones. Dependerá de cada especie, pero por tener una orientación el terrario tendrá que ser aproximadamente de un mínimo de tres veces el tamaño de la araña tanto de largo como de ancho. Y un dato que es muy importante, que esté tapado de una manera segura aunque con buena ventilación. Las arañas son las maestras del escapismo, ¡mejor no llevarse sorpresas!.
También tendrán que tener un sustrato mezcla de tierra con vermiculita, con un espesor de unos 7 cms para que tengan espacio para crear madriguera y mantener la humedad. Además, es conveniente darle algún tipo de «escondite», como piedras o troncos huecos.
El menú arácnido
La alimentación de nuestra araña también dependerá en parte de la especie a la que pertenezca. Por ejemplo, una dieta de grillos complementada con otros insectos es perfecta para la mayoría de las tarántulas. Las arañas por lo general comen muy poco, así que no es necesario alimentarlas a diario. Sin embargo, si la araña no es adulta necesitará alimentarse varias veces por semana.
Disponemos de una gran variedad de insectos que harán las delicias de los paladares arácnidos más exigentes, como
• Gusanos de harina
• Grillos
• Moscas
• Pequeños lagartos o ranas (en arañas grandes tipo tarántula, por ejemplo)
Eso sí, hay que tener en cuenta que las arañas solo comen insectos o animales que estén vivos. En las tiendas de mascotas podrán facilitarnos grillos u otras variedades que podremos dar a nuestra mascota sin riesgo a que se envenene por insecticidas u otras sustancias.
Las arañas también necesitan agua. Es conveniente colocarles un recipiente con agua limpia y fresca pero que no sea muy profundo para que no haya riesgo de que se ahoguen.
La muda
Es uno de los momentos más importantes de la vida de la araña. Estos animales crecen eliminando su exoesqueleto viejo y cambiéndolo por uno nuevo. Durante este período de tiempo, la araña se mostrará mas estresada que de costumbre, y es más vulnerablea cambios de humedad o temperatura.
Las arañas suelen dejar de comer mientras se produce la muda, por lo que no debemos preocuparnos si vemos que pasa varios días sin comer. Es más, es aconsejable no colocar alimento vivo cuando ha perdido la piel antigua, ya que cualquier golpe por leve que sea, como el que pueda dar un grillo, puede lastimar a nuestra mascota.
Y algo muy importante. Durante este tiempo, ¡no podremos manipular a nuestra amiga arácnida en absoluto! Son muy vulnerables a cualquier golpe hasta que su nuevo exoesqueleto se endurezca totalmente, y este proceso puede durar hasta 2 semanas. Así que paciencia, que lo más importante, como siempre, es poder disfrutar de nuestro compañero arácnido.
Fuente: http://www.mascotea.net/es/blog/2013/03/06/cuidados-y-mantenimiento-de-las-aranas-como-mascotas