El alumno es el papel de un individuo dentro del proceso educacional en pos de adquirir nuevos saberes. Es aquél que se coloca -lisa y llanamente- a disposición para aprender.
En este marco es importante valorar el conocimiento que uno obtiene de modo imperceptible desde las experiencias y la formación sociocultural impartidas desde el seno familiar y el que se logra al participar de espacios explícitos para tal fin, como la escuela o universidad.
Su origen remite al latín alumnus, el cual está asociado al verbo alĕre, que puede interpretarse como nutrir o alentar en el sentido del desarrollo individual (la RAE lo distingue como alimentar, y si bien esta raíz lingüística da origen al término alimento, ésta última relación está dada porque una buena alimentación afecta y posibilita el crecimiento físico e intelectual).
Estructura asimétrica entre docentes y alumnos
En la educación formal, es decir, la que se desarrolla en instituciones educativas, en todos sus niveles (inicial, primario, secundario, terciario, universitario) hay dos roles fundamentales, que organizan todo el proceso de enseñanza-aprendizaje: docentes y estudiantes. Los mismos roles están presentes en los institutos, por ejemplo, de inglés o de artes, en la relación que se da entre docentes de clases particulares y sus alumnos, en cursos presenciales o virtuales, etcétera, es decir, siempre que hay una transmisión de conocimientos y cierta asimetría.
A cada uno le corresponden determinadas tareas y responsabilidades, pero es el docente quien está a cargo de las decisiones sobre lo que se hace en las clases (qué, cómo y cuándo) y determina si se han adquirido los conocimientos curriculares, por medio de distintos tipos de evaluación.
Entonces, hay una diferencia de poder, pero eso no significa que el estudiante no pueda manifestar sus opiniones al docente, si es de modo respetuoso y con argumentos. Además, el docente debe dirigirse a los estudiantes también de manera cortés, pues esta asimetría no refiere bajo ningún punto de vista al valor de los sujetos involucrados, sentido en el cual somos todos iguales.
Espacio idóneo
Docentes y alumnos se relacionan dentro de la institución educativa, que posee un lugar, generalmente el aula, pero también hay espacios virtuales, especialmente para niveles terciarios y universitarios. Además, hay horarios, que pueden ser más o menos flexibles, según el dispositivo.
En el caso puntual de la escuela, se trata de un lugar físico, con una franja horaria, descansos pautados en recreos, salones con sillas individuales (o bancos grupales) y pizarrones (o pizarras). Es una institución sumamente pautada, que supone objetivos tanto de enseñanza-aprendizaje, como de comunicación, comportamiento y valores morales.
La escuela, ya sea de gestión pública o privada, de tipo religiosa o laica, posee otras figuras además de los docentes, como los directivos y el equipo de orientación, todas las cuales se relacionan en jerarquía.
Usualmente, en la escuela primaria y secundaria, los estudiantes son más jóvenes que los maestros y suele atribuirse a esta diferencia el trato jerárquico entre ambos. Pero no es una cuestión elemental, pues en las escuelas para adultos, los institutos terciarios, carreras universitarias y otros centros educativos, muchas veces los estudiantes tienen edades similares o superiores a los docentes y eso no revierte la asimetría de poder.
Teoría de Vigotsky: Aprendizaje y Zona de Desarrollo Próximo
Muchos autores cuestionan la idea de una figura que carece de saberes, que no sabe nada, y que el docente “llenará” de información, porque esto los posiciona en un rol pasivo, y se los supone sin conocimientos previos. Absolutamente todas las personas, de cualquier edad, poseen conocimientos, aunque no sean los pretendidos por la institución escolar.
Entonces, muchas veces se prefiere hablar de estudiantes con un rol activo y autónomo en su proceso de aprendizaje, capaces de cuestionar lo leído y reflexionar, no simplemente repetir de memoria.
Entre lo que el estudiante sabe, “nivel real de desarrollo” y el llamado “nivel potencial” se encuentra lo que Lev Vigotsky nombró como Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), una distancia entre los niveles mencionados, que se irá corriendo para que el aprendizaje potencial sea real, esto con la ayuda de un docente o de un compañero más experto, pero luego se podrá hacer de modo autónomo.
La responsabilidad del maestro y sus métodos
Lejos de la perspectiva tradicional, un docente comprometido, apasionado de su labor y respetuoso, buscará incentivar en los estudiantes las ganas de aprender, así como la libertad de pensamiento, para cuestionar lo estudiado y la creatividad.
Con esta finalidad, no se transmitirán los saberes como verdades absolutas, sino como teorizaciones, con un grado de verdad confiable, que en la actualidad son avaladas por ciertos organismos u autores, pero que en el futuro pueden modificarse, algunas más que otras.
También la clase es un lugar propicio para favorecer la autoestima y la capacidad de expresión, verbal y escrita, descubrir los intereses vocacionales y acompañar a los estudiantes en su crecimiento, darles herramientas de socialización, promover vínculos sanos, prevenir la violencia escolar, etcétera.
Fuente: https://significado.com/alumno/