¡Que si quieres arroz, Catalina!

¡Que si quieres arroz, Catalina!

Esta expresión se emplea familiarmente para ponderar cualquier dificultad invencible.

 

La procedencia del dicho es poco conocida. Una curiosa versión apunta que hace mucho tiempo vivía en tierra de León un judío converso cuya esposa se llamaba Catalina. La mujer sentía una verdadera fascinación por el arroz, hasta el extremo de que lo recomendaba como remedio universal de todos los males.
Un día Catalina cayó enferma y, como rechazaba todas las pócimas y medicinas que le facilitaban, los familiares decidieron ofrecerle un plato de arroz. Pero Catalina tampoco lo quiso tomar. Para animarla, los parientes desesperados empezaron a recitar a coro, una y otra vez, la siguiente frase: «¡Que si quieres arroz, Catalina!».
Pero fue en vano. La mujer se negó a probar su alimento, antes predilecto, y murió.

Fuente: http://dichosrefranespopulares.blogspot.com.ar/2010/12/dichos-y-refranes-que-empiezan-con-la_9982.html