Algunas simplificaciones que se hacen a la hora de definir qué es un clon inducen a error. Según el experto en transgénesis Lluis Montolíu: «Un clon humano sería un ser creado a partir de ADN nuclear» de una célula madre.
En él viaja «solamente el 98% de la información genética del individuo»; el restante 2% del código genético proviene del citoplasma, y en la técnica de clonación no se emplea. Es decir, dos clones son diferentes entre sí en un 2% de su contenido genético.
Por lo tanto, los científicos y especialistas prefieren hablar de «animales reconstruidos por transferencia nuclear», que es más correcto. De hecho, genéticamente son más «clónicos» los gemelos monocigóticos, por que ambos comparten tanto el ADN nuclear como el citipoplasmático. Pero ni aun así tienen la misma huella dactilar, porque en ello influyen las condiciones ambientales, y estas nunca son iguales para ambos.