Planta gramínea, originaria de America tropical (Colombia, Bolivia y Paraguay). Planta con el tallo grueso, de uno a tres metros de altura, según las especies; hojas largas, planas y puntiagudas; flores masculinas en racimos terminales y las femeninas en espigas axilares resguardadas por una vaina.
Se cultiva también en Europa y da mazorcas con granos gruesos, muy nutritivos.
Aunque se discute la procedencia del maíz, se cree con bastante fundamento que es originario de México, por la relación que existe con determinadas gramíneas silvestres que crecen al sur de aquel país.
Su cultivo se ha extendido de América, donde era conocido desde los más remotos tiempos, a casi todos los países. Las primeras muestras del grano del maíz fueron llevadas a España por Colón, quien vio por primera vez este cereal en la isla de Cuba.
El maíz requiere de terrenos ricos y profundos, que es necesario preparar convenientemente antes de la siembra. Es sensible a las heladas tardías; los climas templados y húmedos favorecen su cultivo. Existen unas sesenta variedades, que se distinguen por la forma, tamaño y color del grano. Además de los conocidísimos usos que tiene en la alimentación, lo mismo del hombre que de los animales, se emplea también en la industria, extracción de aceite para barnices y jabones, obtención de almidón, producción de alcohol, etc.
Los principales países productores de maíz son los siguientes: Estados Unidos, China, Argentina, Brasil, Unión Soviética, India y Rumania.
En la actualidad, la Argentina produce un promedio de 13 a 16 millones de toneladas, siendo el país que esta segundo en el ranking exportador de semillas, luego de los EEUU.
El maiz argentino es reconocido en el mundo por su calidad superior. Hasta hace poco el maiz «plata» o duro colorado era característico de Argentina, teniendo un valor superior a los otros maices (semiduros o amarillos).