A nivel biológico, el amor es fruto de un sano desequilibrio bioquímico. Los cerebros de los amantes están inundados de un neurotransmisor -molécula que lleva mensajes entre neuronas- llamado dopamina.
Ésta se cuece en el sistema límbico, la parte del cerebro más involucrada en las emociones. Las personas con el sistema neuroendocrino bien ajustado tarde o temprano se enamoran.
Es inevitable. Ahora bien, trastornos como la depresión y el autismo vienen de la mano de desajustes hormonales a nivel cerebral. Por ejemplo, una sobredosis de prolactina en el hombre y de andrógenos en la mujer alteran la capacidad afectiva. Lo mismo sucede con ciertos trastornos psicosomáticos, como la alexitemia.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/curiosidades/preguntas-respuestas/ies-posible-no-enamorarse-nunca