En recuerdo de la sanción del Estatuto del Peón de Campo, en Argentina se ha establecido el día 8 de octubre, como Día del Trabajador Rural, en recuerdo del día de su sanción en 1944
El Estatuto del Peón de Campo fue establecido mediante un decreto del Poder Ejecutivo Nacional (n° 28.169, del 8 de octubre de 1944), durante la presidencia del general Edelmiro Farrell. Esta normativa fue la primera en fijar, para todo el territorio de la república, condiciones de trabajo humanitarias para los asalariados rurales no transitorios, entre ellas: salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de higiene y alojamiento.
El autor de la norma fue Tomás Jofré, siendo elevada para su aprobación por el Coronel Juan Domingo Perón, quien se desempeñaba como Secretario de Trabajo y Previsión. No se trató de una medida aislada, sino que era parte del inicio de las políticas sociales nacionalistas desarrolladas por el gobierno militar de la Revolución de 1943.
Significó un visible cambio en las estancias, en muchas de las cuales se mantenían prácticas semi-serviles y paternalistas heredadas incluso de la época colonial. Generó la reacción inicial de prácticamente todos los sectores empresarios agrarios, no obstante la oposición no logró cambiar la decisión del gobierno.
A la par del Estatuto del Peón de Campo se dictaron sucesivos decretos presidenciales que regularon el trabajo transitorio de las cosechas. Posteriormente, la ley 13.020, fijó mayores precisiones sobre las modalidades en que debían desarrollarse los trabajos y creó la Comisión Nacional de Trabajo Rural, como organismo intersectorial (con representación del gobierno, de los sindicatos y de los empleadores) encargado de decidir las condiciones del trabajo que regirían en cada cosecha y en cada zona del país.
La legislación laboral que amparó a los trabajadores rurales favoreció el desarrollo del sindicalismo moderado que propiciaba la Confederación General del Trabajo. Las nuevas leyes sobre asociaciones profesionales condujeron a la creación, en 1947, de una central nacional única de los trabajadores rurales, denominada Federación Argentina de Trabajadores Rurales y estibadores (FATRE), más tarde transformada en la actual Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
Ya desde el año 1974 se había instituido el Día del Trabajador Rural, y la dictadura militar la había derogado, por la ley de facto 22.248 de 1980, sancionada por la dictadura militar llamada Proceso de Reorganización Nacional. En su lugar se sancionó un régimen autónomo de Trabajo Agrario, que no contemplaba la regulación de las relaciones laborales de los llamados «trabajadores no permanentes».
Hasta que en el año 2004 se restituyó esta fecha cara a los sentimientos de los trabajadores del campo.