A pesar de que por ahí se diga otra cosa, el dulce de leche es un invento argentino. Historias hay muchas, pero sin dudas, este manjar de los dioses, es un invento nacional. Ideal para los golosos, para ser comido solo, u acompañado. Y cuando hablamos de acompañamiento, no nos referimos a seres vivos, sino de flanes, galletitas, queso, masitas, pan, banana, y lo que se nos ocurra dentro del rubro acompañamiento. ¡Gordito panflón…., largá el pote de dulce de leche!.
Ingredientes: (Para 1 1/2 kilo de dulce)
· 3 litros de leche fresca recién ordeñada. (si lo hacemos nosotros, mejor)
· 1 1/2 kilo de azúcar refinada.
· una chaucha de vainilla
· 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
Preparación
Tomamos una cacerola de hierro, vertemos la leche en su interior, con el azúcar y mezclamos bien. Colocamos sobre el fuego a temperatura media, cuidándolo hasta que rompa el primer hervor y que no se derrame. Incorporamos la chaucha de vainilla y el bicarbonato (antes debemos disolverlo en un poco de leche fría). Luego continuamos la cocción a fuego muy suave hasta que la mezcla comience a espesar. Importante no dejar de revolver en ningún momento. A medida que toma punto, irá obteniendo un color caramelo. Para lograr el punto deseado, debemos revolver con cuchara de madera. Para saber si está a punto, debemos probar colocando unas gotas en un plato, y de acuerdo a como se deslice estará en su punto óptimo.