Un hoax se nutre a partir del uso de datos sueltos reales para crear una mentira o trampa capaz de propagarse a nivel social. Se diseñan o potencian leyendas urbanas, posibles peligros o pedidos de ayuda que conmueven.
La mejor forma para contraatacar un hoax, es verificando los datos
Una de las teorías del origen etimológico del término, fue propuesta por el autor Robert Nares, quien sobre fines del siglo 18 describió el hoax como una forma de engañar, con procedencia en el verbo hocus, vinculado al arte de la magia.
Por su parte, una de las posibles características de los mensajes engañosos de esta índole, que incluso ayudan a clasificarlos, es que concluyen con una forzada invitación a reenviarlo a por lo menos diez contactos, y así evitar algún tipo de castigo o lograr algún beneficio.
En España un Hoax se presenta como bulo, no obstante en Argentina o Uruguay tal traducción implica el espacio privado de un individuo, razón por la cual se lo indica típicamente como engaño o, ejemplificando el contexto, una falsa cadena de correo, entendiendo la técnica de difusión.
La historia de las mentiras es tan vieja como la de la humanidad, pero si nos referimos a estas como las cadenas de correo electrónico con una intencionalidad lucrativa o de interés, nacen poco después de que empezara la expansión de Internet entre la ciudadanía en los Estados Unidos, aunque sin una fecha clara debido a la dificultad de clasificar exactamente muchos de los engaños, ya que algo como el scam nigeriano puede entrar en la categoría de hoax, pero también de estafa.
Diferencia entre Hoaxes y Fake News
La moda de las Fake News amenaza sobre temas de sensibilidad social
Las fake news constituyen noticias concretas con una intencionalidad de influencia político/social, y que generalmente tienen en las redes sociales y la mensajería instantánea su vehículo de transmisión. Puede comprobarse que son falsas, e incluso se llegan a desmentir, pero ya han causado su efecto, y el desmentimiento llega muy tarde y de forma muy discreta como para eliminar el efecto provocado por la noticia en sí.
En cambio, los hoaxes pueden generalmente llegan por e-mail como cadenas de correo, sin un objetivo explícito aparente, y que pueden ir desde temáticas en las que se vaticina buena suerte si se reenvía el mensaje, y calamidades de todo tipo si no se hace, hasta historias que rozarían lo que se conoce como leyenda urbana (si no entran plenamente en ellas).
Puede haber hoaxes sin ninguna intencionalidad más que la de confundir, haciendo pasar un rato divertido a quien las difunde, mientras que otros pueden tener una intencionalidad escondida, diluyendo de esta forma la delgada línea que los separa de las fake news.
Otra sutil diferencia es que las fake news esconden o tergiversan datos, mientras que los hoaxes directamente pueden inventárselos. Nuevamente, encontramos ejemplos de una y otra práctica en cada una de las acepciones.
De hecho, a nivel funcional y práctico, casi que podemos considerar ambos como la misma cosa, o bien que las fake news son una evolución o versión moderna de los hoaxes.
Cómo detectar un hoax
Aunque su método de propagación tradicional suele ser el correo electrónico, debemos vigilar también nuestras redes sociales y la mensajería instantánea.
Generalmente, el hoax llega como una historia que remite a que la policía está avisando de algo, u otro organismo es el que lo está haciendo. Puede hablar, por ejemplo, de un virus informático que se está expandiendo en Internet, o bien de una estafa telefónica que se está haciendo.
La explicación se hace con profusión de detalles e incluso ilustraciones (imágenes que pueden corresponder a otro contexto, o haber sido manipuladas), pero lo que es común a todos los hoaxes es una petición para reenviar el mensaje a todos nuestros contactos, una petición que llega en forma de exhortación.
Un ejemplo que ha cundido en las redes sociales/servicios de mensajería y, más concretamente, en WhatsApp (que tiene más de lo segundo aunque hay quien lo considera parte de lo primero), es un hoax que clama porque el servicio será de pago si no reenviamos el mensaje en que se nos informa de ello a todos nuestros contactos.
De la misma forma, se han hecho supuestas peticiones a través de WhatsApp para reenviar un icono o dibujo afirmando que, si los usuarios lo compartían un número suficientemente alto de veces, WhatsApp lo incluiría como emoji en la aplicación.
¿Presentan algún peligro?
Inicialmente, y como simples mentiras, no más que el hecho de creérnoslas, aunque deberíamos ser críticos con todo lo que recibimos y comprobarlo (comprobar las fuentes).
El problema es si en el hoax se nos pide hacer algo (a parte de reenviar el mensaje), como llevar a cabo una serie de acciones en nuestra computadora o en nuestro smartphone, ingresar a algún sitio web, o dar nuestros datos personales de alguna forma.
Si este es el caso, no seamos impulsivos: vale la pena pararnos, sopesar las acciones que se nos pide llevar a cabo, e informarnos sobre el contenido del mensaje y las acciones que se nos solicitan.
Si lo que se nos pide llevar a cabo implica computadores u otros dispositivos tecnológicos, lo mejor es consultar con un profesional en la materia.
Fuente: https://significado.com/hoax/