Un iceberg es una estructura de hielo independiente que emerge sobre el océano escondiendo su verdadera dimensión.
Es un préstamo del inglés, que tiene su raíz en el neerlandés medio como ijsberg, siendo un neologismo formado por ijs, que se traduce como hielo, y berg, que responde a montaña, sobre el indoeuropeo *bhergh-, en alusión a la altura.
Características de estas formaciones de hielo
Estas inmensas masas de hielo con gran cantidad de agua dulce tienen dos posibles orígenes: el desprendimiento de un glaciar o bien la acumulación de nieve.
Normalmente presentan un característico color blanco, lo cual se debe a que en su interior hay grandes cantidades de burbujas donde se refleja la luz solar. Algunos icebergs tienen tonalidades azules, verdes o con líneas negras (estos últimos se producen por la acción de rocas sedimentarias).
Las burbujas contenidas en el hielo hacen que los icebergs se derritan con un sonido peculiar, parecido al de una pastilla efervescente disuelta en el agua.
Para que estas masas de hielo puedan mantenerse en equilibrio es necesario que la fuerza que ejerce el hielo sobre el agua sea igual a la que ejerce el agua sobre el hielo. Tal y como indica el principio de Arquímedes, el hielo desplaza un volumen de agua menor que el suyo propio y esto hace que la punta del iceberg sobresalga sobre la superficie del agua.
En el hundimiento del Titanic
Veinte minutos antes de que terminara el 14 de abril de 1912, la embarcación de pasajeros de mayor tamaño hasta entonces conocida colisionó con un iceberg y en pocas horas se hundió completamente cerca de las costas de Terranova.
Curiosamente, el mismo día de la tragedia otras embarcaciones que navegaban por la misma zona dieron varios avisos telegráficos ante el peligro de los icebergs, pero los responsables del Titanic no le dieron importancia. El día después de la tragedia un camarero de otro barco fotografió el iceberg que probablemente chocó con el Titanic.
Como metáfora de éxito
Algunos fenómenos de la naturaleza son extrapolables a todo tipo de circunstancias. Así, hablamos de lluvia de ideas, de terremotos bursátiles o de situaciones que se complican diciendo que son bolas de nieve. Estas expresiones se han instalado en el lenguaje cotidiano y con el iceberg sucede exactamente lo mismo. De esta manera, si en un asunto solo se manifiesta un aspecto y en su mayor parte se mantiene oculto, decimos que es la punta del iceberg.
Esta expresión se emplea, entre otros contextos, para explicar la complejidad de la mente humana, ya que tenemos acceso a su parte racional aunque por debajo de ella hay una profunda dimensión que permanece oculta, el inconsciente.
Fuente: https://significado.com/iceberg/