Ver que se cae el pelo angustia, pero no en todos los casos eso significa el camino a una calvicie inminente o el signo de una enfermedad. De hecho, se calcula que perdemos a diario entre 50 y 100 cabellos, lo cual es normal.
La doctora Leyre Aguado, dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra, explicó que «en el cuero cabelludo hay pelos en distintas fases: unos están creciendo, otros están estabilizados y otros se tienen que caer», por lo que no hay de qué preocuparse de este proceso fisiológico.
También puede suceder que la caída de cabello remite al momento del año en que estamos. «A la mayoría no se nos caen 100 cabellos cada día, sino que pasamos por épocas en que se nos caen sólo 50, 60, 70 y por otras en que se nos recambian 150 ó 200 al día. Y estas épocas coinciden muchas veces con el final del verano y el inicio del otoño», señaló Ramón Grimalt, profesor titular de dermatología de la Universidad Internacional de Cataluña.
¿Pero cuándo, entonces, debemos alarmarnos? Según explicó el experto a BBC Mundo, «lo que tiene que preocuparnos realmente es nuestra fotografía y no nuestro cepillo».
Es que los pelos más visibles en el peine y preocupan a las mujeres se ven más voluminosos y pueden parecer más de la cantidad normal que debe caerse.
En cambio, uno debe consultar si ve áreas más claras en la cabeza, que son resultado de la disminución de la densidad de pelos que se observan en el cuero cabelludo.
Calvicie, una paradoja
Aunque sea difícil de creer, Grimalt explicó que a los hombres que se quedaron calvos no se les cayó el cabello. Lo que sucedió es que «su raíz enferma deja de trabajar y provoca una situación que los médicos llamamos la miniaturización, es decir, la raíz fabrica cada vez un tallo más fino y al final es tan fino que se convierte en vello y va desapareciendo».
«Las enfermedades que provocan calvicie en la mayoría de los casos no están asociadas a un aumento del recambio porque precisamente la raíz está enferma. Y al enfermarse la raíz, la persona no desprende pelo porque no le sale. Si se me recambia el cabello, estoy sano. Si se me cae el pelo es una buena señal, porque el pelo nuevo que está debajo está apretando para que caiga el viejo», explicó.
Factores para la caída del cabello
Son muchas las causas por las cuales ocurre este fenómeno. Entre ellas están el envejecimiento, la genética y los desbalances hormonales. Aquí, una breve lista.
-Efluvio telogénico agudo. Esta forma común de pérdida de cabello ocurre dos o tres meses después de una situación de estrés corporal intenso, como una enfermedad prolongada, una cirugía o una infección grave. También, tras un cambio repentino de los niveles hormonales, en especial después de tener un bebé. Se pueden ver los cabellos en la almohada, en la ducha o en el cepillo.
-Efectos colaterales por consumo de fármacos. Aparece tras la ingesta de medicamentos con litio, beta bloqueadores, warfarina, heparina, anfetaminas y levodopa. También tras la quimioterapia.
-Alopecia androgénica o calvicie hereditaria. Es común entre los hombres y puede ocurrir a edades tempranas. Suele ser causada por la interacción de tres factores: tendencia hereditaria a la calvicie, hormonas masculinas y aumento de la edad. Las mujeres no están exentas y con la edad pueden desarrollar algún grado de calvicie.
-Síntoma de una enfermedad. Puede responder a patologías como lupus, sífilis, un desorden tiroideo como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo o bien ser una manifestación de una deficiencia de proteínas, hierro, zinc o biotina.
-Infección por hongos en cuero cabelludo. En este caso, la pérdida de cabello ocurre en parches. Al infectarse la piel, el cabello se quiebra en la superficie y se desprenden escamas.
-Alopecia areata. Esta enfermedad autoinmune hace que el cabello se caiga en una o más áreas pequeñas. La causa de esta condición es desconocida. Cuando el mismo proceso provoca la pérdida total del cabello se conoce como alopecia total.
-Alopecia traumática. Está asociada a técnicas de peluquería agresivas, en las que el cuero cabelludo es sometido a tirones, calor extremo o sustancias químicas muy fuertes.
Fuente: docsalud.com