Un mal olor puede mostrar un problema interno como una infección o una dieta inadecuada en el animal.
Debemos estar muy atentos frente a cualquier cambio de olor y saber cómo evitar problemas serios.
Los gatos son animales que apenas desprenden olor ya que se pasan la mayor parte del tiempo lamiéndose, pero ocurren situaciones en las que pueden desprender un hedor realmente desagradable. Mucha precaución con ello, puede que sea una señal clara de que la salud de nuestro gato no está bien.
Es posible que, en ocasiones, el gato desprenda un aroma como a heno que hasta puede resultar agradable. Esto sucede porque sus glándulas salivares desprenden un componente desodorante que hace que se sientan frescos y limpios.
Este hecho de lamerse ya no es únicamente una cuestión higiénica, es una cuestión biológica venida de sus antecesores para su supervivencia. Lamiéndose hacen casi imperceptible su aroma, siendo así casi invisible para presas y depredadores.
Si nuestro gato desprende un olor poco común, desagradable o llamativo es importante que sepamos diferenciar si nos encontramos frente algún tipo de infección o es algo natural que nuestro gato puede sufrir en momentos de su vida, ya sea por el celo o por la secreción de sus glándulas. Sea como sea, se necesita una observación previa y un diagnóstico posterior.
Por esto, como decimos, cuando nuestro gato desprende un mal olor debemos alarmarnos y ver cuál puede ser la causa de este hedor. Lo más importante es acudir a un veterinario para que nos ayude a determinar una solución pero, os traemos algunas pautas para conocer la fuente de nacimiento de ese olor y, por tanto, de ese problema.
Una vez descubramos la fuente del problema será más fácil determinar qué está pasando, diagnosticar su gravedad y, ante todo, poner solución por la salud del minino. Es importante que cuidemos la higiene de nuestro gato, es básica para su salud y, de esta manera, podemos evitar muchas enfermedades de diversa índole al animal.
Desde Muy Mascotas os contamos los principales motivos por los que un gato puede desprender olor y los principales consejos a seguir para evitarlo.
• Oído
Una de las fuentes del olor pueden ser los oídos. Cuando nuestro gato tiene una infección de oído grave, sus orejas pueden oler de manera muy desagradable. Si esto ocurre, es necesario que se lleve al veterinario ya que además de olerle, le estará doliendo continuamente los oídos, provocando tendencias repetitivas como rascarse sin parar las orejas, estar inquieto e incómodo.
• Boca
Si el mal olor viene dado por el aliento del gato, podemos estar hablando de una infección bucal de dientes o paladar, un absceso bucal o incluso problemas más serios como infecciones digestivas. Será fácil detectar esto ya que al lamerse el animal extenderá ese olor por todo su cuerpo.
• Tema digestivo
Hay ciertos alimentos que hacen que la digestión de nuestro gato no sea la adecuada. Si tu gato tiene hinchazón abdominal o flatulencias quizás sea que algunos alimentos de los que le aportas no le sientan bien (suele pasar mucho con la leche) pero es necesario que un veterinario determine esto ya que el animal puede ser intolerante a ciertos alimentos en concreto o incluso que tenga algún tipo de parásito intestinal.
• Maduración sexual
La causa más común para el mal olor es que cuando los gatos alcanzan su madurez sexual, su orina desprende un olor muy fuerte. Esto no tiene solución más allá de una castración del animal.
• Glándulas
Debajo de su cola los gatos poseen unas glándulas anales que si están sanas no deberían desprender olor. Si estas glándulas comienzan a oler, probablemente se hayan llenado y obstruido. En ese caso es necesario acudir a un veterinario ya que puede desembocar en problemas más graves para el animal.
• Bacterias
Pulgas, garrapatas y ácaros pueden provocar un mal olor en el pelaje del animal ya que provocan infecciones bacterianas serias en la piel del gato. Si esto ocurre, es necesario un tratamiento para cada tipo de parásito.
¿Qué hacer?
Como explicábamos, para impedir todo esto, una higiene completa del animal es básica para su salud. Cuando decimos completa decimos desde su pelaje hasta sus dientes.
• Cepillado básico
Una buena manera de deshacerse de la suciedad y evitar problemas cutáneos es un cepillado al menos dos veces por semana.
• Higiene
Un baño rápido con los productos adecuados para asegurar una limpieza completa del animal si este se ha ensuciado, puede ser buena idea. También se le puede bañar con champú en seco.
• Precaución
Si les hemos bañado con algún producto antipulgas, antigarrapatas u otro parásito hay que evitar que se laman. Estos productos pueden contener subproductos tóxicos.
• Importante: dientes
Muchas veces nos olvidamos de la higiene bucal del gato y es casi la más primordial para evitar problemas y malestar al animal. Se debe realizar un cepillado de vez en cuando, con una pasta dental y cepillo especial para felinos recomendados, si puede ser, por el veterinario.
• Bandeja sanitaria
La bandeja sanitaria debe estar siempre limpia ya que las patas de nuestro gato entran ahí y pueden ensuciarse.
• Dieta
Debemos determinar cuál es la dieta que necesita nuestro gato en función de sus preferencias y características. Tras esto, debemos averiguar si hay ciertos alimentos que nuestro gato no digiere bien o a los que nuestro gato es intolerante. Utilizar una alimentación adecuada es básica para su bienestar.
• Heridas
Al ser tan curioso, es natural que el gato se haga alguna herida o arañazo. Si estas lesiones se infectan, emanarán un olor fétido. Por esta razón, es bueno revisar de vez en cuando a tu gato para ver si tiene heridas o arañazos.
• Castración
Si quieres evitar definitivamente problemas a tu gato que pueden desprender un mal olor, lo mejor es optar por la castración. De esta manera evitaremos quistes, embarazos no deseados y problemas en sus glándulas.
Fuente: https://www.muymascotas.es/salud/gato-sano/fotos/como-interpretar-el-olor-corporal-de-un-gato