Este refrán se usa para avisar contra los efectos negativos de la monotonía o la repetición cansina de las cosas.
Se puede usar para otras muchas cosas. En general es una exaltación de la moderación como actitud vital.
Conocido es el caso de un tema de conversación determinado, que si bien puede resultar ameno en un primer momento, si solo se habla de eso, resulta aburrido y es objeto de rechazo.
Pasa igual con la comida. Por mucho que nos guste un determinado plato, si solo comemos eso, con el tiempo terminaremos aborreciéndolo.
Fuente: https://www.portalsolidario.net/ocio/visu/refranes.php?rowid=6729