Metritis contagiosa equina

Metritis contagiosa equina

La MEC es una infección venérea muy contagiosa de todos los equinos, causada por la bacteria Taylorella equigenitalis. El primer caso de MEC se diagnosticó en Inglaterra en 1977.

Ese año, hubo un brote de enfermedad venérea en animales de cría del Reino Unido e Irlanda. 

Hay 25 países por lo menos en el mundo donde la metritis contagiosa equina (MCE) existe en la población de equinos (ya sea caballos, mulas, asnos, etc.). Estos países incluyen Inglaterra, Irlanda, Francia, Alemania y otros miembros de la Unión Europea. 

En Chile, esta enfermedad de la lista B de la OIE, nunca ha sido comprobada su presentación y menos aún su prevalencia. 
La MEC es una infección venérea muy contagiosa de todos los equinos, causada por la bacteria Taylorella equigenitalis. El primer caso de MEC se diagnosticó en Inglaterra en 1977. Ese año, hubo un brote de enfermedad venérea en animales de cría del Reino Unido e Irlanda. 
Los primeros casos de MEC en los Estados Unidos ocurrieron el 9 de marzo de 1978, en criaderos en Kentucky Central. Según una investigación publicada por Peter J. Timoney, FRCVS, PhD. del Centro de Investigación Caballar de Kentucky, desde este primer informe en 1977, se ha visto la MEC en varias poblaciones de caballos a lo largo del mundo, incluyendo muchos países europeos, Japón, Australia, Norte y Sur América. 
No hay ninguna evidencia que MEC afecta a las personas. 
La metritis contagiosa equina continúa siendo un foco de preocupación internacional considerable, no sólo debido a su potencial capacidad para causar esterilidad masiva, a corto plazo en yeguas de cría, sino que también debido a la facilidad con la que puede establecerse el estado del portador en sementales y yeguas, pudiendo tener un efecto devastador en la eficiencia reproductiva equina, otorgando grandes pérdidas económicas. 
La MEC puede causar esterilidad a corto plazo en yeguas, se ha asociado frecuentemente con endometritis y descargas vaginales. La infección raramente produce aborto. Potros nacidos de yeguas infectadas con MEC pueden infectarse mientras están en el útero (raro), así como al momento del parto. 
Las yeguas pueden ser portadoras asintomáticas de la bacteria es decir, parecen y se comportan en forma normal, pero albergan el organismo en sus vías reproductivas, pudiendo verter el agente al ambiente, por medio de las secreciones o al parir. Los potros no desarrollan signos clínicos de la enfermedad después de la exposición al agente causal. En otras palabras, los potros no se infectan con la bacteria, sino que sólo la albergan en forma externa como un contaminante de la superficie de los genitales. 
Los brotes de MEC han mostrado que el estado de portador clínicamente inaparente puede establecerse en un alto porcentaje de potros expuestos. El potro parece normal, pero puede infectar a la yegua por medio de la monta natural o por IA. 
Luego la yegua es la responsable de extender la bacteria a otros potros o yeguas del criadero, los cuales a su vez, pueden contagiar a otros potros y yeguas. No hay ninguna vacuna contra la MEC, pero existen algunas maneras de descubrir la presencia del organismo en el tracto reproductor (donde se ubica). 
Fundamentos de la enfermedad 
El agente causal es un cocobacilo gram negativo microaerófilo, sensible y resistente a la estreptomicina. La diseminación de Taylorella equigenitalis es por vía venérea, principalmente a través de la monta natural o la inseminación artificial. 
Sin embargo, la enfermedad también puede extenderse a través de los medios indirectos y mecánicos–por contaminación de equipo de inseminación, espéculos, mangas de palpación, o por falta de la higiene apropiada al manejar yeguas y potros, sobre todo durante la monta. También existe la posibilidad de contagio mediante potros de monta ajenos al criadero. 
La transmisión transplacental de Taylorella equigenitalis puede ocurrir en yeguas embarazadas. Actualmente no hay ninguna evidencia de que la Taylorella sea un organismo de vida libre o que sea especialmente resistente a desinfectantes convencionales o los distintos factores medioambientales (exposición a la luz del sol, calor o frío). 
La respuesta clínica de una yegua la exposición con Taylorella equigenitalis puede variar de la enfermedad abierta a la subclínica (inaparente). La enfermedad se limita al tracto reproductivo de las yeguas, no habiendo ninguna evidencia de enfermedad sistémica en los animales afectados. 
Hay tres grados generales de infección en yeguas: 
Agudo: La inflamación activa del útero causa una secreción espesa, que se elimina a los 10 a 14 días después de cubierta. 
Crónico: inflamación uterina más suave con menor descarga vulvar. 
Portador: Las bacterias se establecen en el tracto reproductor. La yegua, aunque es asintomática, puede ser un portador durante varios meses o más tiempo. El período de incubación es de 2 a 12 días. Las yeguas desarrollan típicamente una secreción mucopurulenta inodora, de color blanco grisáceo de origen uterino. La descarga puede variar en cantidad, y normalmente dura aproximadamente dos semanas (en ocasiones puede ser por más tiempo). 
La descarga se asocia con endometritis, cervicitis, y vaginitis, y un retorno al estro después de un periodo acortado de diestro. En algunas yeguas, la magnitud y severidad 
de la respuesta inflamatoria sólo es visible mediante el examen vaginal con espéculo. 
Se ha visto que la esterilidad es solo temporal, normalmente durando sólo unas semanas. No se ha informado de ningún caso de esterilidad a largo plazo. Yeguas sometidas a una reexposición al agente no demostraron mayores evidencias clínicas de la enfermedad. 
La persistencia del agente en el interior del tracto reproductivo de la yegua infectada en forma crónica no produce, en la mayoría de los casos, interferencia con el 
mantenimiento de un embarazo normal. 
El aborto es una consecuencia rara de la infección de yeguas preñadas. En los pocos casos reportados de aborto por la Taylorella equigenitalis, la bacteria se recuperó no sólo de la placenta, sino que también de distintas partes del feto abortado. 
Diagnóstico
El diagnóstico de MEC no puede basarse sólo en los signos clínicos, debido a la similitud con otras enfermedades bacterianas, encontradas más frecuentemente en el tracto reproductivo de las yeguas como Streptococcus zooepidemicus, Klebsiella pneumoniae y Pseudomona aeruginosa. 
Se ha considerado por mucho tiempo al método de aislamiento por cultivo de Taylorella equigenitalis, como los únicos medios definitivos para establecer un diagnóstico de CEM en la yegua o para la confirmación del estado de portador en el potro. 
Estudios recientes de la Reacción de la Polimerasa en Cadena (PCR) podrían proporcionar medios igualmente sensibles pero más rápidos para confirmar la infección. 
Esto último sería especialmente útil en casos donde se encuentran grandes dificultades para cultivanr la bacteria debido a contaminación con otras bacterias G + o G – . 
Los sitios de rutina para extraer material para el cultivo de la Taylorella incluyen el útero, cérvix, senos y fosa del clítoris. Deben tomarse las muestras durante el estro temprano. En caso de yeguas preñadas debe tomarse muestras de los senos y fosa clitoridiana, y del exudado vaginal, si está presente. 
En los potros, se deben tomar muestras de la fosa o del seno uretral, uretra distal, uretra distal, superficie externa del pene, y prepucio. También debiera tomarse una muestra del fluido pre eyaculatorio. En sementales, la serología no es de ningún valor diagnóstico. 
Además del cultivo, puede evitarse el estado de potro portador mediante una prueba en la cual se cubre a dos yeguas serológica y bacteriológicamente negativas a los anticuerpos para Taylorella equigenitalis.La confirmación del estado de portador en un potro se realiza mediante la confirmación de Taylorella equigenitalis en el tracto reproductor de las yeguas de la prueba y/o mediante el desarrollo de anticuerpos dentro de 15-40 días después de la monta. 
Es importante que sean veterinarios los que tomen las muestras para estar seguros de que sean tomadas de los sitios apropiados tanto en yaguas como en los potros. Deben obtenerse tres juegos de muestras desde estos sitios a intervalos de no menos de siete días. 
Las muestras deben ponerse inmediatamente en un medio de transporte libre de antibiótico y deben ser refrigeradas para el transporte a un centro de diagnóstico para MEC. 
Las muestras deben cultivarse dentro de las 24 horas desde que fueron tomadas, para aumentar al máximo las oportunidades de aislar el organismo. 
Confirmación de laboratorio 
El medio que se necesita para el aislamiento es agar chocolate Eugon con 10% de sangre de equino sin dextrosa. Se incuba a 37°C a un nivel reducido de oxígeno igual a 5-10% de dióxido de carbono. 
Después de un mínimo de 48 horas, las colonias en incubación aparecen como pequeñas cabezas de alfiler. Las colonias son brillantes, suaves, butirosas y ligeramente grises. 
Después de 72 horas, las colonias aparecen elevadas y brillantes. 
Algunas cepas son resistentes a la estreptomicina. El microorganismo es un cocobacilo gramnegativo, positivo a la catalasa, fosfatasa y oxidasa. 
Tratamiento
No existe ningún tratamiento que garantice la total resolución de los signos clínicos si es que se presentan. Persisten dudas sobre si es beneficioso tratar las yeguas afectadas en forma aguda, ya que existe evidencia de que el tratamiento puede aumentar la probabilidad de persistencia de T. equigenitalis en la región clitoral después de que se ha eliminado del tracto reproductor. 
El tratamiento para las yeguas y potros llama a la eliminación de cualquier material del tipo esmegma de las áreas afectadas. En yeguas, se aplican soluciones de Clorhexidina al 4% en los senos y fosa clitoriana, junto a un ungüento de Nitrofurazona al 0.2%. Este tratamiento se repite durante cinco días consecutivos. 
Algunas yeguas podrían requerir varios tratamientos antes de eliminar el organismo. La eliminación quirúrgica de los senos del clítoris puede ser una buena solución en estas yeguas para eliminar el estado de portador. 
En el caso de los potros contaminados con el agente, debe extraerse todo el esmegma, mientras el pene es exteriorizado totalmente. Se limpian la fosa uretral y el seno, prepucio y pene, todo con una solución al 2% de clorhexidina. Después de secar, se aplica un ungüento de Nitrofurazona al 0.2% en los genitales externos. El tratamiento se repite periódico durante cinco días. Se requiere normalmente de un sólo tratamiento para eliminar el organismo del tracto reproductor del potro. 
Han sido desarrolladas distintas prácticas de manejo por veterinarios de varios países con el fin de enseñar a los criadores a prevenir la MEC. Estos Códigos prácticos se basan en el examen bacteriológico comprensivo del potro, y la prueba en la que se cubren dos yeguas susceptibles para verificar la presencia de la T. equigenitalis. Las yeguas importadas en los países libres de la enfermedad deben ser protegidas rigurosamente tanto bacteriológica como serológicamente para evidenciar la infección antes de liberarse de la cuarentena en el país de llegada. Cualquier yegua o potro que sea confirmado positivo para la enfermedad debe ser aislado hasta que el tratamiento haya demostrado ser efectivo mediante pruebas que indiquen que el animal está libre. 
Prevención 
*Cuarentena y prueba a todas las potrancas, yeguas, y potros de origen extranjero. 
*Cuarentena y pruebas a las primeras tres yeguas cubiertas por un potro de origen extranjero. 
*Cuarentena a todos los sospechosos hasta que todos los resultados de la prueba sean negativos. 
*Evitar cruzar cualquier equino positivo hasta que haya sido tratado con éxito y certificado negativo a CEM. 
*Mantenga una estricta higiene al manejar yeguas y potros (ej: use guantes, guantes de cambio entre los distintos animales, y limpie y desinfecte completamente los instrumentales). 
*En los lugares en donde se han llevado a cabo rigurosos y bien formulados programas han tenido éxito en la prevención y en algunos casos han sido capaces de erradicar la enfermedad en un período de dos años. 
 
Fuente: Veternet Portal Veterinario de Chile
http://ftp.vet.unicen.edu.ar/html/Areas/Documentos/EnfermedadesInfecciosas/2009/Metritis%20contagiosa%20equina.pdf