«Al mal tiempo, buena cara» es un refrán según el cual cuando las cosas van mal o se complican, lo más conveniente es enfrentarlas con la mejor actitud.
En su sentido literal, se puede interpretar que cuando hay mal tiempo atmosférico, lo mejor es mostrar una cara sonriente o plácida para evitar que el estado del clima nos arruine el día.
«Al mal tiempo, buena cara» es un dicho popular que gira en torno a la idea de la conformidad o el temple ante la adversidad. Así, pues, aconseja mantener una buena disposición, a no desanimarse ni desmoralizarse cuando las cosas se tornan difíciles o confusas.
En este sentido, el refrán llama a tener, ante todo, optimismo y esperanza, pues con buena actitud podemos transformar las desdichas en situaciones favorables. Tiene, pues, un mensaje optimista implícito.
La actitud es fundamental en la forma en que enfrentamos las situaciones de la vida, sobre todo aquellas que son decepcionantes o especialmente difíciles.
Por ejemplo, cuando un compañero de clase ha sacado mala nota en el primer examen del año le decimos «al mal tiempo, buena cara», para que no se desanime y sepa que puede superar el revés posteriormente.
Lo mismo ocurre cuando un equipo de fútbol se va al descanso perdiendo. Si los jugares entienden que al mal tiempo hay que mostrarle buena cara es posible que en el segundo tiempo puedan darle vuelta al marcador, pues se plantarán con la mejor actitud en el terreno de juego.
En inglés, el refrán puede traducirse como «whatcan’t be curedmust be endured», que significa literalmente: lo que no puede curarse debe soportarse.
Fuente: https://www.significados.com/al-mal-tiempo-buena-cara/